El pasado fin de semana, San Bautista vivió su decimosegunda edición de la Fiesta del Pollo y la Gallina. Consultado sobre la importancia del rubro, los desafíos y el futuro del sector, el jefe comunal de Canelones remarcó algunas señales peligrosas, como el ingreso de productos del exterior y la falta de competitividad local. Dijo que es competencia del Estado cuidar a un sector llamado en el mundo a cubrir ineficiencias alimenticias cada vez más presentes.
¿Cómo es la situación del sector desde la óptica del gobierno departamental?
Desde que estoy acá, en la Intendencia, es un rubro que tiene dificultades históricas. Hoy, si fuera a hacer un resumen, la amenaza de competencia del exterior es una de las primeras que hay que tener en cuenta. Y no hay que pensar solo que te traigan pollos de afuera, que es importante, sino cuando empezó a entrar carne porcina a precios muy baratos, los carniceros te decían que la gente antes compraba una tira de asado y un pollo. Cuando empezó a entra esa otra carne, empezó a comprar bastante más barato un matambre, por ejemplo.
La competitividad es un tema recurrente de todos los rubros.
Cuando digo la competencia exterior estoy hablando también de los costos que tiene Uruguay para la producción avícola. Se podría decir que es un rubro vulnerable que precisa que el Estado lo cuide, que lo proteja.
¿Cómo el Estado podría proteger o fortalecer el rubro avícola?
La forma de amortiguar ese problema es que un día se pueda exportar. Porque es la salida, una válvula de escape. El problema es la combinación que tenemos nosotros de altos costos con un mercado chico y es una combinación complicada. Precisamos que el Estado cuide y frene un poco la entrada en la medida que las normas te lo permitan, porque el Mercosur es el Mercosur y la integración es la integración. Hace años que los distintos gobiernos han buscado la forma de llevar producción avícola o carne de pollo al exterior y ahí también el tema de los costos influye y pesa. Entonces, hay que ser muy inteligentes y yo no sé si habrá que revisar en la cadena de costos cuál podría ser el que habría que alivianar. Ayer hablaba con un empresario y me decía que el costo de la energía para ellos es brutal. Hay un dato de la realidad que nos tiene que tener a todos bien claritos: la tendencia es en términos de proporcionalidad, la gente come cada vez más carne de origen aviar y menos carne roja.
¿Estas pueden ser algunas líneas de trabajo de su candidatura presidencial?
Y tiene que ser. Acá tenés varios temas que se juntan. Afincar población rural y que no se tenga que venir para la ciudad, generar proteína a un precio accesible para que nuestra gente tenga para consumir, mano de obra y la necesidad de apelar a la ciencia, a los avances tecnológicos que sabemos que existen también para este rubro. Si hablás de economía, de seguridad alimentaria, del peso social que tiene el productor rural chico, tiene que estar en cualquiera de los planes de cualquier gobierno.
¿Entonces el rubro avícola juega un papel fundamental para la seguridad alimentaria?
Puede ser a futuro una solución para todos los temas alimenticios de la población que están haciendo crisis. El mundo camina hacia ciertos desafíos, entre ellos el tema de seguridad alimentaria. En algunos casos hay quien habla de soberanía alimentaria: te obligan primero a tener planes para el manejo de agua, producción agrícola y producción de proteínas. Y como ahí tenemos la carne roja que depende mucho del mercado exterior, en la alimentación nuestra deberíamos tener en cuenta que la carne de pollo puede ser una solución para las poblaciones más vulnerables. Es como la leche, si fueras a desproteger la leche y dejarla liberada a lo que es el precio internacional, capaz que se te cae toda la producción. Entonces los Estados y gobiernos tiene la obligación de mirar con mucha atención cómo hacemos para que el mercado no te lleve puesto.
¿El Estado debería meterle mano a los precios de los productos avícolas, como sucede con la leche?
Es muy prematuro plantearlo así. Creo que hay que tenerlo en el radar. No digo para meterle mano a los precios, no quiero llegar a tanto porque la leche tiene la importancia de su relación con la primera infancia. El tema es que hay que prestarle atención. No se puede dejar caer una actividad como esta. No digo que se esté dejando caer, pero si los vientos vienen mal, si la economía se complica y empieza a entrar mucho producto del exterior, hay que tener cuidado de que no se nos caiga nadie.
¿Hubo ciertas crisis que hicieron mella?
No me olvido hace unos años cuando quebró Moro pusimos todos el grito en el cielo. No fue fácil, hubo que salir de aquella crisis, se salió, pero quedó mucha gente por en el camino. Hace tiempo que la cosa viene bastante más estabilizada y hay plantas en el país que ya están preparadas o casi preparadas para exportar. Entonces, pasito a pasito, hay que tenerlo cada vez mas presente.
TE PUEDE INTERESAR: