El titular de Alpino comentó la situación de los cultivos de verano e invierno, los altos costos de los fertilizantes, el seguro de rendimiento y los cambios positivos del Banco República. En entrevista con La Mañana se refirió también a que las existencias de trigo “están justas” y en el caso de importar trigo “los molinos podrán hacer su valor agregado”, que es moler trigo para vender harina.
En el departamento de Soriano se encuentra Alpino, una empresa familiar fundada en la década del 90 por los hermanos Pino cuyos rubros más importantes son la comercialización de insumos (fertilizantes, agroquímicos y semillas) para la producción agrícola, y la compra venta de granos.
Alberto Pino, director de Alpino, dijo que cuando se analiza la situación de los fertilizantes “hay dos temas que se deben considerar, uno es el de los precios y el otro la disposición del producto en el mercado”. Sobre este último no ha habido problemas, siempre se cumplió con “el abastecimiento y con la entrega al productor”.
Los precios tienen una complejidad que se explica por la guerra en el este europeo, lo que los llevó al alza “con subas en el nitrógeno más que en el fósforo, subas muy bruscas pero luego tuvieron una pequeña baja y estabilidad”. En ese escenario “también el precio de los granos subió, pero la incidencia de los insumos lo hizo con más fuerza”, y eso es importante entenderlo porque se habla de la soja a 600 dólares pero no de cuánto hay que invertir en los fertilizantes.
Esa consideración “nos lleva a dos temas que son el margen y el riesgo. El margen es un poco menor a como arrancó la presupuestación de la zafra anterior”, explicó, el tema está en el riesgo que “es alto” porque la agricultura “se hace a la intemperie y ahora con precios de insumos altos”.
Una herramienta para evitar ese riesgo y que Alpino aplica “es el seguro de rendimiento del Banco de Seguros del Estado (BSE) para cultivos de invierno como de verano. Para nosotros (el seguro) es un insumo más y es una buena herramienta para crecer y dar tranquilidad porque si andás mal tenés el seguro de rendimiento” que te cubre, subrayó.
La zafra de verano y de invierno
En cuanto a la zafra de verano e invierno, Pino dijo que “la de verano no ha terminado porque hay un área importante de maíz de segunda por levantarse”. La que sí terminó fue la zafra de soja que “fue buena en kilos y precios, pero con rendimientos muy dispares de acuerdo a la zona” que se analice.
“En nuestra zona de influencia se dieron rendimientos mejores en campos de menos calidad”, eso se debió a temas climáticos que “emparejaron” los rindes. De igual manera el año sojero desde el punto de vista de los kilos cosechados fue “muy bueno”, pero hay que tener en cuenta los costos para poder medir a cabalidad el negocio.
El maíz de primera “tuvo rendimientos regulares”, ahora “se espera por el de segunda” sobre el cual “se habla de rendimientos muy buenos” capaces de “cubrir la pérdida del maíz de primera y dejar algún pequeño margen”.
Los cultivos de invierno “arrancaron muy bien, se pudo hacer buena siembra y en fecha”.
Sobre la colza dijo que “en el litoral se está dando un cambio en el mapa agrícola de invierno”, ese es un cultivo que está “creciendo al punto de que este año podría ser el principal medido en área, con el trigo muy cerquita y la cebada un poco abajo”.
Los costos para los cultivos de invierno
Consultado Pino sobre los costos que presentan los cultivos de invierno, dijo que “el trigo y la cebada, para campos muy buenos con rentas más altas”, la producción debería ser de “entre 3.500 y 4.000 kilos. La diferencia de kilos es porque el trigo no tiene la fluidez de la cebada. La cebada puede tener un cierre mucho más directo con el mercado de Chicago, los trigos en cambio son más regionales y no tienen tanta fluidez de venta, pero se arranca con un costo de equilibrio importante”.
Si el costo y la renta por hectárea llega a los US$ 1.200 “es un riesgo importante y por eso tiene tanta relevancia el seguro de rendimiento” ya mencionado, porque “si el clima no ayuda, perder ese monto no va a ser fácil remontarlo”.
Consultado sobre la incidencia del riego en la zona de Soriano, dijo que es una herramienta que “va creciendo”, pero cuando ese crecimiento se lleva y compara con la cantidad de hectáreas de secano que tiene la producción, “la proporción es muy pequeña”.
“El riego es como tener un seguro, pero necesita una inversión importante porque tiene que tener cerca un río o un arroyo, necesita una represa, todo eso es inversión. Además de inversión requiere una planificación adecuada porque puede haber un curso de agua y hay que ver que ya no tenga tomas”.
El agua es un bien necesario y preciado, pero hay que poner inteligencia en su manejo y las inversiones que se hagan deben ser las correctas, reflexionó.
Preocupan los bajos stock de trigo
Pino señaló que las existencias de trigo “están justas” y “si en los próximos dos meses se exporta algún otro barco es muy posible que se tenga que importar de la región”. En el caso de importar trigo “los molinos podrán hacer su valor agregado”, en cambio si lo que se importa es harina, “los molinos no trabajarían y por tanto verían perjudicado su negocio que es moler trigo para vender harina”. Además “si se importa harina puede haber varios importadores que quitarían margen, de todas maneras si faltara trigo no creo que sea por mucho tiempo”, estimó.
Por otra parte aclaró que las declaraciones de existencia son de acopiadores industriales y productores con más de mil toneladas: “Hay muchos bolsones de productores de menos de mil toneladas y en el total conforman un volumen que incide” en el total almacenado en el país.
“Veo un BROU con mayor presencia en el sector”
Alberto Pino dijo que la empresa que dirige trabaja tanto con la banca privada como con el BROU, y si compara el banco estatal de ahora con el de hace dos o tres años lo ve “mejor posicionado, más ágil y con mayor presencia en el sector rural que hace 2 o 3 años”.
“Veo un BROU con otra impronta, con agilidad, tomando decisiones, competitivo en tasas, y eso me deja muy conforme”, subrayó, porque que un banco estatal sea capaz de ofrecer lo que el productor necesita le da “la posibilidad de competir palmo a palmo y con eficiencia con la banca privada”.
Destacó el rol del BROU y el apoyo que recibe el sector. Incluso para ganadería es un aliado relevante: “En el litoral hay una sinergia entre granos y carne muy fuerte con gran presencia de encierro donde se necesita de mucho capital de giro hasta llegar al animal terminado y vendido”, en eso el banco está cumpliendo su rol con “mucha agilidad porque pasó de ser un banco grande y lento a ser un poquito menos grande pero rápido”.
Las empresas agropecuarias “necesitan del apoyo de la banca oficial como de la privada para seguir produciendo y a los costos de producción altos que hay hoy. En la ganadería basta con ver el precio del maíz para engordar un novillo”, indicó.
TE PUEDE INTERESAR