La madera abre un mundo de posibilidades en una inmensa variedad de usos que incluye la construcción de casas y de edificios, pero para eso hay que plantear un cambio cultural que derribe los mitos.
La madera ha acompañado la evolución del hombre desde que éste es tal y a pesar de que la humanidad ha sabido incorporar a su vida diaria otros materiales como la piedra, el bronce, el plástico o el cemento entre otros, aquella no ha dejado de evolucionar sin perder su esencia y nobleza. Las primeras casas se hicieron con madera, los primeros instrumentos de caza, el fuego fue posible gracias a la madera, incluso la navegación.
En muchos países el uso de la madera ha evolucionado increíblemente, pero en Uruguay la llegada de la forestación abrió una puerta productiva que no acabamos de comprender en su todo su potencial.
Daiana Morgavi de la Asociación de Empresarios de la Madera y Afines (Adema) dijo que para entender y aplicar todo el potencial y todas las oportunidades que la madera nos da, Uruguay necesita transitar por “un cambio cultural” y los mitos que hay sobre ese producto y poder así sumarle valor en usos que no se le está dando.
La Asociación de Empresario de la Madera y Afines nació en diciembre de 2019 en Rivera y está compuesta por pequeños empresarios carpinteros y aserraderos, con el objetivo de unificar a los trabajadores del sector maderero para poder explotar todo su capacidad productiva.
“Vamos a hacer un relevamiento profundo para regionalizar Adema, poder fortalecer al sector, a los empresarios de Tacuarembó, Rivera y Cerro Largo”, dijo Morgavi al describir el objetivo más inmediato que posee la Asociación. Sólo en Tacuarembó, y contra toda previsión, se contactaron 70 carpinterías y aserraderos. Por lo tanto “lo primero es que sepamos cuántos somos y a qué nos dedicamos; lo segundo debe ser qué pretendemos y cómo lograrlo”, expresó.
La Asociación está en la etapa de “identificar a los pequeños empresarios, trabajar con ellos para ver sus necesidades, apoyarlos en los procesos productivos, apoyarlos con capacitaciones”, dijo la empresaria de la madera. “En eso estamos y en ese sentido se aprobó el proyecto FDT (Fondo de Desarrollo Territorial) en cual participa la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), la Unión Europea, el Congreso de Intendentes y la embajada de Canadá como apoyo”, explicó.
“Darle valor agregado a la madera”
“Nosotros como Asociación lo que hacemos es acompañar a los empresarios para apoyar los procesos, por ejemplo en capacitación, en darle valor agregado a la madera, en unir las instituciones con el empresario común que a veces desconoce determinadas cosas”. Se trata de “identificar los problemas comunes que tienen las empresas que trabajan con madera y se busca articular con las instituciones las soluciones” posibles, dijo.
Una forma de agregar valor es con la realización de cursos, de los que ya se han realizado varios y de distinta naturaleza.
“Recientemente el LATU (Laboratorio Tecnológico del Uruguay) realizó un curso de clasificación visual de la madera para que todos tengamos el mismo criterio para clasificar la materia prima”, contó.
Otro factor relevante es la evolución que ha tenido la maquinara para uso de carpintería. Apoyar esa evolución necesaria es lo que “estamos buscando a través del Ministerio de Industria, Energía y Minería” para lo cual “ya tuvimos una charla con el subsecretario, Walter Verri, donde le anunciamos la problemática de acceder a préstamos para la compra de maquinaria porque los requisitos son muchos, buscamos conversar y hacerle llegar al Ministerio nuestra realidad y mostrar que sí queremos avanzar pero a veces los bancos y los requisitos son muchos. Tenemos que ver eso para que sea más fácil acceder a un préstamo”, expresó
Las principales dificultades del sector
Las dificultades a las que se enfrentan las carpinterías y aserraderos son muchas. Morgavi mencionó que una de ellas es “tener madera seca”, y para eso se necesita “un horno convencional (que) nos saldría mucho dinero y a eso referimos el tema de los préstamos” ya mencionado.
“Pero el LATU diseñó un secadero que se va a implementar en diciembre en Tacuarembó y en marzo llegaría a Rivera. Esa tecnología el LATU la brinda para que nosotros podamos contar con un secadero. De cada dificultad que tenemos tratamos de buscar la respuesta y es ahí que las instituciones se ponen en marcha”, comentó.
Por tal motivo es importante y necesario que “todos los que trabajan la madera se asocien para poder decir cuáles son las grandes dificultades que tenemos” y “a dónde podemos ir buscando soluciones”.
Otro problema que mencionó fue el de los residuos: “Es un problema de todos los aserraderos y carpinterías” porque tienen que resolver “qué hacer con el aserrín o con el chip, entonces hay que gestionar por ejemplo con la Universidad o el LATU que ya están en proyectos sobre qué hacer con todo ese residuo” que se puede usar como “materia prima”.
Son temas sobre los que “está muy bueno juntarse y plantear posibles soluciones, estudiar qué hacen otros países y plantear lo que podemos hacer individualmente o en conjunto”, reflexionó.
Casas y edificios de madera
Consultada sobre qué futuro tiene la madera en Uruguay, Morgavi dijo que se le debe dar “valor agregado”, por ejemplo utilizándola en “la construcción de casas y de edificios de madera. Hay empresas que son fantásticas con proyectos increíbles, pero a veces el gobierno las limita con políticas que vienen desde hace muchos años, hay que actualizarse”, pidió.
“En otros países hay edificios hechos en madera, ¿por qué acá no? Hay que tratar de darle esa trasformación y para eso hay que cambiar incluso la visión que tenemos de la madera” que es un producto que “estructuralmente aguanta más que una viga de hierro”.
En la zona este de Uruguay “hay hoteles hechos en madera, lleva su proceso pero es madera y puede durar más que una construcción tradicional”.
Morgavi finalizó señalando que es necesario “sacarse los mitos de que la madera se prende fuego, de que se pudre, de que la agarran los bichos, que una casa de madera no…, es todo un cambio cultural que debemos hacer. Hay muchas cosas que se vienen en madera, y hay que apoyar lo nuestro, la madera es nuestra y el trabajo es nuestro”.
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