“Hemos tenido una zafra histórica”, así definió Gerónimo Brea del escritorio Juan Brea Saravia, cuando fue consultado sobre cómo observó su desarrollo.
En declaraciones a La Mañana el rematador Gerónimo Brea dijo que este año la zafta de toros “fue de menos a más, y cuando empezaron a aparecer las cabañas más representativas o las más conocidas a nivel país y vimos los promedios que estaban haciendo, nos dimos cuenta de que iba a ser una muy buena zafra”.
“La conclusión es que van a faltar toros porque la demanda superará la oferta”, estimó en base a la manera en que se desarrollan los remates, “con venta de toda la oferta y de forma muy fluida, con las razas golpeando fuerte y promedios espectaculares”.
Además, “personalmente veo que los remates son muy parejos, con los primeros bretes que son los toros más destacados a buenos valores, pero a medida que el remate pasa tampoco hay una baja” considerable.
Sobre las cabañas nuevas, Brea expresó que “cada vez hay más ofertas de toros y aparecen nuevas cabañas que se van armando de a poco. Esas cabañas más nuevas tienen alguna dificultad para vender o llegar al promedio de la zafra”. Pero eso no va en desmedro de ellas porque “las cabañas que ahora son las más reconocidas también habrán tenido su momento de comenzar y les habrá costado más, aunque hoy ya hayan superado esa etapa y tengan un prestigio tal que nos representan en el país y en el mundo. Esa realidad también forma parte de la zafra”.
Asimismo, “por ser nueva no quiere decir que la cabaña no tenga buen material. Uruguay tiene una carga genética que se puede adquirir” y que se va incorporando, pero “hay que entender que los productores cuando van a adquirir genética no solo lo hacen por los datos, sino porque comercialmente también se paga la chapa de las cabañas”, y dentro de las diferentes razas se puede comprar muy buenos toros en una cabaña no muy conocida, pero cuando después se va a vender reposición con esa genética, puede pasar que sea espectacular pero no conocida”, y eso incide en el mercado, razonó.
También sucede lo contrario: “Quizás pase que el productor no compre el mejor toro que en una cabaña reconocida, pero como tiene trayectoria, comercialmente esa genética tiene una retribución”, explicó.
Ese un comportamiento normal del comprador que valora “la trayectoria, lo mismo pasa si vas a comprar un buzo o championes”, la marca pesa.
De todas formas, esa diferencia en el precio es positiva para el productor que quiere un buen toro, pero no tiene la capacidad de pagar por lo más caro: “Los toros más baratos, aunque tengan muy buena genética, les dan la oportunidad a los productores para que puedan adquirir genética a valores más bajos, y está bien que eso pase”.
Una zafra dinámica
Sobre el adelantamiento de los remates, dijo que “es una realidad” sobre la que no tiene opinión formada si eso es bueno o malo, “pero rematadores con más experiencia dicen que cuando eso pasa puede ser negativo porque al final de la zafra hay gente que sale a buscar toros y se encuentra con que la oferta ya está desparramada. Lo que sí puedo decir es que cabañeros y productores sí están apurando para sacar los remates lo más rápido posible y no quedar para atrás”.
TE PUEDE INTERESAR: