Coincidiendo con un regreso a la normalidad en las manifestaciones artísticas, el día 2 de marzo se inauguró la exposición de la retrospectiva de Antonio Pezzino en el Museo Nacional de Artes Visuales, en conmemoración de los 100 años de su nacimiento.
Esta exposición marca la tercera etapa de un viaje que comenzó en 2019 en Argentina, en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa de Córdoba y en el Centro Cultural de España de Buenos Aires, con la muestra titulada “Pezzino hacia el origen”, cuya curaduría fue a cargo de Tomás Ezequiel Bondone y Maria Cristina Rossi, y que finalmente culmina en Montevideo. Las tres ciudades de recorrido de la muestra coinciden con las que marcan la vida y formación del artista.
La muestra está muy bien ideada y bajo la curaduría de Martha Pezzino y Josefina Pezzino se han incorporado obras en esta exposición pertenecientes a la familia y de colecciones privadas. Está articulada en varios apartados. Se inicia con la etapa de formación (1921-1944), con obras de paisajes de claro realismo figurativo que muestran una voluntad de renovación hacia nuevos caminos y el impacto de las vanguardias europeas. Sigue la etapa del taller de Torres García, (1945-1954). Las enseñanzas del maestro le marcarán, serán fuente de inspiración y permanecerán en su posterior desarrollo como artista. Aquí la singularidad de un lenguaje de símbolos crea el vehículo de comunicación. Evoluciona hacia un período en el que se adentra en interesantes estudios de transformación de la imagen en busca de una realidad que culmina con la etapa de desarrollo de la abstracción. Se flexibilizan los elementos constructivos, soltando la pincelada, profundizando los efectos de la luz y poniendo énfasis en el trabajo del color. Es de destacar un apartado muy importante dentro de su producción artística: el diseño gráfico. Fue una faceta de su obra realizada con esmero, originalidad, y con vasta producción: cubiertas para discos, afiches para el Cine Club del Uruguay, programas para óperas y conciertos, diseños para sellos postales, cubiertas para libros e ilustraciones para el diario El País, entre otros.
La muestra permanecerá abierta hasta el 2 de mayo.
Pezzino: vida y viaje del artista
Antonio Pezzino nació Córdoba (Argentina) el 5 de diciembre de 1921. Ya en su niñez mostraba preferencias por el dibujo y esto lo llevó a estudiar en la Academia de Bellas Artes “José Figueroa Alcorta” de Córdoba. Participa en los salones de la Academia y en 1938 colabora en la revista infantil El Pibe. Participa además en varias exposiciones colectivas durante su etapa inicial en su provincia natal.
En 1941 su familia se traslada a Buenos Aires, y allí entra en contacto con las nuevas corrientes artísticas que vienen de Europa. La abstracción entra a formar parte de su lenguaje, lenguaje que desarrollará más adelante en el diseño gráfico, uno de los ejes centrales de su obra.
En 1944 viaja a La Paz, Bolivia, y permanece allí seis meses, donde estudia la cultura prehispánica. Conoce el libro “Estructura y Universalismo Constructivo” “Estructura”, de Torres García que proponen una relectura de la metafísica y resuelve en 1945, ir a Montevideo a conocer a Torres García junto con su amigo Jorge Brito. A los pocos meses se integra en el taller Torres García. Allí convive, entre otros, con Manuel Aguiar, Julio Uruguay Alpuy, Leticia Barrán, con la que se casará en 1959, Walter Deliotti, Gonzalo Fonseca, José Gurvich, Francisco Matto, Manuel Otero, Manuel Pailós, Horacio Torres, y Jorge y Rodolfo Visca. Los integrantes del taller de Torres García comparten algunos espacios desde el Conventillo de la Rambla 25 de agosto, donde pinta el “Paisaje del puerto”. Participa en todas las exposiciones del Taller de Torres tanto en Uruguay como en el exterior.
En 1954 viaja a Europa con Manuel Aguilar y José Gurvich donde permanece un año. Visita los museos de Francia, Italia y España. Conoce a Botticelli, Amadeo Modigliani, Robert Delaunay, a los impresionistas, y entra en contacto con las filosofías orientales tan en boga en Paris. Allí trabaja con la cerámica, que sin duda le proporciona una apertura hacia otros caminos que lo llevarán al mundo de la gráfica y la ilustración.
Ya de regreso, colabora en el equipo de imprenta As, con Ayax Barnes, Cholo Loureiro, Carlos Pieri y Hermenegildo Sabat. Desde 1959 ilustra semanalmente los programas de Cine Club del Uruguay, entre los años 1956 y 1959 confecciona carátulas de libros, discos, folletos, revistas y sellos postales. Son muy numerosas las carátulas y muy representativas también, como el centenario de Pinocho, Navidad en Uruguay, Perfumerías Condal, ilustraciones para el Cine Club del Uruguay. Fue diagramador del diario El País de Montevideo y la revista El Removedor de Torres García, y del semanario Marcha y la revista Tres. Es una época inicial del diseño gráfico, en la que Pezzino, con un fino instinto de penetración en el mundo de la comunicación, logra captar el interés del espectador. Para él el grafismo es un vehículo universal de comunicación.
Más adelante, hacia los años 80, expondrá tanto en centros público e instituciones bancarias como en galerías privadas. En esta época participa en numerosas exposiciones de Arte cristiano.
En 1998 participa en una muestra colectiva de la Sala Dalmau de Barcelona, galería de arte muy vinculada al arte latinoamericano, y muy especialmente a Joaquín Torres García y los alumnos del Taller.
Ha pintado murales en Paraná, Entre Ríos en Argentina y hay
colecciones particulares de su obra en Uruguay, Argentina, Bolivia, Estados,
Unidos Francia, Indonesia, España, Puerto Rico y Austria.
En 2008 y 2010, después de su muerte, se exhiben varias exposiciones sobre su
trabajo en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo.
Antonio Pezzino fue un artista constructivo y abstracto a la vez, que supo transmitir estos conceptos al mundo del diseño gráfico dotándolo de arte y de un consistente mensaje, a través de su pensamiento filosófico. Es un artista universal y americano a la vez.
Fue feliz en Uruguay. Aquí encontró el lugar para desarrollar su filosofía del arte. Se casó con Leticia Barrán también integrante del Taller de TG y en 1980 obtuvo la carta de ciudadanía uruguaya. Falleció en Montevideo el 29 de abril de 2004 a los 82 años. En 2006 el Mº de Educación y Cultura declaró su obra de Interés Cultural.
(*) Catedrática de Sociología. Dra. Historia del Arte. Crítica de Arte. Miembro de AICA y ACCA
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