Las exigencias productivas se incrementan. La conversión a carne, la finura de la lana, la resistencia a parásitos, todo eso sigue siendo importante, pero se agrega el control de emisión de gases para tener una producción cada vez más amigable con el medioambiente.
“¿Quieres conocer la oveja del futuro?”, ese fue el planteamiento del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) para la Noche Iberoamericana de Investigadores, que se realizó el 28 de setiembre.
El Ing. Agr. Gabriel Ciappesoni, investigador de INIA Las Brujas, explicó a La Mañana que todo comenzó fuera de nuestra región, en Europa, desde donde se trasladó a nuestro continente con el objetivo de difundir temas de investigación científica sobre diferentes asuntos. Para eso “se hacen actividades de puertas abiertas”, con niños, estudiantes y la población en general, rompiendo la barrera del público académico o de productores, como es el caso de INIA.
Ciappesoni comentó que la pandemia, que tanto daño causó, fue un fenómeno en el que “la ciencia jugó un rol más importante y la presencia del GACH [Grupo Asesor Científico Honorario] llevó a que se visualizaran decisiones con un respaldo o apoyadas en la ciencia, pero todavía queda mucho por recorrer”, y a los que hacen el trabajo científico y de investigación “nos queda pendiente adecuar el lenguaje para que sea más accesible a todos”. Eso es algo a corregir porque “Uruguay tiene un potencial muy grande en el desarrollo de la ciencia biológica y vinculada a la agropecuaria”, agregó.
Sobre la Noche Iberoamericana de Investigadores, Ciappesoni valoró la jornada como un camino de llegada los jóvenes y estudiantes que “en el futuro van a ser los encargados de los campos, y por eso nos interesa mostrarles que INIA está abierto y que conozcan qué se desarrolla en INIA. Las actividades que hacemos siempre van en ese sentido”.
En la actividad del 28 de setiembre, concretamente, “lo que mostramos fue la oveja del futuro en la que trabajamos en INIA Las Brujas e INIA Tacuarembó, focalizando las nuevas características, pensando en un futuro cada vez más desafiante, que se adapten al cambio climático, y que sean animales amigables con el ambiente. Allí hemos puesto el foco en los últimos años”.
Uruguay mide individualmente cada animal
Consultado sobre la oveja del futuro, Ciappesoni dijo que el trabajo tiene una arista fundamental que es la genética: “Hace varios años que tenemos varios proyectos, en los que contamos con la ventaja de que nuestros animales se crían a cielo abierto siempre y desde hace muchos años, mientras que en otros países, principalmente europeos, los animales están estabulados y ahora pasan a áreas más marginales. La diferencia es que nuestros animales ya están adaptados a la variabilidad climática”.
Por otro lado, gracias a los desarrollos de la plataforma de fenotipado intensivo en la estación experimental La Magnolia (Tacuarembó) “podemos medir individualmente a los animales, saber cuánto comen por día, cuánto crecen, cuánta agua toman y determinar qué animales, comiendo lo mismo, crecen más y cuánto metano emiten”. A toda esa información se agrega “la resistencia a parásitos que es algo con lo que estamos trabajando”.
Son herramientas desarrolladas en animales de INIA como con animales de diferentes cabañas y razas tales como Corriedale, Merino Australiano, Merino Dohne, Texel, Merilin. “Los productores llevan a los futuros padres a evaluarlos y de primera mano podrán seleccionar los ejemplares que se adapten mejor a esos requerimientos”. Asimismo, el mercado también está en el camino de sumar esa información, “especialmente los de lana de alta calidad”.
Los avances en la búsqueda del ovino del futuro varían según la raza. A la fecha INIA tiene “más de 2500 animales medidos con las características mencionadas, de ese total poco más de la mitad son Merino Australiano”. El hecho es que los productores comerciales y los cabañeros ya pueden seleccionar animales.
Sobre el Merino Australiano, el investigador recordó que es una raza para la que “hay demanda concreta del mercado: por ejemplo, la empresa Gucci pide que los animales de donde se extrae la lana sean de campo con ganadería regenerativa, algo que en Uruguay está incorporado, y podemos saber en majadas comerciales qué nivel genético tienen para estas características, comenzando ahí el proceso de selección”.
Los nuevos logros no van en desmedro de otros
La buena noticia es que los animales más eficientes en la producción “son los que emiten menos metano, eso va acompasando animales más productivos con animales amigables con el medioambiente”, precisó, y “pueden reducir las emisiones de metano en un 18% o 20% por kilo de lana” de alta calidad.
“Parte del proyecto de INIA es ver si estas características positivas más nuevas (menor emisión) van en desmedro de otras, pero hasta ahora no hemos encontrado ninguna luz de alerta”, continuó Ciappesoni. Pareciera que “la selección de animales eficientes no genera pérdidas en la resistencia a parásitos, en la reproducción ni en el crecimiento”.
Consulado si al momento de comercializar o subastar ganado el mercado no debería incorporar la información de que son eficientes en emitir menos metano, el técnico dijo que “ese es el camino” y se han dado pasos hacia ese fin.
Por ejemplo, en la Expo Prado se entregaron premios a las cabañas con los mejores lotes, los más eficientes y que emitieron menos metano. El reconocimiento es la forma de incentivar a los productores para que sigan en ese camino y de mostrarle al mercado por dónde va Uruguay, porque es “el mercado el que va a traccionar de la cadena, cosa que ya hace en las lanas de calidad, y seguramente se traslade a la demanda de carne de calidad en lo que se incluye el ovino y el vacuno”.
Todo esto apunta a un objetivo nacional que es el de bajar las emisiones, añadió, yal analizar el camino recorrido “hay conformidad con los avances que se han logrado en la investigación; estamos muy contentos por haber podido lograr las evaluaciones”, pero también “es positivo que los cabañeros se estén comprometiendo a medir estas características”, aseguró.
Con la incorporación de las cabañas “el desafío es mantener todo lo hecho y seguir avanzando, si esto que estamos haciendo no se motiva con políticas públicas y que el mercado lo valorice, es difícil mantenerlo por la inversión extra que representa. Tampoco es algo que se hace una vez y se termina o se discontinúa, el trabajo de investigación es importante y debe haber mercados y políticas claras. Ese es el desafío para los próximos años”.
Cabañas ganadoras de premios por conversión y emisión
Este año, en el Expo Prado, las cabañas ganadoras del premio por eficiencia y emisiones de metano fueron las siguientes, el premio eficiencia de conversión distingue al lote con mejor eficiencia de conversión de alimento; y el premio intensidad de emisión lo hace con el lote con menor emisión de metano por ganancia de peso.
Raza Corriedale: Premio Eficiencia de Conversión Generación 2022, cabañal Don Miguel de Rafael Elhordoy; Premio Intensidad de Emisión Generación 2022, cabaña La Orejana de Salvador García Pintos.
Raza Merilin, Premio Eficiencia de Conversión Generación 2023, cabaña Santa Graciana de Suc. Esteban Sanguinetti; Premio Intensidad de Emisión Generación 2023, cabaña El Progreso de Bernardo Nadal.
Raza Texel, Premio Eficiencia De Conversión Generación 2023, cabaña El Trébol de Gerardo Oliver Arburuas; Premio Intensidad de Emisión Generación 2023, cabaña La Frontera de Claudio Escosteguy.
En Merino Australiano, Premio Eficiencia de Conversión Generación 2023, cabaña Talitas de Daniel de Brum; y Premio Intensidad De Emisión Generación 2023, cabaña La Aguada de Notalve SRL, Juan e Irene Pérez Jones.
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