Nuestro país industrializa tan solo el 27% del volumen exportado de amatistas, el 73% va a Brasil donde se industrializa y sale al mundo. Esta realidad desvela a los empresarios locales, en vista de que hacerlo en Uruguay generaría por cada puesto minero tres puestos en la industria, y el valor se multiplicaría por cuatro.
Desconocido por muchos, al norte del país se encuentra un sector minero pujante de ágatas y amatistas. Hace cerca de 100 años, inmigrantes alemanes llegaron al departamento de Artigas, donde encontraron un yacimiento mayor al que tenían en su tierra. Así comienza la extracción de amatistas en Uruguay, en un principio exportando gemas para joyería, y luego piedras ornamentales, piezas más grandes y de particular belleza, utilizadas para decoración. Desde el año 2000 comienza la extracción en roca con el uso de explosivos en Artigas, mientras que el ágata se continúa sacando mayoritariamente del basalto, puesto que la extracción directa es muy costosa.
Los yacimientos se encuentran cerca de la ciudad de Artigas, en la zona de El Catalán, sobre el kilómetro 175 de la ruta 30, tienen un tamaño muy considerable y un potencial aún mayor. El año pasado el sector llegó a tener unas 700 personas activas, con permisos mineros otorgados a cerca de 30 empresas.
Carlos Sanchis es el director de Le Stage SA, empresa productora y exportadora de ágatas y amatistas en Artigas, con una trayectoria de más de 38 años. Hacia fines del 2019 contaban con alrededor de 200 empleados, pero como a todos los sectores productivos, la pandemia afectó al negocio.
Las amatistas en tiempos difíciles
“Este tipo de productos necesita que el cliente esté en presencia para ver la calidad, son inversiones importantes en piezas individuales, y hay una negociación de por medio. Esa parte del mercado está recesiva, y los trabajadores parados” comenzó relatando Sanchis a La Mañana sobre la situación actual. “Nosotros estamos trabajando bien, con más de 100 personas, en todo lo que es a la venta de productos industrializados de pequeño porte, que se están vendiendo muy bien por internet a Europa, Estados Unidos y Asia, y nosotros le seguimos suministrando el producto, por suerte podemos hacerlo. Pero la mayoría de las empresas están siendo muy afectadas por el momento delicado”.
“Las empresas uruguayas hicieron antes el pasaje al comercio electrónico y eso hoy está dando una ventaja competitiva frente a esta pandemia”
“Esta pandemia golpeó la venta de materias primas. La exportación de ágata -que va a Xiamen (China) donde están ubicadas las fábricas- hoy está a un precio muy por debajo de lo que estaba en diciembre. La mayoría de las empresas con ese precio no podían operar, entonces pararon y comenzaron a vender por debajo del costo los stocks que tenían. El precio eventualmente va a volver a subir, pero seguramente los plazos del seguro (de desempleo) van a ser inferiores a los tiempos de reactivación del mercado. Entonces posiblemente vayan a haber despidos hasta que la demanda suba”, comentó preocupado.
Según Sanchis, se exporta a Brasil el 73% de nuestra materia prima. “Este material genera allá alrededor de 800 puestos de trabajo. Allí le hacen un trabajo comercial diferente, la diferencia de precio y el nombre Amatista Uruguay fue trabajado por ellos. Lo nombran así para marcar la diferencia, con un valor un 150% superior a la amatista de Brasil…Tienen un gran centro productivo al norte de Río Grande do Sul, que extrae cuatro veces más cantidad de amatista que nosotros”.
Diamante en bruto
Hace unos años, algunos empresarios del sector se plantearon la necesidad de contarle a la sociedad sobre los potenciales 800 puestos de trabajo que podrían crearse si se industrializara el producto en Uruguay. “Implicaría unos 15 o 20 millones de dólares por año. Quizás para el país no sea mucho, pero tendría un impacto relevante en la economía local. Aparte son puestos permanentes, el capital humano y el conocimiento que se tiene en el equipo de trabajo es parte importantísima de lo que la empresa vende. Es importante que se conozca este enorme yacimiento que lo hemos trabajado muy poco”.
El empresario, que ha convivido con varias administraciones, asegura que todavía hay camino por recorrer. “Todos los gobiernos se han interiorizado en el tema pero poco se ha hecho. Creo que el Gobierno ha dado pasos importantes, han adquirido conocimiento importante sobre el sector. En el cambio de gobierno hubo charlas interesantes donde lograron darse cuenta de la importancia de desarrollar una política de estado que apalanque el desarrollo del sector”.
“El producto se industrializa en Brasil porque hay factores que hacen que sea conveniente hacerlo del otro lado. Necesitamos políticas para neutralizar esas ventajas, y potencializar lo que tenemos, es mucho más sencillo hacerlo acá. Llevar ese material 800 kilómetros no es sencillo, tenemos un ventaja logística. Otra ventaja, lamentable pero importante, es que hoy en Artigas hay mucha gente buscando trabajo formal y estable. Toda esa gente, en cuanto aprenda, podrá transformarse en excelentes trabajadores que luego mejoren su conocimiento y la calidad del trabajo que venden. Además tenemos la posibilidad de generar un gran número de pequeñas empresas, los artesanos que venden al mercado local, generando servicios para el mercado internacional”, enfatizó.
De todos modos Sanchis es optimista. “El mercado mundial de estos productos tiene demanda en aumento, creo que en los próximos cinco años posiblemente crezca en 50% la cantidad de toneladas que se exportan de Sudamérica al mundo, y lo otro es que el mercado va conociendo la amatista uruguaya y cada vez que la conoce desplaza a la brasileña, porque tiene un agregado de belleza superior. Por eso vale 150% más el kilo. Tenemos buena proyección”.
Uruguay industrializa sólo el 27% del volumen exportado de amatistas, el 73% va a Brasil donde son industrializadas y luego salen al mundo.
La situación de Brasil
“Puede ser que cuando se reactiven los viajes internacionales Uruguay lo haga primero, pero será transitorio. Hoy nos afecta a los dos porque los clientes del mundo no pueden llegar. Las empresas uruguayas al no tener las facilidades comerciales que tienen otras ciudades para poder acceder a los clientes, salieron al mundo. Eso llevó a iniciar antes el desarrollo de la venta electrónica, entonces las empresas uruguayas están mejor paradas para la venta por internet. Ellos estaban muy confiados de que los clientes llegaban y compraban físicamente. Entonces el pasaje al comercio electrónico las empresas uruguayas lo hicieron antes y eso hoy nos está dando una ventaja competitiva frente a la pandemia”, subrayó.
“Es importante destacar que tenemos un negocio real, hay muchos puestos de trabajo y aún más por ganar. La sociedad y el gobierno deben trabajar en conjunto, detectar qué cosas se pueden hacer para potenciar y que Artigas pueda utilizar de la mejor manera ese potencial que tiene para generar trabajo y divisas que son bienvenidas para la economía regional y nacional”, reflexiona Sanchis.
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