Los últimos tres años han sido un padecimiento para los productores frutícolas que pierden ingresos por caída en los rendimientos. Esto ha provocado que cada vez más productores abandonen este sector que es estratégico para nuestra soberanía alimentaria.
En medio de la zafra de cosecha, la producción de manzanas muestra de antemano una caída de rendimientos que rondará entre 40% y 60% según las primeras estimaciones. La falta de precipitaciones repercutió considerablemente en las frutas, afectando su tamaño y calidad.
Además, las consecuencias también inciden en los árboles que se están marchitando o directamente secando. La mayor preocupación está puesta en los próximos 2 o 3 años que es el tiempo necesario para que las plantas se recuperen o directamente haya que reponerlas. La inquietud entre los productores está focalizada en los causes de agua y las vertientes que en estos últimos tres años han disminuido a extremos insólitos e inclusive se han secado. De todos modos, no se trata de un fenómeno generalizado, ya que existen otras zonas frutícolas en las que hay una buena disponibilidad de agua.
Los casos más extremos, y no son pocos, corresponden a productores que desde hace más de 60 días no tienen agua para regar. Sobre este sector se producen los efectos más adversos tanto por el rendimiento como por la calidad de las frutas que no tuvieron el desarrollo correcto y muchas de ellas están quemadas por el sol. Los productores que aún tienen agua, están regulando los riegos hasta lo mínimo indispensable, tratando de extender esta situación hasta que lleguen las lluvias. Sin embargo, los peores escenarios los presentan las producciones de manzanas y de peras.
Canelones está sobrepasado de perforaciones
Para Fernando Rabellino productor de manzanas, duraznos, peras y uvas de mesa en la zona de Juanicó, con esta sequía “se demostró que es más importante el agua que la tierra”. Esa sensibilidad ya la habían previsto los productores cuando se hizo el lanzamiento del proyecto “Más agua” del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. En esa oportunidad se inscribieron 3 mil posibles beneficiarios. Una de las principales complejidades que presenta el proyecto está relacionada con que Canelones “está sobrepasado de perforaciones” y la Dirección Nacional de Aguas no habilita más alumbramientos. Rabellino propone construir grandes reservas de agua y mediante bombeo alimentar a varios productores.
En tanto para asegurar la soberanía alimentaria, se plantea “hacer un trabajo mancomunado con OSE” y cuando se instala un tendido de red de agua para la población se construya uno paralelo para riego y alimentación de animales.
Números en rojo y sangría de productores
Por estos días la producción de manzanas está en medio de su zafra de recolección de frutos. Los sondeos entre productores arrojan una caída de entre 40% y 60% dependiendo de la zona en la cual se encuentre el emprendimiento y la disponibilidad de agua que se tenga. Los promedios nacionales para este tipo de producciones se ubican entre 18.000 y 20.000 kilos por hectárea, cosa que no va a suceder en esta oportunidad. Muchas de estas frutas no estarán en condiciones de ser comercializadas directamente a la población y se traduce en más pérdidas para los productores. Y tampoco existe en el país una industria que pueda absorber este tipo de productos y ser una ventana de colocación para los descartes de las frutas. Esta es otra de las desventajas que denuncia el sector que en la mayoría de los casos no tiene donde colocar frutas de bajo calibre y quemados por el sol. En contrapartida existen otros escenarios menos complejos como el que presenta la zona de Libertad en San José que con el acuífero Raigón a disposición tienen mayor acceso a fuentes de agua para riego subterránea como de arroyos y ríos. De todos modos también para estos emprendimientos existe un efecto de caída de rendimiento entre 30% y 40%.
Por tratarse de producciones anuales las consecuencias como las de este año por falta de lluvias son a veces determinantes para el futuro de estas empresas. Particularmente en los departamentos de Montevideo y Canelones es donde menos ha llovido y por ende donde mayormente ha castigado al sector. Y las repercusiones se traducen en la permanente sangría de productores donde muchos tienen que dejar el rubro o incorporarse a otros menos riesgosos.
Los últimos años la fruticultura ha estado con números en rojo por la falta de lluvias como este año o sobre producción como sucedió el año pasado con la manzana. En ese contexto mucha fruta se tuvo que tirar generando como va a suceder en esta zafra falta de ingresos para las arcas de las empresas. Por ese lado se adelantó va a pasar la falta de rentabilidad del sector. La sequía provocó que no exista gran incremento de costos de producción de energía (tanto eléctrica como de combustible) para el bombeo de agua que hoy prácticamente no existe, ni de la utilización de fitosanitarios porque en este período no ha existido gran incidencia de enfermedades. Como cada año, los números definitivos estarán prontos en el mes de mayo cuando hayan terminados las zafras.
Conforme con las medidas del gobierno
El rubro hortifrutícola es de los menores tomadores de créditos del país. Si bien existen casos puntuales, las características del sector obligan a los productores a ser prudentes a la hora de endeudarse para seguir produciendo. Los más arriesgados están teniendo problemas para afrontar sus deudas como consecuencia de la falta de ingresos por disminución de producción. En concordancia con el resto de los rubros productivos, este sector recibió de buena manera el alivio fiscal y los corrimientos dispuestos por el Poder Ejecutivo. A la vez valoró positivamente las medidas adoptadas por el Ministerio de Ganadería sobre todo una línea de crédito con 12% de interés para los pequeños productores de hasta 30 hectáreas. Los productores están interesados en que esta línea de crédito quede a tasa 0 a 5 años y existen negociaciones al respecto. Rabellino dijo que existe un universo de productores donde estas medidas “para algunos son un gran alivio y para otros una ayuda para la inversión” y la reconversión del sector.
Campaña por el consumo de frutas nacionales
En las últimas semanas se han escuchado varias voces y campañas que del Ministerio de Ganadería incentivan a los uruguayos a consumir frutas de estación producidas en el ámbito local para ayudar a los granjeros que enfrentan dificultades económicas con esta sequía. Rebellino sostuvo que el productor entiende la situación y “se ha generado en forma solidaria” un ambiente donde la gente consume lo que hay. Aunque no tienen el tamaño y las características que el consumidor está acostumbrado, se destaca el sabor de estos productos. De todos modos el contexto actual obligará a importar estas frutas debido a la caída de la producción local.
La Asociación de Fruticultores de Producción Integrada (AFRUPI) es una organización creada en 1999, integrada por 137 productores de los departamentos de Montevideo, Canelones y San José. Actualmente es presidida por el productor Fernando Rabellino. Siguiendo los principios que dice su nombre no se definen como productores orgánicos o agroecológicos pero sí bajo las buenas prácticas de sistemas de producción sustentables. Sus integrantes conforman un amplio universo diverso con pequeños productores que desarrollan la actividad a baja escala hasta aquellos que por sus características poseen grandes emprendimientos. Integran varios espacios relacionados al sector y actualmente tiene abierto un llamado a interesados para la certificación durante esta zafra. En las próximas semanas estarán los resultados de una encuesta sobre el estado de situación de disponibilidad de agua en sus predios aunque se adelantó que el 45% de sus integrantes no tiene agua desde hace más de 60 días.
TE PUEDE INTERESAR