El novillo gordo de exportación volvió a la senda por debajo de los cuatro dólares. La presión parece dar resultados
La semana pasada, del 8 al 14 de agosto (N° 37), el precio del novillo gordo, de exportación especial, tuvo una caída en el valor posicionándose en los US$ 3,97, volviendo por debajo de los US$ 4 luego de haberse mantenido a ese valor o por encima desde la semana 33 (11 al 17 de agosto), según datos de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG).
José Rubio, integrante del Directorio de esa institución, comentó este lunes 16 que en la semana 37 hubo “presión” por parte de la industria para que el precio bajara: “La industria siguió presionando sobre el ajuste a la baja”.
Describió que “hubo pocos negocios en los valores de la semana anterior, y sobre fines de la semana alguna industria volvió a precios anteriores para hacerse de animales para faena”.
Esos animales de faena fueron mayoritariamente novillos (casi el 55%), lo que pone en relieve el rol jugado por los corrales.
La caída del precio del novillo gordo, de exportación y especial por debajo de los US$ 4 se de luego de un proceso ascendente que mirado a mediano plazo comienza en la semana 27 (del 1° al 6 de julio), y aunque el proceso de subas se registra de antes, es en julio donde inicia el proceso para romper el techo de los cuatro dólares.
A la semana siguiente (del 7 al 13 de julio, N° 28), la suba es hasta US$ 3,94, con el comentario que también es una explicación de lo que estaba sucediendo: “Se acentúa la disparidad en valores y cargas entre plantas. Continúa la baja oferta de ganados de calidad. Mercado firme”.
Al comenzar la faena de la cuota 481 (semana 29, 17 al 20 de julio), el precio se mantiene incambiado en US$ 3,94, y así continua las dos semanas siguientes (30 y 31) por una “demanda que no logró concretar los negocios en los valores propuestos”, fue una de las observaciones de la ACG.
Quebrada esa estabilidad de los 3,94, en agosto el novillo gordo volvió a subir y de allí nada lo detendría, posicionándose en US$ 3,96 (semana 32, del 4 al 10 de agosto); y el ganado a corral permaneciendo con alta incidencia en la faena.
La semana siguiente, del 11 al 17 de agosto, (N° 33) se caracterizó por un mercado “ágil y de mandado”, lo que en materia de valores significó una nueva suba alcanzando los US$ 4,00.
Del 18 al 24 de agosto (N° 34), la firmeza del mercado volvió a empujar el precio que subió a US$ 4,05, donde se mantuvo en la última semana de agosto (N° 35). “Mercado que se mantuvo estable hasta la nueva propuesta de valores disruptiva de la demanda”, apuntaba entonces la ACG, que agregó la recomendación de consultar al consignatario.
Agosto finalizó con una “nueva posición disruptiva de la industria”.
El lunes 2 de setiembre y en relación a lo ocurrido en la semana 35 (25 al 31 de agosto), Otto Fernández Nystrom comentó que “la semana comenzó con valores y un mercado bastante fluido”, pero “al término de la semana, frente a una nueva posición de la industria, disruptiva en cuando a valores, tuvimos una pausa en los negocios porque la oferta no convalidó los precios que propuso la industria”.
La primera semana de setiembre (N° 36, del 1 al 7) el mercado fue distorsionado por medidas gremiales, bajó la faena y se concretaron pocos negocios. Esos factores se sumaron a la presión a la baja de la industria y el precio del novillo no soportó y acabó cediendo, retrocediendo a US$ 4,02.
La última semana (37, del 8 al 14 de setiembre) aumentó la faena con mucho ganado de corral y bajo número de negocios por la propuesta de valores; valores que retomaron la tendencia de la semana previa acumulando la segunda caída consecutiva luego del pico (US$ 4,05), cerrando a US$ 3,97.
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