La inversión en tecnología forma parte de la estrategia de crecimiento de Arrozal 33. En comunicación con La Mañana, su gerente financiero, Leonardo Basso, destacó la política vanguardista de invertir e incorporar conocimiento de la compañía, así como el vínculo con los colegas.
Leonardo Basso, gerente financiero de Arrozal 33, se sumó a la empresa hace veinte años. Si bien es oriundo del litoral del país, trabaja en las oficinas que la compañía dispone en Montevideo. En conversación con La Mañana, admitió vivir este aniversario con mucho entusiasmo. “La gente que conforma Arrozal 33 son personas que están ligadas a la actividad hace mucho tiempo. Es un personal muy calificado y con mucho amor por la empresa”, destacó.
No obstante el valor de lo histórico, no quiere decir que no se valore el futuro. Respecto a ello, Basso mencionó que con motivo de esta celebración han realizado jornadas técnicas para la parte del cultivo, se capacitaron cincuenta operarios tractoristas y mecanicistas junto a la empresa Interagrovial, y se llevaron a cabo jornadas con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), que calificó como “muy valiosas”.
Adelantó, además, que están previendo realizar una fiesta de fin de cosecha, en la que se celebrará la incorporación de nueva maquinaria. “En esta última semana se incorporaron cuatro tractores de primera generación, más una cosechadora”, informó el gerente financiero. Estas acciones, que figuran como una apuesta al sector orientada a la mejora de la productividad, tienen un hilo conductor en cuanto al ADN de la empresa que, a pesar de los cambios en los accionistas, continúa manteniendo su esencia. “Más allá de los cambios en el tiempo, siempre hubo una política vanguardista de invertir e incorporar conocimiento, el que a la vez es compartido con los colegas. El sector arrocero es muy unido e integrado, y siempre se está generando conocimiento y contactos con un fin común: generar exportaciones para nuestro país”, sostuvo Basso.
Respecto a los desafíos y nuevas metas, el directivo mencionó que actualmente se encuentran en un proceso de certificación de buenas prácticas agrícolas y de optimización del uso de energía. En este sentido, explicó que desde hace más de treinta años una parte importante de la energía de la empresa es generada a través de la cáscara del arroz en el proceso de secado.
Algunos números
Arrozal 33 genera unos veinticinco millones de dólares por año de facturación. En las últimas tres zafras ha invertido cerca de seis millones de dólares gracias a los rendimientos de los últimos cuatro años, lo que ha impulsado una inversión en el parque de maquinaria. Actualmente, la empresa cuenta con setenta tractores, veinte cosechadoras y quince sembradoras.
“La incorporación de tecnología, tanto en maquinaria o en tecnología de las semillas, así como la integración con el INIA, con el que se han generado históricamente ruedas de trabajo técnico-profesional, le han dado un rédito importante al país”, destacó Basso. En estos ámbitos, mencionó, los participantes se orientaron a realizar algunas líneas de acción para trabajar en el futuro, con el objetivo de revisar los procedimientos, los tipos de semillas, los suelos y la fertilización para seguir potenciando el sector. “Desde nuestro lugar, tenemos dos campos de acción: aumentar la productividad proyectada y ser eficientes en cuanto a costos”, comentó.
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