De plantas y animales. Acercamientos literarios. Ida Vitale. ESTUARIO EDITORA. 334 págs., $650. 2003, 2019, set 2021.
No somos devotos del sistema decimal pero Ida Vitale cumplió 99 años la semana pasada. En algo poco frecuente en una sociedad como la nuestra, en la que es difícil un reconocimiento en vida a sus mejores hijos, los homenajes a la escritora clave de la “Generación del 45” están haciendo honor a su extensa trayectoria intelectual.
A nivel internacional el reconocimiento se ha visto reflejado en un extenso listado de galardones: Premio Octavio Paz (2009), Premio Alfonso Reyes (2014), Premio Reina Sofía (2015), Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2016) y el Premio Cervantes (2018) al valorar “su lenguaje, uno de los más reconocidos en español”.
Si bien es cierto que la mayoría la identificamos por su voz poética, definida por su carácter esencialista e inscripta en la tradición de la vanguardia histórica americana, su labor se extiende asimismo en los campos de la traducción, el ensayo y la crítica literaria.
“De plantas y animales” es un mágico ensayo que permite avizorar la naturaleza circundante con otra mirada. Cada ser vivo amerita una recopilación de tradiciones orales mínimas, textos literarios consagrados o leyendas surgidas en la noche de los tiempos. A la usanza de los antiguos bestiarios medievales, el lector se sumerge en un universo en el que la vida en sus múltiples expresiones es el centro.
“Cuando en la adolescencia leí a Nietszche y supe algo de su vida, me conmovió su locura final cuando compadecido ante un caballo de tiro maltratado por quien lo guiaba, le abrazó la cabeza y lloró con él como con un hermano. La excesiva emoción, expresada de un modo poco usual correspondió, se ha dicho, a un sobresalto del desequilibrio que lo dominaría a partir de entonces. Me asombró que eso se hubiese visto como un síntoma de locura. La escena podía suponer una inflexión de la sensibilidad, aunque por entonces solo se manifestara en espíritus nada comunes. Poco antes, alguien muy prestigioso en ese momento, Proudhon, ironizaba sobre el retorno a la antigua alianza y sobre el respeto oriental hacia los animales. Sin embargo, poco a poco, una nueva forma de asumir las relaciones con ellos recorrería, también ella, Europa”.
Un poco antes, en épocas medievales marcadas por las Cruzadas, San Francisco de Asís predicó por el amor por todas las criaturas del Señor. Ese ejemplo tenaz de empatía por todo lo viviente habita en esta obra, donde un pertinaz trabajo erudito recupera textos e historias que no pueden perderse.
Alberto Savinio es citado por un párrafo de Ascolto il tio cuore cittá (en el cual se relata los bombardeos contra hipotéticos objetivos militares que destruían mucho más que un aeropuerto o estación de ferrocarril). “El espíritu franciscano no ha muerto. La noche del 16 de agosto de 1943, bajo las bombas de dos mil toneladas que martilleaban Milán, un frailecito salió a las calladas del convento de Piazza Sant Angelo y con un cucharón de madera recogió los peces rojos de la fuente del Poverello y los puso a salvo. Esto en tiempos de la violencia triunfante y mientras el hombre es seguido, humillado, encarcelado, torturado, deportado, asesinado con indiferencia y desenvoltura.
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