Uruguay ha crecido en área de maíz, pero la chicharrita es un tema de preocupación entre productores y, mientras avanzan las investigaciones sobre su comportamiento, los técnicos ofrecen opciones de manejo y las empresas de semillas con tecnologías más adecuadas.
Con esta zafra se puede esperar un buen año para el maíz, en un marco de preocupación por parte de los productores debido a la chicharrita del maíz, que se presentó de forma agresiva causando pérdidas importantes y llegando incluso al sur del país, cosa que antes no sucedía.
El Ing. Agr. Pablo Leiva, responsable de desarrollo de Yalfin SA, empresa uruguaya fundada en 1980 y dirigida por dos generaciones de la misma familia, dedicada a la comercialización de semillas, con el maíz como fuerte, comentó a La Mañana que hay genética y manejo que se puede hacer para disminuir pérdidas. Cabe agregar que Yalfin SA, además de maíz también trabaja son soja, sorgo, colza y girasol, que está regresando al país; e insumos diferentes. Sus oficinas centrales y el depósito están ubicado en Montevideo, con presencia en el interior del país, y se desempeña como distribuidora oficial de semillas Syngenta NK.
Al comenzar agosto, Yalfin está dedicada al lanzamiento de la zafra del maíz. “Recién comenzamos a comercializar la semilla, ya que la siembra de primera comienza en los meses de setiembre y octubre”, explicó.
La actividad con el maíz “es importante”, en especial el maíz de Syngenta, “que es una compañía que está muy avanzada en la genética de los cultivos”, produciendo “maíces que se han adaptado muy bien a Uruguay, además de que se usan en todo el mundo”. “En Uruguay expresan una gran estabilidad y alto rendimientos”, comentó, lo que se añade a “las buenas tecnologías que se emplean” en viptera 3 como “control de las principales plagas”.
Respecto a la chicharrita del maíz que tanto preocupa a los productores, Leiva dijo: “Es una plaga relativamente nueva para nosotros, pero ya se conocía porque en Brasil o el norte de Argentina hay zonas donde aparece todos los años con mayor o menor fuerza, pero en Uruguay nunca nos pasó en el nivel que tenemos ahora”. Aunque “nos tomó por sorpresa”, ya se están dando respuestas para evitar los daños tanto como sea posible: “Pusimos el foco en la chicharrita para disminuir el impacto que tuvo” en la última zafra. “La primera vez que vimos a la chicharrita fue en 2021 en el norte de Uruguay, en los departamentos de Paysandú y Salto, por supuesto que en menores niveles que ahora, pero este año afectó fuerte en el norte y sobre todo en los maíces de segunda, con una evolución hacia el sur. En el norte produjo pérdidas importantes, y más leve al sur del río Negro”, no obstante, “todo perjuicio es importante”.
Sobre otros temas sanitarios del maíz, dijo que “no hay mayores problemas” porque están bajo “control”, aunque hay enfermedades y plagas “a las que estar atentos con el uso de la genética y el manejo que hace el productor a nivel de chacra”.
La incidencia de la chicharrita y el clima
Aquellos productores que aún no se han decidido por plantar maíz o analizan qué área o volumen dedicarle, “aún están a tiempo porque no ha empezado la siembra de primera, que se hace a partir del próximo mes; para la siembra de segunda hay más tiempo aún, porque se hace sobre cultivos de invierno”. La ventaja sanitaria del maíz de primera es que en él la chicharrita tiene menos condiciones favorables.
El Ing. Leiva señaló que “en el manejo para el control de la plaga hay varias cosas para hacer”; también “hay incertidumbre en técnicos, productores y las empresas”, así y todo “creemos que los maíces de primera no tendrían un daño importante y la siembra temprana sería una forma de escapar al aumento poblacional del insecto, si es que se repite este año, algo que nadie sabe si va a suceder”. La buena noticia sobre esta plaga es que los primeros 15 días de julio se dieron temperaturas mínimas muy por debajo de 0 grados con formaciones de heladas consecutivas, lo que logra disminuir la población del insecto en Uruguay y la región.
Lo que puede haber es una disminución del área. “En los últimos 25 años Uruguay ha crecido exponencialmente en el área de maíz, la zafra anterior fue récord, de un piso de 250.000 hectáreas, pero este año esperamos una baja que aún no sabemos de cuánto será.
