Nace en Córdoba (Argentina) el 1 de enero de 1921. Ya en su niñez muestra preferencias por el dibujo y esto lleva a que estudie en la Academia de Bellas Artes “Jose Figueroa Alcorta” de Córdoba, centro educativo a imagen de la Academia de San Fernando de Madrid. Sus profesores fueron Antonio Pedone, Jose Aguilera y Francisco Vidal. Participa en los salones de la Academia y en 1938 colabora en la revista infantil El Pibe. Participa además en varias exposiciones colectivas durante su etapa inicial en Córdoba, Argentina.
En 1941 su familia se traslada a Buenos Aires y allí entra en contacto con las nuevas corrientes artísticas que vienen de Europa. La abstracción entra a formar parte de su lenguaje, el que desarrollará más adelante en el diseño gráfico, uno de los ejes centrales de su obra.
En su inquietud para conocer los orígenes del arte, viaja en 1944 a La Paz, Bolivia, donde conoce la cultura prehispánica y permanece allí seis meses.
Conoce los libros “Estructura y universalismo constructivo” y “Estructura” de Torres García, que proponen una relectura de la metafísica, y en 1945 resuelve ir a Montevideo a conocer a Torres García junto con su amigo Jorge Brito.
En 1947 se integra al Taller Torres García en Montevideo. Allí convive, entre otros, con Manuel Aguiar, Julio Uruguay Alpuy, Leticia Barrán, con la que se casará en 1959, Walter Deliotti, Gonzalo Fonseca, José Gurvich, Francisco Matto, Manuel Otero, Manuel Pailós, Horacio Torres, y Jorge y Rodolfo Visca. Los integrantes del taller de Torres García comparten algunos espacios desde el Conventillo de la Rambla 25 de agosto, donde pinta el “Paisaje del puerto”.
Vive en la casa de la calle Polonia en Montevideo donde retrata a los vecinos del Barrio Obrero del Cerro.
Interviene en todas las exposiciones del taller, tanto en Montevideo como en Punta del Este en la Galería Sur, y en el exterior. En 1954 viaja a Europa con Manuel Aguilar y José Gurvich donde permanece un año. Visita los museos de Francia, Italia y España. Conoce a Botticelli, Amadeo Modigliani, Robert Delaunay, a los impresionistas, y entra en contacto con las filosofías orientales tan en boga en Paris…
Allí trabaja con la cerámica, que sin duda le proporciona una apertura hacia otros caminos que lo llevarán al mundo de la gráfica y la ilustración.
Ya de regreso, colabora en el equipo de imprenta As, con Ayax Barnes, Cholo Loureiro, Carlos Pieri y Hermenegildo Sabat. Desde 1959 ilustra semanalmente los programas de Cine Club del Uruguay, entre los años 1956 y 1959 confecciona carátulas de libros, discos, folletos, revistas y sellos postales. Son muy numerosas las carátulas y muy representativas también, como el centenario de Pinocho, Navidad en Uruguay, Perfumerías Condal, ilustraciones para el Cine Club del Uruguay. Fue diagramador del diario El País de Montevideo y la Revista El Removedor de Torres García, y del semanario Marcha y la revista Tres. Es una época inicial del diseño gráfico, en la que Pezzino, con un fino instinto de penetración en el mundo de la comunicación, logra captar el interés del espectador. Para él el grafismo es un vehículo universal de comunicación.
También da clases de dibujo y pintura. Es miembro de ADN, la Asociación de diseñadores gráficos del Uruguay. Es secretario de la asociación para la certificación de obras de exalumnos del Maestro Joaquín Torres García.
Más adelante, hacia los años 80, expondrá tanto en centros público e instituciones bancarias como en galerías privadas. En esta época participa en numerosas exposiciones de Arte cristiano.
En 1998 participa en una muestra colectiva de la Sala Dalmau de Barcelona, galería de arte muy vinculada al arte latinoamericano, y muy especialmente a Joaquín Torres García y los alumnos del Taller.
Ha pintado murales en Paraná, Entre Rios y Argentina y hay colecciones particulares de su obra en Uruguay, Argentina, Bolivia, Estados, Unidos Francia, Indonesia, España, Puerto Rico y Austria.
En 2008 y 2010, después de su muerte, se exhiben varias exposiciones retrospectivas sobre su trabajo en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo.
En 1993 Pezzino escribía refiriéndose a su etapa como integrante del taller Torres García “… es enseñanza por sus estrictas reglas y rigor. De ninguna manera llevaba a una sola forma de visión de la pintura. Por lo contrario, nos daba la llave para ver lo esencial en el arte, digamos separar lo sutil de lo espeso o, como diría el Maestro, lo aparente de lo concreto y así al momento en que cada uno sienta la necesidad de continuar la búsqueda de su propia identidad como artista, pero sin olvidar que hay un hilo conductor desde el comienzo de la humanidad que nos romana a todos y que nos une a través de esa rigurosa búsqueda en la tradición del Gran Arte”. Publicado en el catálogo “Antonio Pezzino, 60 años en el Arte” Montevideo 1998, Museo de Arte Contemporáneo de “El País”.
Su arte es una interpretación de los símbolos, de la tradición, de las culturas americanas, traducidos a la modernidad a través de las nuevas corrientes de la época. Es un arte universal y americano a la vez.
Fallece a los 82 años el 29 de abril de 2004.
- Catedrática de Sociología. Dra. Historia del Arte.
Crítica de Arte. Miembro de AICA y ACCA
Una muestra itinerante
Al cumplirse 15 años de la muerte del artista, el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa de Córdoba, Argentina, inauguró en junio pasado una muestra titulada “Pezzino, hacia el origen”, cuya curaduría ha sido a cargo de Tomás Ezequiel Bondone y Maria Cristina Rossi.
Esta misma exposición se exhibe en Buenos Aires en el Centro Cultural de España hasta el 13 de diciembre. Está a cargo de la curaduría de Maria Cristina Rossi y es auspiciada -entre otras instituciones- por la Embajada de Uruguay en Argentina. El próximo día 21 se presentará el libro que recoge toda la trayectoria de Pezzino, con textos de destacados especialistas de su obra.
Esperamos que pueda viajar esta magnífica exposición a Montevideo para rendir el merecido homenaje a este artista que en 1980 eligió y obtuvo la carta de ciudadanía uruguaya.