Recuerdo cuando durante una clase en la escuela universitaria de música, hace ya cuatro años, el docente más apacible y cálido de la escuela, sentado frente al piano con “Las siete notas de la escala” de Jaurés Lamarque-Pons, decía con un notorio enojo: “No puede ser que otra vez se lo relegue a Lamarque. ¡Son sus 100 años! Pero como justo coincide con los 100 años de “La cumparsita”, ¡otra vez no va a haber espacio para homenajearlo!”. No sé si fue ahí o él ya lo tenía planeado, pero ese año salió el disco “Montevideanos”, donde participó él, Sergio Fernández Cabrera junto con Ignacio Correa haciendo una versión arreglada para dos guitarras de la obra que nombré al principio.
En lo popular está todo contenido
Lamarque decía: “No tengo interés en adelantarme a mi época, la vanguardia en sí misma no me interesa. En lo popular está todo contenido, solo hay que saber encontrarlo. Yo soy, de lo cual me siento muy orgulloso, un obcecado nacionalista. Creo sinceramente que ese es el punto natural de partida de toda la música hecha o por hacer… Se debe llegar al universalismo por el mejor de los nacionalismos”.
La inspiración de este compositor en nuestros tangos, milongas y candombes nos trajo una vasta producción de música nacionalista de la mejor calidad, desde su “Suite de Ballet según Figari” o sus concertinos hasta la obra de la que quiero hablar hoy, “Las siete notas de la escala: Serie de 7 Milongas Rioplatenses y 7 tangos para piano”.
Esta serie es en sí un ciclo pedagógico. Hay una expresa intención del autor de dejarle a los estudiantes de este país una serie de obras de corte contemporáneo y a la vez fuertemente arraigadas a nuestra nacionalidad. Están expresadas en un lenguaje de tonalidad desfuncionalizada, quizás poco familiar para muchos, pero logrando una síntesis perfecta de las características de nuestra música ciudadana: su rítmica, su melodía y su danza.
Esta serie de obras nos regala la posibilidad de redescubrir tanto la música contemporánea como nuestros géneros citadinos; estos últimos fueron los que más se decidió a trabajar. Y es que en nuestra imagen nacional donde reina el campo y el gaucho, también necesitamos que haya figuras que valoren lo que sucede en nuestras urbes, el compositor patrio nos dio “Campo” y sus “Tristes”, pero no nos dejó ningún tanguito.
“Y si el encanto y la sencillez de nuestras danzas campesinas fuera insuficiente, ahí está, casi inexplorada todavía, nuestra personalísima música popular, llena de sugerencias rítmicas y melódicas”. J. Lamarque-Pons
En el disco “Montevideanos” del sello “Perro Andaluz” estas obras pasan a ser tocadas a dúo, y creo que Sergio eligió eso no solo para poder ser más fiel a la escritura de Lamarque, sino a su intención pedagógica. Hay que encontrar en estas piezas el juego de melodía y acompañamiento y, en su eterno espíritu de pedagogo, Sergio lo hizo así, mostrándonos el valor no solo musical de la obra, sino que reivindicando su por qué. El disco también contiene cinco piezas de Sergio Fernández Cabrera y “Montevideanos”, de Lamarque, que lo titula, siendo este el primer registro discográfico de ella.
Sergio me habló de lo “guitarristicas” que son las obras de piano que él adaptó, pero que en contraparte la pieza que Lamarque pensó para dos guitarras sigue estereotipos muy pianísticos, quizás esto sea un chascarrillo de Lamarque, que en su sentido del humor se conecta profundamente, aunque los separe medio siglo de diferencia, a Fernández Cabrera.
En ese 2017 Sergio también realizó varios arreglos de estos tangos y milongas para combinaciones a veces extrañas de instrumentos, contrabajo y oboe, trompeta y guitarras, etc. La obra que nos deja Lamarque con el fin de que los estudiantes uruguayos, quizás en su mente solo los pianistas, puedan acceder a este material de estudio, es excedido por el trabajo de Sergio, que nos regala sus arreglos para los instrumentos que sea de este gran compositor cada vez que puede. Quizás ese sea el mayor homenaje a la memoria del Salteño Jaurés Lamarque-Pons.
“Cuando esté muerto, no me crean…es una broma” J. Lamarque-Pons, El País, 1978.
Milonga N°2
En el adjunto video escuchamos Milonga N°2 de “Las siete notas de la escala” de Jaurés Lamarque Pons, con la adaptación de Sergio Fernández Cabrera, ejecutado por Sergio Fernández Cabrera & Ignacio Correa:
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