Consultado sobre qué esperar climáticamente, Leiva dijo que los pronósticos han ido variando. “Empezamos con el anuncio de un año Niña medio fuerte, y ahora que nos aproximamos más al verano la mayoría de los pronósticos dicen que será un año Niña débil, lo que indica que probablemente llueva menos de lo normal para esa época del año”.
Sobre qué hacer ante la reducción de las precipitaciones, explicó que maíz presenta “cambios en la genética”, como “en los diferentes manejos”, que incluyen “la reducción de plantas”. En un contexto de “menor lluvia manejar una población más baja es una manera de afrontar esa reducción de agua”.
No hay que olvidar que, como cultivo de secano, “al maíz le gusta el agua, sobre todo en el período crítico que es entorno a la floración”, recordó.
Los costos se mantienen estables
En términos generales y en comparación con la soja, el maíz requiere una mayor inversión, aclaró Leiva, y “para este año vemos una posible continuidad de los costos de producción, con la semilla al mismo precio o a la baja en comparación a la zafra pasada”.
“En cambio el precio del fertilizante demanda una inversión mayor, pero al igual que la semilla este año la urea se mantiene a precios similares” por lo que, en conclusión, “no habría grandes variaciones en lo que de deba pagar en insumos”. Sí se puede esperar un aumento en el precio del grano, debido a la posible menor área de maíz en la región.
12º simposio del maíz
Todos los años, Yalfin y NK Semillas organizan el Simposio de Maíz, que este año se realizó el 30 de julio y cumplió su 12ª edición. Leiva dijo que el simposio incluye el lanzamiento de la zafra del maíz con varias charlas técnicas sobre manejo, mercado y clima. “Es una jornada importante para el sector”.
El simposio es específico del maíz, con el abordaje de temáticas vinculadas al clima, el mercado, manejo técnico y el lanzamiento de los híbridos que tenderemos este año. “Es el inicio de la zafra”, subrayó.
El análisis final del simposio es de “conformidad” para los organizadores, con 200 personas participando entre técnicos y productores. “Fue muy positivo porque siempre es bueno para el intercambio de diferentes situaciones y cómo ven el panorama del cultivo para este año”.
Por supuesto que “la chicharrita está presente en todas las conversaciones y no faltó en las charlas y las exposiciones, lo que muestra que genera incertidumbre en todos, sean técnicos o productores”.
Tecnología para el maíz
Para Yalfin es importante “el potencial de rendimiento”, destacó Leiva. Dijo que ese es un aspecto “en el que siempre hacemos énfasis junto con el perfil sanitario de los híbridos. Este año hicimos foco también en la tolerancia que los maíces tienen frente a la chicharrita y presentamos diferentes híbridos con el detalle sobre su comportamiento frente a esta plaga puntual”.
“Uno de los manejos posibles es la elección de un cultivar que tenga buena tolerancia a los patógenes que transmite la chicharrita. En ese sentido tenemos dos tipos uno subtropical y de mayor tolerancia, el SYN 126 viptera 3; y el segundo es el grupo de los híbridos templados que se usan mayormente en Uruguay y la región NK 842 viptera 3 fue el que mostró la mayor tolerancia a la chicharrita”.
Este año también está “el lanzamiento nuevo de NK 835 viptera 3, un material de ciclo corto, básicamente para simbras de primera y ambientes de alto potencial; y la paleta se completa con NK 870 viptera 3; SYN 979 viptera 3; y SYN 840 viptera 3”.
“Todo está encaminado para tener un mejor año”
El Ing. Pablo Leiva dijo que en esta zafra el ánimo del productor ha mejorado. “Veníamos de una sequía grande e histórica en 2022-2023 que golpeó a todos en todo el país, pero este año eso en cierta medida cambió. La zafra de verano 2023-2024 no dio rendimientos récord en soja y maíz –excepto el maíz de primera, que fue récord de producción–, pero el número final terminó siendo algo positivo con rendimientos considerables, aunque el valor de los granos no son lo que quisiéramos. El resultado es que hubo una mejora del ánimo con respecto a la zafra pasada”.
“Los productores no están pasando el mejor momento económico, pero se pudo salir de la zafra complicada por la seca, y todo está encaminado para tener un mejor año”.
Financieramente, la situación también mejoró. “En términos generales se han ido cubriendo los costos y las pérdidas, lo que es una buena noticia” para el sector agricultor.
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