Del 3 al 6 de octubre se realizará la 83ª Expo Campanero. La presidenta de la Sociedad Agropecuaria de Lavalleja recordó algunas de las dificultades del sector y dijo que la exposición es un termómetro que nos permitirá medir la intención y el ánimo del productor.
Del jueves 3 al domingo 6 de octubre se realizará la 83ª edición de la Expo Campanero, importante y tradicional evento que se organiza en el parque Campanero por la Sociedad Agropecuaria de Lavalleja (SAL), institución fundada el 3 de setiembre de 1934, hace 90 años.
La SAL tiene más de 400 socios y Ana Pombo es su presidenta desde agosto de 2023, siendo la segunda mujer que lidera esa institución. La primera fue Adriana Bonomi. “Lo de ser mujer no es algo en lo que yo ponga foco”, dijo al ser consultada por La Mañana acerca de si eso hace alguna diferencia. “Somos un equipo y aquí ni en ningún otro lugar donde me ha tocado trabajar he sentido ningún tipo de diferencia”, agregó.
Respecto a Lavalleja, comentó que “es un departamento con un universo productivo variado porque tenemos una geografía variada, que permite desarrollar muchas cosas, agricultura, ganadería vacuna, hay suelos muy aptos para el ovino y otros para la forestación, y es común ver que en un mismo predio haya zonas marginales que se utilizan para plantar árboles y se diversifica con la ganadería”. Los cerros y los valles generan “la combinación de mucho abrigo en invierno, buena agua, fertilidad, y eso ayuda a que la producción sea variada y combinada. La agricultura también es importante”.
Pero ese mosaico productivo no está libre de los efectos climáticos. “Somos una producción a cielo abierto como toda la agropecuaria del país, y se sufrió tanto la sequía como el exceso de lluvias”, dos fenómenos recientes que se registraron sin dar tiempo suficiente para que los productores se pudieran recomponer.
“Veníamos de años con una seca tremenda que fue horrible para todos los rubros productivos, y luego vino mucha agua que dificultó mucho la cosecha y lo que se pudo cosechar tenía muchísima humedad disparando los costos porque hubo que mandar la producción a secadero”, recordó.
Pero los “costos elevadísimos” no fueron solo por la humedad en el grano, sino “porque para cosechar hubo que usar máquinas 4×4 ya que las 4×2 no podían hacerlo”. Se agregó que “los suelos quedaron horribles y para volver a plantar hay que arreglar la superficie”. Hubo casos de “productores que cosecharon la soja, pero no pudieron plantar trigo porque el rastrojo quedó hecho un desastre”.
La rotación normal es “soja, trigo, soja; y en los casos en que no se pudo pasar de la soja al cultivo de invierno, esos productores dejaron la chacra en barbecho y recién ahora se podrá preparar la tierra para la soja, pero eso es negativo porque el cultivo del invierno no existió”.
No solo no se tuvo esa ventana de invierno, sino que “aquellos que hacen fardo de la cola de soja tampoco pudieron hacerlo”, y si no se plantó trigo u otros cultivos de invierno, “tampoco con estos se hicieron fardos”, que son “importantes para la sostener la producción ganadera”. Ese fardo que faltó “hubo que comprarlo, o apelar a la ración”, lo que agrega más pérdidas.
“El país va a sentir cada vez más los fenómenos climáticos”
Por otra parte, y a pesar de los esfuerzos, “el grano salió manchado, los ganaderos que hacen agricultura para ganadería plantaron tarde” con resultados magros en avenas y raigrases que requirieron de mucha urea.
En ese escenario “venimos muy mal”, enfatizó Pombo, con el “tremendo fracaso por la seca en el momento del entore, con altos porcentajes de animales fallados, por ejemplo, en mi caso, del 55%”, lo que resulta en pocos terneros”.
Son todas situaciones adversas generadas en el clima y que se van sumando una tras otra.
¿Qué esperar de aquí en más?, “solo que no venga una nueva seca como estaba anunciada”, pero es algo que escapa al control humano, los productores solo pueden tratar de hacer un mejor y buen manejo, aunque “no todos tienen las mismas posibilidades”. La situación es que “seguimos padeciendo los coletazos de la seca seguida de las precipitaciones que nos trajeron mucha agua y toda junta”.
