Internacionales
18 abril de 1955
En un mundo dominado por contexto bipolar en el sistema internacional, 29 países africanos y asiáticos se reunieron en la ciudad de Bandung, Indonesia, para lograr una mayor cooperación entre las naciones y evitar caer bajo la influencia tanto del imperialismo estadounidense como del soviético. La descolonización marcaba el impulso nacionalista que los nuevos países buscaban convertir en una independencia duradera y para eso los líderes de Egipto, India e Indonesia (Gamal Abdel Nasser, Jawaharlal Nehru y Sukarno), mantuvieron conversaciones con los mandatarios de Pakistán, Birmania (actualmente Myanmar) y Ceilán (hoy Sri Lanka). El resultado fue una cumbre que reunió por seis días delegados de países que representaban a 1415 millones de personas, más del 50% de la población mundial en 1955.
A nivel internacional la Conferencia estaba marcada por grandes sucesos de la Guerra Fría, como lo fue el “punto caliente” de la Guerra de Corea, la cual finalizada en 1953 terminó por dividir la península en dos Estados, uno influenciado por Estados Unidos y otro por la Unión Soviética. Esto enfrentó aún más a Estados Unidos con China debido al apoyo militar que este último dio al régimen comunista del norte de Corea. Luego, en 1954, finalizaba la Guerra de Indochina que enfrentó a las fuerzas norvietnamitas de Ho Chi Minh contra Francia, derrotando a esta última y haciendo caer lo que quedaba del imperio francés en la región. Pasado este contexto, el debate principal de la conferencia se centró en la cuestión de si las políticas soviéticas en Europa oriental y Asia central deberían ser censuradas junto con el colonialismo occidental. Se llegó a un consenso en el que se condenaba el “colonialismo en todas sus manifestaciones”, censurando implícitamente a la Unión Soviética, así como a Occidente.
China jugó un papel importante en la conferencia y fortaleció sus relaciones con otras naciones asiáticas. Después de sobrevivir a un intento de asesinato en el camino a la conferencia, el primer ministro chino, Zhou Enlai, mostró una actitud moderada y conciliadora que tendió a calmar los temores de algunos delegados anticomunistas sobre las intenciones de China. Además firmó una “declaración sobre la promoción de la paz y la cooperación mundial” de 10 puntos, que incorpora los principios de la Carta de las Naciones Unidas y los Cinco Principios del primer ministro indio Jawaharlal Nehru (“respeto mutuo” por la “integridad territorial y soberanía” de otras naciones, no agresión, la no interferencia en “asuntos internos”, igualdad y beneficio mutuo, y “coexistencia pacífica”), la que se adoptó por unanimidad. Más adelante en la conferencia, Zhou Enlai firmó el artículo en la declaración final estableciendo que los chinos en el extranjero debían lealtad primaria a su país de origen, en lugar de a China, un tema muy delicado tanto para sus anfitriones indonesios como para varios otros países participantes. Zhou también firmó un acuerdo sobre doble nacionalidad con el canciller indonesio Sunario. Además respaldó firmemente el derecho de todas las naciones a elegir sus propios sistemas económicos y políticos, incluso el capitalismo. La importancia que tiene esta cumbre es que se reunieron representantes de más de la mitad de la población mundial sin estar presentes Estados Unidos, la Unión Soviética ni países europeos. Aquí mismo también aparece la expresión “Tercer Mundo”, la cual demostraba la intención de los países participantes de permanecer alejados de la influencia directa de las superpotencias y buscar otras formas para lograr la prosperidad de su gente mediante una “tercera vía”. Esta vía quedaría reforzada seis años después en Belgrado, Yugoslavia, con la creación del Movimiento de Países No Alineados.
Atentado de Plaza de Mayo
Regionales
15 de Abril de 1953
En un contexto económico y político complejo para el gobierno de Juan Domingo Perón, este da un discurso en un acto masivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) en la Plaza de Mayo, donde pasados casi 15 minutos frente a las masas desde el balcón de la Casa Rosada explotan dos bombas, una en el Hotel Mayo y otra en la estación del Subte cercana a la plaza, dejando como saldo seis personas muertas y noventa heridas (aunque en los bombardeos del mes siguiente morirían más de tres centenares de personas). El número de fallecidos fue relativamente bajo debido a que la estación de subte de Plaza de Mayo estaba cerrada por el acto. Los explosivos fueron colocados por un comando terrorista antiperonista, el cual también había puesto otra bomba ubicada en el Banco de la Nación, la que no llegó a detonar. A pesar de la tragedia, la gente no se movió de la plaza y se mantuvo estoica gritando: ‘¡La vida por Perón, la vida por Perón!’. A nivel social hubo represalias y se incendió la Casa Radical, el comité central del partido Demócrata y la sede del Jockey Club. Posterior al hecho serían detenidos como responsables del atentado Roque Carranza, Carlos Alberto González Dogliotti, y los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse, quienes admitirían la autoría de los atentados.
Invasión de Bahía de Cochinos
Regionales
17 de Abril de 1961
Luego del deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba debido a la expropiación de latifundios agrícolas de empresas estadounidenses en la isla y el acercamiento Castrista a la Unión Soviética, primero por motivos económicos y luego políticos, Estados Unidos comienza a armar planes para hacer caer el régimen de Fidel Castro. Uno de ellos fue la “Operación Pluto”, en el que la CIA tuvo por objetivo reclutar y entrenar cubanos anticastristas en Guatemala y Nicaragua para invadir Cuba, capturar un aeropuerto y generar un “gobierno en el exilio” que pediría el apoyo de Washington. Este plan se organizó al final de la presidencia de Eisenhower y fue implementado por quien lo sucedería en el cargo, John F. Kennedy. Para ello, dos días antes de la invasión se atacaron varios aeródromos donde estaban los aviones cubanos, lo cual terminó siendo contraproducente debido a que al día siguiente Fidel Castro en un discurso público declara el carácter “socialista y marxista” de la revolución, algo que dos años antes negaba fuertemente en todas sus entrevistas. El 17 de abril se produce el desembarco de las brigadas, las cuales quedan sorprendidas al enterarse que los aviones estadounidenses no controlan el espacio aéreo cubano y que la población local no se sumó al levantamiento, sino que se enfrentó a ellos. Después de dos días de fuertes combates, los cubanos capturaron a la mayoría de los insurgentes y al año siguiente estos pudieron volver a Estados Unidos a cambio de alimentos, vacunas y tractores por un valor de 50 millones de dólares, convirtiéndose la invasión de la Bahía de Cochinos en uno de los peores fracasos de la CIA y Estados Unidos en operaciones en otros países.