El viernes 3 de junio se declaró Monumento Histórico Nacional el Edificio Artigas, ubicado en la esquina noroeste de las calles Rincón y Treinta y Tres en Ciudad Vieja de Montevideo.
El acto supone un reconocimiento a un edificio singular del casco histórico de la ciudad y pone en relieve la preocupación del Ministerio de Cultura por salvaguardar y conservar el patrimonio artístico del país.
Son muchas las características que hacen tan particular a este edificio, que es el único exponente del Manhattan Art Decó en Uruguay. Tiene la silueta característica de los rascacielos neoyorquinos, con ornamentos originales en aluminio fundido traídos de Estados Unidos, del mismo tipo que los que podemos ver en el Radio City Hall o el Empire State Building, de hecho, los realizó el mismo fabricante.
La historia de la construcción del edificio comienza con la política de Estado de Estados Unidos llevada a cabo por el presidente Eisenhower para América del Sur, como ayuda a los aliados de la Segunda Guerra Mundial, desde el punto de vista económico a través del desarrollo de implantación de empresas para la fabricación de aquellos productos básicos que escasearon durante la guerra por la dependencia de las importaciones de Europa.
Para ello cursó invitaciones a empresarios del país y facilitó el transporte aéreo para viajar y ver las posibilidades de inversión. Henry Lutcher Brown, hombre de visión a largo plazo, aceptó el reto y eligió a Uruguay para establecerse dadas las condiciones culturales del país con una larga trayectoria de estabilidad democrática y económica. Enamorado del campo uruguayo, compra una estancia en el Departamento de Soriano, en Cardona, Santa Emilia, que será su residencia en Uruguay, donde se dedica al ganado y la caza.
En 1946 creó la Compañía Agrícola e Industrial del Norte S.A. (CAINSA), que cultivaba lino, girasol y caña de azúcar, y en 1967 la empresa Central Lanera Uruguaya, ubicada en Soriano. A la vez decidió construir una fábrica de celulosa y papel, CICSSA (Compañía Industrial del Sur S.A.) en Camino Carrasco, bajo la dirección de su hijo, Lutcher Frederick Brown. Dado el emprendimiento de alto riesgo, involucró al National City Bank del que era accionista, ideando la sucursal en un edificio de nueva construcción de gran tamaño representativo de la entidad, que fue financiado por el banco y por el propio H. L. Brown.
El lugar elegido para construir el edificio fue en la calle Rincón, frente a lo que hoy es el Edificio Artigas Garage, también de estilo Art Decó, construido en 1931, proyecto de los arquitectos Daniel Rocco y Jacobo Vázquez Varela. Este edificio fue comprado por H. L. Brown y transformado en un estacionamiento de coches. Había un proyecto destinado a construir un túnel que conectara el edificio Artigas con el garaje. Este se presentó en 1946 al Municipio, pero este no concedió la autorización, por lo que no llegó a realizarse.
El Edificio Artigas se construyó entre los años 1947 y 1950, con todos los detalles técnicos para albergar la sede del banco. Originalmente fue diseñado para oficinas en los pisos superiores, y en la planta y subsuelo para la sede del banco en Montevideo. En el piso 12 tenía su oficina Henry Lutcher Brown.
El arquitecto y diseñador, Aaron G. de Alexander, también era norteamericano; tenía su oficina en New York y era especialista en edificios destinados a empresas y bancos. Fue el encargado de desarrollar las sedes para el City Bank en varias capitales sudamericanas. Fue proyectado para Montevideo desde Nueva York y aunque realizó cuatro viajes, la dirección de la obra corrió a cargo del ingeniero uruguayo Horacio García Capurro que adaptó el proyecto a las condiciones del espacio local, y dirigió la obra de 51 metros de escalonados volúmenes. El particular retranqueo de su volumetría en altura, nos recuerda a los rascacielos escalonados que caracterizan a la ciudad de Nueva York.
También se destaca un espacio en la calle más amplio de la acera, con árboles que ayudan a dar una sensación de holgura y en el que se encuentran unas esculturas metálicas de Octavio Podestá y Enrique Broglia, en la calle Rincón, y un mural constructivo de Manuel Pailós en la medianera del edificio junto al edificio de la calle Treinta y Tres, que se incorporaron en el año 2002 y resaltan la importancia del edificio, que se pasó a denominar Paseo Cultural Rincón.
En el dintel de la puerta principal de ingreso al edificio se encuentra un relieve de Zorrilla de San Martín en bronce de José Gervasio Artigas, realizado en 1950, rodeado por hojas de laurel con las fechas de nacimiento y muerte del prócer, y en la otra puerta otro en mármol realizado por Heber Ramos Paz en 1990.
El proyecto y la construcción implicó la importación de varios elementos tecnológicos novedosos, como la instalación de conductos verticales de mensajería por aire comprimido, hoy sin uso, bebederos de acero inoxidable en las plantas de oficinas, sistema de refrigeración, y con una bóveda de valores para el espacio que debía ocupar el banco de importantes dimensiones y seguridad.
En cuanto a la decoración, los diseños propios del Art Decó, como piezas de aluminio fundidos, spandrels, que se colocan como antepechos intercalados en vertical, acentúan la visual de altura, o como los altos zócalos de mármol en la fachada, muy desarrollados en Estados Unidos en décadas anteriores. Todo el edificio está realizado con materiales de alta calidad, con elegantes elementos de diseño que contribuyen a una magnificencia del mismo nivel que sus homólogos neoyorquinos.
Para el hall del antiguo local del banco, el artista texano Wayman Adams realizó una pintura al fresco, de 8 x 3 metros, dedicado a José Artigas y a la ciudad de Montevideo.
El espacio de ingreso al edifico tiene en la pared frontal una frase grabada sobre el mármol travertino que reza así: Este edificio fue construido por Henry Lutcher Brown en homenaje al Uruguay 1950.
Cuando el National City Bank dejó de arrendar el espacio del Edificio Artigas en 1962, este fue arrendado por diferentes empresas.
En 1970 fallece Henry Lutcher Brown a los 74 años, dando lugar a que en la sucesión, mayormente norteamericana, se venda el edificio a un particular.
En 2019, el espacio de la bóveda de valores, por decisión de los administradores del edificio, en el primer subsuelo pasó a ser un espacio cultural/galería de arte con el nombre de “ECEA Espacio Cultural Edificio Artigas”. En ella se organizan exposiciones destinadas a dar a conocer los artistas uruguayos, encomiable labor en defensa de la cultura uruguaya.
El Edificio Artigas se ha convertido en uno de los edificios representativos de Montevideo, de obligada visita para cualquier visitante de la ciudad.
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