Producir a cielo abierto “es muy difícil”, pero no es el único aspecto que escapa a nuestro control: “Somos un país tomador y no formador de precio”, lo que condiciona cada venta que se hace.
Esos dos elementos son puntos de permanente atención para quienes están en algunos de los escalones del rubro, “pero la realidad es que su importancia trasciende la cadena agropecuaria porque es el motor de la economía del país, y si se siguen dando estos fenómenos climáticos el país va a comenzar a sentirlo cada vez más”.
“No tuvimos mucha suerte” con la emergencia vial
A comienzos de mayo de este año, y a solicitud del Congreso de Intendentes, el gobierno nacional decretó la emergencia nacional vial en todo el país con el objetivo de atender las zonas afectadas por las intensas lluvias que se dieron semanas antes, especialmente en lo referido a la caminería rural y suburbana.
El Ministerio de Economía liberó recursos adicionales mientras que el de Transporte y Obras Públicas brindó apoyo logístico con camiones para agilizar las tareas de reparación.
Consultada Pombo sobre qué efecto tuvo esa medida en Lavalleja, dijo que “no hubo mucha suerte”, pero destacó que es un departamento “en el que se está trabajando mucho la caminería”.
Así y todo, “entre los camiones que entran a sacar madera de los montes y el problema que hubo con las chacras, no se da abasto. Tenemos una caminería y caminos internos que son muy extensos y aunque no puedo decir que la Intendencia no se ocupe, porque lo ha hecho, el problema es tan grande que no ha sido suficiente y los arreglos de caminería para sacar la producción fue todo un problema”.
Describió que “llovió tanto que por más que se intentó no se pudo solucionar, la lluvia se llevaba todo lo que se podía mejorar, se formaban zanjas, se hacían pozos, se rompían caños, y la maquinaria no puede pasar sobre roturas, tampoco los camiones que para sacar el grano tenían que esperar que se arreglara la ruta o los caminos. Allí donde se solucionaba, a las horas estaba roto nuevamente”.
El problema es que “había y hay mucha caminaría que no está preparada; se está trabajando, pero siempre parece insuficiente”, reiteró.
La exposición como termómetro para evaluación el año
Aún falta para que el año finalice, pero la Expo Campanero es un momento donde se puede hacer una evaluación sobre cómo están las cosas: “Es un termómetro porque vamos a ver los toros que se venden, vamos a escuchar a la gente que compra toros para la producción. Lo que surja de la exposición nos dará información más acabada sobre cómo estamos en producción ganadera”, dijo la presidenta de SAL.
La exposición juega un rol muy importante como “una muestra sobre los reproductores que se comercializan, lo que exponen las cabañas; lo mismo sucede con la agricultura, podremos evaluar si la gente está con ganas de comprar, el área que se espera plantar”.
Sirve también para ver “qué intención y qué ánimo tiene el productor, intención y ánimo que van juntas” y hacen a la actitud al momento de “invertir en un animal, en maquinaria, en tecnología, en herramientas para mejorar lo que produce”.
Un indicativo primario “son las muy buenas perspectivas” con la que llega la 83ª Expo Campanero: “Tenemos un muy buen número de cabañas anotadas, son prácticamente todas las que nos acompañan cada año”, pero como llamado de atención “el número de toros inscripto es un poco menor al año pasado y eso ya indica algo, para empezar que las cabañas no han preparado tantos reproductores y eso tiene una razón que hay que analizar y evaluar”.
Para toda la familia
La Expo Campanero llega con una variedad de actividades “muy amplia”, con opciones para niños, estudiantes, la familia y el productor.
Destacó que este año SAL le da “participación a los alumnos de las escuelas agrarias de UTU”. Pombo dijo que se ha bridado capacitación “con cursos de cabañeros y los estudiantes podrán hacer una jura de jóvenes en todas las razas”.
Además “participará una empresa que ofrece un baño para combatir la garrapata; otra empresa ofrecerá variedades de drones agrícolas que se usan para hacer aplicaciones, sembrar, tomar fotografías; habrá empresas de venta de maquinaria; tecnología veterinaria, semillas, raciones”, concluyó.
A toda esa variedad se suma el festejo por los 90 años de SAL; la Misa Criolla, espectáculos musicales; una muestra de fotos de campo natural; charlas, entre ellas una sobre negocios con asesoramiento fiscal.
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