La enfermedad pone en peligro la seguridad alimentaria mundial y los medios de subsistencia de quienes dependen de la avicultura.
En la tarde del martes 14 de febrero Uruguay confirmó el primer caso de influenza aviar en Rocha, tratándose de un ave silvestre. Corresponde ahora aislar el ave afectada para que la enfermedad se limite al menor número de casos posible.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, desde la Dirección de Servicios Ganaderos, ha advertido desde hace meses sobre los cuidados que se deben tener ante casos como estos.
La enfermedad afecta a aves silvestres residentes y migratorias, aves de traspatio y comerciales, es causada por un virus de alta difusión entre las aves y genera grandes pérdidas en la industria avícola, obligando al sacrificio de los animales.
No representa riesgo para la salud pública, tampoco el consumo de carne de ave ni de huevos, aunque desde la Organización Mundial de Sanidad Animal se hicieron consideraciones sobre el extremar cuidados.
Preocupación en la comunidad internacional
El lunes 13 de febrero la Organización Mundial de Sanidad Animal publicó en su página web que la gripe aviar “ha suscitado preocupación en la comunidad internacional” y que “desde octubre de 2021” se han ido notificando casos en todo el mundo “en un número sin precedentes” con “brotes en varias regiones”, y “alcanzado nuevas zonas geográficas”. Esa expansión tuvo “efectos devastadores en la salud y el bienestar de los animales”.
Además, “la enfermedad pone en peligro la seguridad alimentaria mundial y los medios de subsistencia de quienes dependen de la avicultura”.
Se advierte por parte de la Organización que es “alarmante” el número “de muertes de aves silvestres”; asimismo ha habido afectación en “otros animales salvajes, incluidos los mamíferos marinos y terrestres”.
Es que “ocasionalmente” puede haber “transmisión de la enfermedad a los mamíferos, incluidos los humanos”, al punto de que es “creciente” el número de “casos de gripe aviar H5N1 en varios mamíferos, tanto terrestres como acuáticos, causando morbilidad y mortalidad. Esto provoca una creciente preocupación por la amenaza para la salud de los animales domésticos y salvajes, la biodiversidad y, potencialmente, para la salud pública”.
Por otra parte, señala que esa situación de contagio “pone de relieve el riesgo de que la gripe aviar H5N1 se adapte mejor a los mamíferos y se extienda a los seres humanos y otros animales”.
La complejidad es aún mayor: “Algunos mamíferos, como los visones, pueden actuar como recipientes de mezcla para diferentes virus de la gripe, lo que lleva a la aparición de nuevas cepas y subtipos que podrían ser más perjudiciales para los animales y/o los seres humanos”.
La Organización Mundial de Sanidad Animal asegura que está “monitoreando de cerca la situación para evaluar los riesgos para los animales y los humanos”.
No tomar contacto con casos sospechosos
Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca se ha recomendado que en caso de estar ante un ave enferma, no se debe tomar contacto directo y usar protección personal como lentes, guantes, tapabocas, mamelucos y calzados adecuados. Además, se debe comunicar a las Oficinas Zonales y Locales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca más cercano o al correo electrónico [email protected]
Son casos sospechosos lo que presente sintomatología compatible con la enfermedad en aves silvestres, de traspatio o comerciales, como edema en la cabeza (cabeza hinchada); plumaje erizado; diarrea; muerte súbita o rápida; dificultades respiratorias, signos nerviosos como falta de coordinación, temblores, movimientos oculares y de cabeza, parálisis, convulsiones; disminución brusca de la postura, o huevos deformes con cáscara blanda o delgada; o color azulado o hemorragia de crestas, barbillas y patas.
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