La ing. agr. María Methol, asesora en seguros agropecuarios de la Oficina de Planificación y Política Agropecuaria (Opypa) del MGAP también participó del ciclo “Agroproyección 2021: Trigo, cebada, colza: el desafío de otra zafra exitosa”
Consultada por La Mañana dijo que, al parecer, el cambio climático está afectando la variabilidad de lluvias y “en los últimos años vemos que hay más eventos de sequía y de exceso de precipitaciones”. Estos eventos son de carácter sistémico ya que cuando ocurren afectan a extensas áreas y por tanto a muchos productores a la vez en la zafra, generando pérdidas muy importantes a nivel agregado.
Respecto a la penetración de los seguros en la superficie sembrada, dijo que el 70% del área sembrada de nuestro país está asegurada, principalmente con seguros contra granizo. Menor es la presencia de los seguros de rendimiento.
Si bien el granizo es un riesgo que ocurre de forma más frecuente que las sequias o excesos hídricos, afecta a los productores de forma más dispersa, más “puntual” y por tanto las pérdidas agregadas son menores y en consecuencia los seguros de granizo presentan un precio relativamente menor que los de rendimiento. Este tipo de seguros “cubren un nivel de rendimiento dado, normalmente entre el 60 y 70% del rendimiento promedio del productor, por casi todos los riesgos que afectan a los cultivos de secano”, entre los que se incluyen “los de déficit y exceso hídrico, que en general no son incluidos en los seguros de granizo”. Esto hace que el riesgo a cubrir sea mayor, y por tanto, también el precio de este tipo de seguro respecto a los de granizo.
Algunas aseguradoras incluyen el riesgo de exceso hídrico como adicional al seguro de granizo para los cultivos de invierno, “pero no son todas porque ha habido muchas pérdidas”, dijo. “En 2001 y 2002, en dos zafras de invierno seguidas hubo un importante problema de exceso hídrico, el Banco de Seguros lo cubría como un adicional al granizo y tuvo que sacar la cobertura por las enormes pérdidas que tuvo” en esos años, recordó Methol.
Agregó que el sector asegurador puede “sufrir muchas pérdidas en un año y necesita varias zafras en que los productores contraten esa misma cobertura para poder ir recuperándose de las pérdidas”.
Para los seguros de rendimiento se requiere contar con datos históricos de rendimientos y que cada chacra pueda establecer el monto de las pérdidas acumuladas en un determinado período de tiempo, para determinar el límite de la cobertura. Dicho de otra forma “cuentan con datos para calcular el nivel de cobertura y el costo de la prima”.
Brasil subsidia las primas de seguros
La ingeniera dijo que Argentina presenta una situación similar a la de Uruguay en cuanto a la oferta y la penetración de los seguros de granizo y de rendimiento, pero en el caso de Brasil “hay más oferta y contratación de seguro de rendimiento”, en parte porque ese país “tiene un programa de subsidio a la prima de seguros para facilitar el acceso de los productores; a su vez, para poder recibir el subsidio a la prima, se exige que los productores cumplan con prácticas de manejo recomendadas sobre qué cultivo y variedad sembrar en cada zona del país, así como las fechas adecuadas para reducir el riesgo de sequía y tener menos pérdidas. Es una política importante y bastante bien aplicada porque al productor no solo se le subsidia el seguro sino que se le exige que cumpla con prácticas de manejo recomendadas”.
Consultada sobre la posibilidad de traslado del sistema brasileño a Uruguay, consideró que podría ser, pero el subsidio es una decisión política y no técnica, y depende de la situación económica de cada país y las posibilidades de financiar este tipo de programas.
Generar información
Methol destacó que para tener un buen sistema de seguros es importante contar con información adecuada y en eso está trabajando el Ministerio.
“En Uruguay falta información de rendimientos por chacra para poder mejorar la estimación de los impactos de las variables climáticas en los rendimientos”, afirmó. Para corregir esa deficiencia “el MGAP está trabajando en generar datos por chacra que se van a cruzas con las variables de clima, el agua en el suelo, las precipitaciones y demás indicadores” y de esa forma poder mejorar la cobertura de seguro de rendimiento. Es importante que “se puedan cruzar datos de rendimientos y variables para evaluar el riesgo y tener primas más ajustadas a la realidad. Por eso, probablemente sean más baratas, porque al tener mala información las aseguradoras se exponen a malos cálculos y se cubren aumentando la prima”.
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