Uruguay avanza en la profundización de sus vínculos con China, pasando de la asociación estratégica de 2016 a la asociación estratégica integral. El ministro Mattos dijo que en las diferentes visitas de Uruguay a China se nota una relación de mayor confianza.
En el marco del constante desarrollo del intercambio entre nuestro país y el gigante asiático, en el que el sector agroindustrial mantiene un rol protagónico, la Cámara de Comercio Uruguay-China realizó un conversatorio con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos. La Mañana participó del evento, que tuvo lugar en la sala de conferencias de la Cámara Mercantil de Productos del País el miércoles 21 de febrero, con la moderación del doctor Ignacio Bartesaghi y con la presencia del presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China, Nicolás Potrie, empresarios, referentes del sector agropecuario nacional y del embajador de China en Uruguay, Huang Yazhong.
En la oportunidad, el ministro Fernando Mattos dijo que China tiene “una importancia estratégica” para Uruguay, y que eso se debe considerar más allá de los números que muestran el comportamiento comercial de los países: “En 2022 esos números fueron excepcionales, con casi siete mil millones de dólares en intercambio comercial; en 2023 se esperaba y se dio una caída hasta cerca de los cinco mil millones”. Este significa, de todas formas, “un desempeño muy importante, considerando varios factores, entre ellos la caída de la producción física” que sufrió Uruguay, “principalmente en el rubro agrícola” por “la mayor sequía en cien años” y que “afectó al comercio”, pero “aun así China sigue siendo nuestro principal socio comercial” y hay una perspectiva positiva muy importante.
Mattos destacó que entre ambos países hay “temas puntuales” que establecen un “camino de construcción de confianza” de China hacia Uruguay. Por ejemplo, en la apertura del mercado del mondongo, que es un producto con un valor “mucho más significativo que el monto que puede generar el comercio porque somos el tercer país habilitado, el primer país de Sudamérica y el primer país libre de aftosa con vacunación”, y eso “más allá del monto, es un aspecto de confianza que habla del proceso que se está dando desde hace bastante tiempo en el intercambio, que coloca a Uruguay como un país confiable”, apuntó.
Esa confianza se nota en las diferentes visitas que Uruguay ha realizado a China con las delegaciones del más alto nivel del gobierno.
China no está libre de dificultades, advirtió el ministro, con una reducción en su crecimiento económico, que de todas maneras implica muchos millones. Pero no es solo China, “estamos en un mundo complejo” y cuando eso pasa “las relaciones diplomáticas y la amistad entre los países son muy importantes” para fortalecer los lazos que “redundan en más posibilidades de comercio e inversiones, con emprendimientos conjuntos”.
Los empresarios deberían ir más a China
Bartesaghi consultó a Mattos sobre su reciente viaje a China, a lo que el ministro respondió que fue la primera vez que iba y lo primero que notó es “la proporcionalidad”. Allí hay “provincias con más de cien millones de habitantes”, con lo que eso significa si “cualquier proveedor chino nos pide algo”.
“Desde el ministerio podemos ayudar a abrir las puertas, pero invito a que los empresarios visiten más China, que la descubran, que vayan a las provincias, porque muchas veces uno se queda con la imagen del poder central, pero en las provincias las cosas se manejan de una forma más sencilla, más directa, hay oportunidad de negocios, y sus patrones de consumo son distintos”.
China también sabe la importancia de la seguridad alimentaria porque “diariamente debe alimentar a 1400 millones de habitantes, y siendo un gran productor agrícola –en muchos rubros es el mayor productor mundial– posee una gran dimensión de consumo”, observó Mattos.
El ministro comentó que “en los últimos treinta años” hubo una “masiva migración del medio rural, de un medio de subsistencia a un medio de consumo urbano”, que es “el gran motor de desarrollo de China”. Sin embargo, “eso a la larga no podía sostenerse” y hoy el país tiene “crecimientos menores” que en años anteriores, pero igualmente “son montos muy altos por la dimensión china y en comparación con la Unión Europea, que fue por debajo del uno por ciento. O sea que sigue habiendo enormes oportunidades”.
“Uruguay debe situarse según su proporción y ver dónde puede comercializar porque en su totalidad el mercado de China es inalcanzable” y hay muchos jugadores del concierto internacional que están mirando. “Por eso debemos diferenciarnos en estos canales: el de la confianza y la seriedad –el cumplimiento es una bandera de Uruguay–, y lo otro es apuntar a los productos de valor, especializados, porque nunca vamos a ser proveedores masivos”.
