Este año en la Expo Prado se presenta un espacio del Estado mexicano de Aguascalientes que comparte con el gobierno de Canelones. En ese contexto, La Mañana habló con el embajador de México en Uruguay, Víctor Manuel Barceló, quien reflexionó acerca de las posibilidades de fortalecimiento de las relaciones bilaterales y destacó la importancia de esta feria para mostrar el crecimiento del sector agropecuario uruguayo.
¿Cuáles son las oportunidades para fortalecer el vínculo entre México y Uruguay?
Nos encontramos en un momento muy positivo en la relación bilateral: en noviembre cumplimos 20 años de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC). En ese sentido, una de las formas de fortalecer la relación es continuar incrementando los intercambios comerciales, con la inclusión de nuevos sectores.
En paralelo, en el ámbito de cooperación encontramos oportunidades muy interesantes que incluyen proyectos conjuntos en materia vitivinícola y ecoturística, así como acuerdos de hermanamiento centrados en el desarrollo económico y la promoción turística. El Fondo Conjunto México-Uruguay ha sido una palanca de coordinación que continuará acercando a nuestros países mediante proyectos que beneficien directamente a nuestras sociedades.
¿Qué posibilidades de cooperación y negocios pueden surgir?
La expansión del rango de bienes y servicios que intercambiamos bajo el amparo del TLC es un desafío para ambas partes. A lo largo del tiempo se han implementado tres protocolos modificatorios con el objetivo de ampliar y mejorar su alcance. El más reciente, firmado en 2020, incluye principios generales que rigen el comercio de servicios, así como reglas para la inversión en áreas como las comunicaciones, transporte y energía. Este ya fue ratificado por México.
Asimismo, si bien ciertas categorías de bienes han demostrado históricamente un desempeño sobresaliente, como el arroz y los concentrados de bebidas en el caso de Uruguay, y los automóviles y bienes manufacturados en el caso de México, se vislumbran oportunidades en otros sectores. Uruguay, por ejemplo, podría expandir su presencia en las exportaciones de software y servicios informáticos, mientras que México podría fortalecer su participación en la exportación de bienes manufacturados, bebidas y alimentos.
Las áreas relacionadas con la economía 4.0 presentan oportunidades emocionantes para el comercio bilateral. Aunque actualmente su intercambio es incipiente, existe un gran potencial para su crecimiento. Uruguay ha avanzado notablemente en la descarbonización y ha realizado inversiones significativas en combustibles y energías verdes. Paralelamente, gracias al fenómeno del nearshoring, México ha atraído considerables inversiones en la producción de automóviles eléctricos. No se debe descartar que en el futuro puedan establecerse flujos comerciales bilaterales sólidos en estos sectores.
¿Dónde radica la importancia de las relaciones bilaterales?
México y Uruguay poseen una sólida amistad, que se respalda en una larga historia de intercambios de todo tipo y que este año cumplió 122 años. La relación bilateral se ha caracterizado por un excelente nivel de entendimiento y existen muchas prioridades compartidas por ambos países, como el compromiso con la democracia, los derechos humanos y la apertura al mundo. Esto último se refleja en las redes comerciales que hemos tejido a lo largo del tiempo. México actualmente tiene 14 TLC con 50 países y negocia otros tres más, con Ecuador, Reino Unido y Corea del Sur. Uruguay comparte una vocación internacional similar, que lo ha llevado a buscar acuerdos nuevos o a explorar su adhesión a los ya existentes, como el Tratado Transpacífico, del que México no solo es miembro, sino que fue uno de los primeros países en ratificarlo. Estamos seguros de que seguiremos fortaleciendo nuestros lazos.
Uruguay es un país agroexportador y esta es una oportunidad para mostrar determinados productos, innovaciones y avances tecnológicos en el sector. ¿Qué lectura hace al respecto?
Uruguay se ha consolidado como un proveedor confiable de bienes primarios y alimentos de alta calidad para México. Eventos como este nos dan una mirada más amplia de cómo el sector agropecuario sigue creciendo y cómo las diversas innovaciones en este segmento productivo benefician la capacidad productiva de Uruguay, que es un socio muy importante en la región para nosotros.
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