La voz es nuestra tarjeta de presentación, la que muestra cómo y quiénes somos, además de cómo estamos y de cómo nos sentimos. Más allá de las modas, de los gustos y de cómo la utilicemos, es una maravillosa herramienta para comunicarnos y expresarnos, y está en nosotros cuidarla y usarla de la mejor manera. Para saber más del tema, entrevistamos a Silvia Uturbey, fonoaudióloga licenciada egresada de la Udelar, docente en Técnica Vocal y Voz Profesional, asesora, preparadora y entrenadora vocal.
¿Qué aspectos priorizas en cada persona que te consulta, ya sea un comunicador, un político, un actor, un cantante, etcétera?
Ante cualquier persona que solicita un primer encuentro, es importante generar un buen vínculo y brindar un espacio de confianza en donde la persona se sienta con la libertad de poder expresar abiertamente lo que opina de su voz y sobre todo en qué aspectos la puedo orientar. En base a una entrevista personalizada, diseñada por mí, en donde se abarcan no solo los aspectos vocales y sintomatología por la que se acerca a nuestra consulta, se trata de conocer la historia vocal de la persona, no solo en cuanto a sus estudios previos, formación y uso profesional, sino cómo percibe su voz, qué conocimiento tiene de su producción, pero principalmente explicarle lo que siempre sostengo: que la voz es una forma de ser y no de tener. Es decir que no pensamos en la voz solamente como un efecto sonoro, producto de la fisiología y anatomía, es decir, repliegues vocales, laringe, sino como una manifestación total del individuo en donde se ponen en juego su historia de vida, su cuerpo, sus emociones y el ambiente donde se mueve y realiza su trabajo. La voz nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos… y acompaña los cambios que se producen en nuestro cuerpo, que además también está determinado por nuestros hábitos y costumbres. Por tanto, realizo una evaluación integral de la voz, como forma de expresión total de la persona. Hay que considerar que los seres humanos somos una unidad orgánico-psíquica, y muchos de los trastornos vocales y corporales repercuten en las emociones que se manifiestan en la expresión vocal (angustia, ira, ansiedad, alegría, rabia, etcétera), alterando las cualidades fonoacústicas (tono, timbre e intensidad) y modalidades fonatorias (ritmo, melodía y duración de la frase).
La voz y la forma de hablar, más allá de los contenidos, son una tarjeta de presentación. ¿Hay conciencia de eso en esta época de podcast en la que ya nadie se sorprende de su voz al escucharla?
Es interesante esta pregunta porque la voz y la forma de hablar son dos cosas diferentes desde lo conceptual. Hay un concepto que me gusta mucho y lo comparto siempre en mis clases y charlas: la voz es el sonido en donde se engastan las palabras. En la actualidad, donde nos movemos más por la visión que por la escucha, es interesante poder empezar a educar el oído, y poder separar lo que se oye de lo que se dice. Es decir, la forma de hablar está determinada por lo que llamamos la fonoestilística, que se relaciona con la entonación, la cadencia en el decir, la enunciación, pero sobre todo el estilo de fonar. La fonoestilística tiene por objetivo propio la forma de expresar sentimientos, opiniones, pensamientos; su principal interés no es el contenido, sino cómo lo digo. Aquí se ponen en juego lo mencionado anteriormente en la historia vocal, habilidades, formas de expresión de la persona, su entorno, educación, etcétera.
La dicción se refiere a las palabras elegidas, su estructura, su enlace, elección de palabras, la ocasión en que se expresa determinada idea. Esto hace a un resultado audible que muchas veces oculta o no logra transmitir lo que el emisor pretende. Creo que no hay conciencia de esto porque no hay educación vocal y pocas personas consultan a un profesional idóneo en el tema cuando sienten que su voz no les rinde en su trabajo. En este punto es interesante mencionar que muchas personas manifiestan que no pueden reconocer su voz cuando la escuchan grabada. A esto se le llama la “sombra de la voz”. Cuando, por ejemplo, estamos en un día soleado y caminando o haciendo otra actividad, la sombra que produce nuestra silueta en el suelo varía de acuerdo con el tiempo, a nuestra posición corporal: con la voz sucede lo mismo. Varía minuto a minuto, se construye, por eso decimos que el aparato fonador no existe: es virtual. De hecho, no está definido anatómicamente. Entonces, a veces lo que sucede es que las personas no escuchan con detenimiento lo que graban, y ahí tenemos en cuenta la fonoestilística, la dicción y la emoción en el resultado de la voz grabada que puede gustar o no.
¿La forma en la que hablan parientes o seres cercanos influye en la voz, por ejemplo, utilizando inconscientemente un registro que no te corresponde?