“Cuando Brasil golpea la puerta, va por el volumen porque es un gigante de producción”, y para nosotros “es difícil competir con esa magnitud, por eso debemos apuntar al mercado especializado, descubriendo cómo podemos adaptarnos a las provincias”. Para eso, “tenemos seriedad, sanidad, prestigio y credibilidad que otros países no pueden demostrar, y el gobierno va a poyar toda iniciativa”.
El futuro está en la biotecnología
Otro de los temas abordado por el ministro Mattos fue la sostenibilidad de los recursos naturales y los sistemas productivos, con lo cual “todos estamos de acuerdo”, dijo. “También es cierto que tenemos un aumento de la población mundial que en las próximas dos décadas y media significará más del veinticinco por ciento de crecimiento; pero la demanda de alimento se calcula que será casi un cincuenta por ciento mayor, porque el crecimiento económico va generando la globalización de los hábitos de consumo y eso hace que las personas pretendan consumir otras cosas. Eso es una enorme corriente de demanda de alimentos que vemos como muy positivo”, explicó.
El desafío es “equilibrar cómo producir cincuenta por ciento más con los mismos recursos naturales” y “la única manera de producir más sin dañar los recursos naturales es investigando y agregando más en biotecnología”.
“La seguridad alimentaria y el cuidado de los recursos naturales van a exigir que esos umbrales de productividad aumenten a través de la biotecnología, como la edición génica”, una herramienta que implica la “intervención sin la discusión ética de introducir un factor externo al individuo intervenido. Es como una mutación dirigida para mejorar la calidad del producto, su resistencia a alguna enfermedad o combatir una determinada plaga. Por eso no me van a exigir que aplique más químicos ni más fertilizantes, que siempre tienen alguna afectación. Ese es un tema que el mundo tiene que discutir y no comprar las falsas versiones que muestran a la producción agropecuaria como responsable del cambio climático”, sentenció el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Potrie: de asociación estratégica a asociación estratégica integral
Nicolás Potrie, presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China, dijo a La Mañana que la visita de la delegación uruguaya a China realizada a fines del año pasado involucró a más de cincuenta empresarios de distintos sectores, entre los cuales “el agroindustrial tenía un rol protagónico, y por eso el primer encuentro se hizo en la Cámara de Mercantil de Productos del País, con la idea de hacer una puesta a punto del viaje y hacer hincapié en lo logrado”.
Lo que se logró es que “el gobierno chino nos diera esa asociación estratégica integral, que es un paso más respecto a la asociación estratégica de 2016, y empezar a bajar a tierra los veinticuatro acuerdos que se hicieron, la mayoría del rubro agropecuario”. A eso se agrega “la posibilidad del tratado bilateral de libre comercio, que todavía sigue viva a pesar de los problemas internos del Mercosur”.
El embajador de Uruguay en China, Fernando Lugris, envió un mensaje grabado, como su homólogo chino, Huang Yazhong, del que Potrie destaca que se “resaltó las virtudes de la relación bilateral entre los dos países, la cooperación y la profundización de la relación. El vínculo es promisorio, porque el gobierno de China está planteando que en once años cuatrocientos millones más de habitantes chinos van a ser de clase media y van a consumir más. Por lo tanto, nosotros como productores de alimentos tendremos esa demanda de alimentos por parte de esa clase media que necesitará más proteína, más lácteos. La soja va a seguir siendo el motor”.
“China sigue siendo nuestro principal socio comercial en bienes, a pesar de la bajada del año pasado”, con “todo lo que hay para explorar en servicios e importaciones, porque son 150 las empresas uruguayas que exportan a China, pero cinco mil las que importan. China está en la vanguardia de la tecnología: teléfonos celulares, autos eléctricos, maquinaria”.
Por otra parte, China también apunta a la inocuidad en los alimentos y el cuidado ambiental. Por ejemplo, “en ciudades como Shanghái o Beijing, con treinta millones de habitantes, la mitad de los autos son eléctricos”, comentó.
Potrie destacó que somos solo tres millones, pero “podemos dar de comer a muchos millones, y para eso tenemos que mejorar en tecnología, mejorar en productividad, como dijo el ministro Mattos, tenemos que cargar el bolso e ir a China porque hay un gran desconocimiento por parte de los uruguayos. Tenemos que ir a las ferias, a los encuentros, apoyarnos en las cámaras, en las asociaciones”.
Desde el Gobierno de China “se ayuda mucho a través de becas y de eventos, y este año van a venir varias delegaciones, porque luego del covid tomaron un impulso grande”, finalizó.
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