La lechería atravesó durante el año 2019 un momento de repunte a nivel económico tras varios años de constante crisis, que trajo aparejada una caída importante de la actividad, con cierre de tambos y un fuerte y creciente endeudamiento del sector.
Sobre este escenario, y las perspectivas para el reluciente 2020, La Mañana dialogó con Walter Frisch, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) y reconocido ingeniero agrónomo del litoral sur del país.
¿Se puede decir que el 2019 fue un año bisagra para la lechería a nivel económico?
Si tomamos en cuenta que realmente hubo cinco aumentos del precio de la leche a partir de marzo en adelante, en donde se llegó a un aumento de más del 15% y sacamos la inflación, realmente subió, pero no acompañó de todas maneras el aumento de los costos. Sí subió el precio que con respecto al ejercicio 2018, donde no había subido, por lo que si se mira desde ese punto de vista, es un año bisagra.
Pero a nivel de resultados lamentablemente no, porque fue un record de cierres de tambos, ya que en ese año cerraron 116 empresas lecheras, y esto para nosotros es una gran pérdida, pero tal vez haya un cambio evidentemente en lo que es el valor de leche, que tras esos 5 aumentos hay una perspectiva de que se pueda llegar a lucir un poco más el aumento del precio de la leche a nivel internacional con respecto al ejercicio anterior y también al tipo de cambio para que se valorice más la leche.
“Fue un record de cierres de tambos, ya que en ese año cerraron 116 empresas lecheras”
¿Esperan que con este escenario sea menor la cantidad de tambos que cierran?
Si, esperamos que sea menor ya que el escenario en números tiene mejoras, y a nivel internacional también es favorable, ya que estamos hablando de 20% de incremento de precios, por lo que pensamos que vamos a tener un cambio y que la industria tiene que capitalizarlo.
¿Qué aspectos resalta de ese año que terminó?
De este año vemos como positivo el reconocimiento que hizo el Poder Ejecutivo de la pérdida de valor del precio de la leche tarifada (leche para el consumo interno), que fue un largo proceso de casi 8 meses. Los tamberos pudimos capitalizarlo, llámese precio que recibimos o la herramienta financiera que fue un crédito que se pudo conseguir en pesos y a un bajo costo relativamente con respecto al nivel de créditos que hay acá en Uruguay.
¿Cómo se presentan para delante, principalmente a nivel gremial para el año 2020?
Contamos con la presencia del futuro ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) Carlos María Uriarte en nuestro el brindis de fin de año, quien nos invitó a trabajar juntos desde ahora, con todas las gremiales a nivel nacional y eso me parece una buena perspectiva. Esto habla a las buenas, desde el punto de vista del Poder Ejecutivo, que nos ven a las gremiales lecheras unidas trabajando en conjunto en estos temas y con muy buena participación.
“Vemos dificultades en la industria que no podemos reflejar en el precio de la leche”
¿Cómo ven la relación del sindicato y Conaprole?
A esa relación la seguimos de cerca, aunque acaban de terminar un acuerdo dónde la Dirección de Conaprole siguió la misma postura que nosotros, ya que la decisión de ellos era cerrar la planta de San Carlos (departamento de Maldonado) y ser firme en la postura, lo que así fue, por lo que la planta se va a cerrar. Habrá una reducción de los trabajadores, ya que la mitad del personal se va retiro y el resto de la gente va a otras funciones, porque se va a quedar como centro de distribución y no va a haber producción que era la mayor pérdida que había. Entendemos que las cosas están en buen relacionamiento pero pueden haber cambios. Nos enteramos de algunas medidas, como el anuncio de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), en donde plantean un paro general y medidas en algunas plantas, pero más allá de eso hubo un acuerdo bueno entre la cooperativa y el sindicato.
¿Esperan cobrar la deuda de Venezuela con Conaprole?
Sobre esto, lo que nosotros estamos tratando de ver es a nivel interno con el Estado uruguayo, siendo que fue ideólogo y garante de esta operación, estamos pidiendo medidas paliativas que ellos podrían asumir y esperar más años a que se resuelva la situación. Estamos buscando alguna fórmula en la cual nosotros financieramente podamos salir de esto, porque es un dinero que se adeuda a los productores y que la empresa Conaprole le debe al Estado y por lo tanto vamos a tener que salir por una vía de negociación.
Tenemos esperanza de que se llegue a buen puerto porque desde el gobierno que asume, escuchamos a legisladores del mismo partido manifestar que las soluciones eran relativamente fáciles y posibles, por tanto tenemos fundadas razones para pensar que tal vez se puede encontrar alguna solución.