Por supuesto. Recordemos que el individuo es un ser bio-psico-socioambiental, por tanto, su estilo de fonar, su dicción, su tono de voz, su cadencia en el decir van a estar influidos por su entorno social y cultural. Esto determinará las características sonoras que percibe el oyente.
¿Cuáles son los problemas más comunes por los que te consultan?
Los motivos de consulta son variados, dependiendo de la actividad laboral, la formación y el conocimiento en técnica vocal que la persona tenga. Los más frecuentes son fatiga vocal, cambios en el timbre y tono de la voz, alteraciones en la proyección y alcance vocal, alteración en la dicción. También algunas patologías vocales: la más frecuente es disfonía por nódulos de cuerdas vocales o por reflujo gastroesofágico.
¿Has notado algún cambio en aspectos de salud e higiene vocal?
Reconozcamos que en las instituciones públicas y privadas de nuestro país son pocas las que enseñan técnica vocal o educación de la voz como materia obligatoria. Sin embargo, creo que hay más acceso a la información incluso y se realizan más charlas en relación con la voz y formas de cuidado y pautas de higiene vocal.
Cuando el cine era mudo la gente se imaginaba la voz de cada actor. Cuando el sonido se incorporó hubo alguna desilusión. Eso pasa con los animés y con los doblajes. ¿Cómo preparas para esos roles?
Este tipo de trabajo se enmarca en lo que llamamos “figuras elocutivas”, refiriéndose a las diversas formas de presentar y expresar diversos hechos, acontecimientos, sentimientos, etcétera. Partimos de que la comunicación es un arte. Por tanto, investigo sobre la historia a narrar, el autor, el año, los personajes y la idea que la persona que me consulta tiene para abordarlo. Entonces se planifica un entrenamiento vocal personalizado, teniendo en cuenta las características vocales de la persona y del personaje a quien dará vida con su voz. Trabajo desde un punto de vista integral tomando en cuenta las fortalezas de quien me consulta y planifico una serie de ejercicios en donde se toman en cuenta el sostén respiratorio, la dicción, la edad del personaje a quien debe doblar, para ajustar el ritmo, la melodía y los tonos de voz, relacionándolo con el ritmo y la variación de melodía. Teniendo siempre en cuenta que comunicamos para otro. En este caso solo habitamos otro cuerpo o dibujo animado con nuestra voz.
Háblanos de las intensidades o volúmenes sonoros, de la emisión, articulación, dicción y de la higiene vocal. ¿Cómo se adquiere y se mantiene una buena voz?
Es una pregunta muy amplia, por lo cual vamos a partir de que la voz tiene cualidades fonoacústicas que son el tono, el timbre (se relaciona con la resonancia) y la intensidad. También tiene modalidades foniátricas que hacen a la prosodia, que son el ritmo, la melodía y la duración de la frase. Eso determina un estilo de fonar característico de cada persona que al hacer un uso profesional de la voz debiera conocer las pautas de higiene vocal. Podemos enumerar algunas consideraciones importantes a tener en cuenta: lograr un buen descanso; tratar de dormir entre seis y ocho horas diarias; beber de seis a ocho vasos de agua sin gas y a temperatura ambiente; tratar de evitar las bebidas alcohólicas y exponerse a ambientes poco ventilados; incluir más frutas y verduras en nuestra alimentación; no hablar con sonidos de fondo muy fuertes, en ese caso usar micrófono o bajar el sonido de fondo; ante cualquier cambio en nuestra voz consultar a un licenciado en Fonoaudiología o médico otorrinolaringólogo; realizar entrenamiento vocal con un fonoaudiólogo especializado en el área; prestar atención a cambios hormonales, alergias, estrés; reconocer, evitar y eliminar situaciones de abuso vocal como gritar o hablar en ambientes ruidosos; cansancio vocal, ronquera; cansancio al hablar. pero sobre todo ante cualquier disfonía con más de 10 días de evolución consultar con un médico.
Háblanos de ti, de tu formación, de tu labor docente y de tus referentes.
Soy licenciada en Fonoaudiología, egresada de la Universidad de la República, facultad de Medicina en el año 2009. Soy la primera instructora en el Método Neira para el tratamiento de disfonía, tanto en Uruguay como en Hispanoamérica. Estudio que realicé en Buenos Aires, Argentina, en 2013. Soy máster en Trastornos de la Voz Hablada y actualmente estoy terminando un máster en Música y Artes Escénicas. Mi labor docente es extensa: desde el 2006 trabajo como asistente en el área de voz, Unidad Académica Licenciatura en Fonoaudiología, Udelar. También desde el 2008 a la fecha soy docente de Técnica Vocal para el segundo ciclo de la carrera Actuación de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático “Margarita Xirgu”, así como docente de la materia Pedagogía de la Técnica Vocal de la Formación en Docencia de Teatro y Expresión Corporal que se dicta en la EMAD. A su vez soy docente de Técnica vocal en la Universidad Católica del Uruguay, con sede en Montevideo, así como de la Universidad de Montevideo, y soy la fonoaudióloga referente de la Escuela Nacional de Arte Lírico, del Sodre.
Tengo varios referentes. Esmeralda Escuder, Raquel Pierotti y Natalia Zimarioff, en el canto y sin dudas mi mejor maestra: mi madre, la Lic. Fga. Sara Dufau, pionera de la educación de la voz en nuestro país y gran referente a nivel nacional e internacional.
¿Cómo te ves de aquí a cinco años? ¿Con el apoyo de la IA?
Es una buena pregunta. Me veo estudiando, enseñando lo que sé, he aprendido y generado en casi 20 años de trabajo y estudio, compartiendo con grandes maestros del teatro nacional y cantantes. Aristóteles decía: “Educar la mente sin educar el corazón, no es educación”. Educar y enseñar la técnica vocal, poniendo el corazón y compartiendo mi saber, a quienes se interesen en aprender y sobre todo comprender lo que te planteaba al principio, que la voz es una forma de ser y no de tener.
¿La postura, la conformación dentaria o del paladar, el uso de la lengua determinan una buena emisión y dicción?
En esta pregunta hay que tener una mirada más global, porque hablamos del discurso del cuerpo en el habla. Las frases cortas y contundentes creo que siempre facilitan la comprensión de mi trabajo. Suelo referirme a que el cuerpo es la casa que tu voz habita y eso es real.
Por tanto, no podemos solo limitarnos a estructuras específicas, sino a todo el individuo. En la emisión se pone en juego la actitud postural, los ademanes de brazos y manos, posición de la cabeza, la mirada tiene un rol importante en la comunicación y transmisión de la voz, el rostro, los desplazamientos que realizamos…se pone en juego también una comunicación no verbal que puede a veces reforzar el decir o contradecirlo totalmente. Con o sin movimiento, una alteración en los órganos fonoarticulatorios produce alteración en el modo y punto articulatorio de los fonemas, así como de la calidad de la emisión.
Se trata entonces de lograr una armonía corporal para lograr una expresión vocal sin esfuerzo.
¿Qué diferencias hay entre la voz hablada, la voz cantada y la expresiva? ¿Hay que cantar con una sonrisa dibujada o la boca en una “A-O”?
Para responderte esta pregunta debemos comenzar por aclarar algunos conceptos. La voz es una sola que tiene diversos usos. Partimos que si la persona usa su voz como sustento ya es un profesional de la voz. Desde un docente, un cantante profesional o callejero, un vendedor ambulante o de un comercio. O sea: usa su voz como medio de trabajo para su sustento. Ahí podemos dividir en dos grupos de acuerdo con los usos que se realizan de la misma a los efectos de nuestro trabajo. Voz Artística y Voz Ejecutiva. Actualmente hay algunas profesiones como maestros profesores de educación inicial que están dentro de ambas categorías.
Es decir que la voz es una sola y dependiendo del uso que le demos a los efectos de nuestro trabajo, y dependiendo de la persona, sus objetivos, sus fortalezas y debilidades diseñamos un plan de intervención vocal acorde a eso. Insisto en este tema, no podemos dividir la voz hablada de cantada expresiva porque parte de un solo individuo, que a los efectos de su trabajo realiza diferentes usos. Por tanto, de acuerdo con sus necesidades, expectativas y fortalezas se diseñará ese plan de intervención vocal ajustado a lograr una voz eficaz acorde al uso que se realice de la misma y sin realizar esfuerzo vocal. Siempre se toma como referencia a grandes maestros quienes han dejado un gran legado de conceptos y formas de trabajar.
¿Qué has modificado en todos estos años de ejercicio de la profesión? ¿Qué te falta concretar aún?
En este sentido he modificado muchas cosas. Estoy en formación constante, porque la voz y las formas de trabajo han variado mucho. He creado mi forma de trabajo, diseñando mi propio método de planificación vocal, teniendo en cuenta la ergonomía vocal en donde trato de crear conciencia de que la disciplina de trabajo y la constancia es lo que nos da el resultado esperado. Y que hay que crear no rutinas de trabajo, sino implementar el calendario vocal, en donde se trabaje a diario los diversos aspectos que la persona necesita y que los pueda incluir en su día a día. Una idea que estoy elaborando es escribir un libro con mi metodología, que espero pronto pueda concretar.
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