El arte de hacer amigos. Cómo el Partido Comunista chino seduce a los partidos políticos en América Latina. Juan Pablo Cardenal. KONRAD ADENAUER STIFTUNG. CADAL. 2020.
En el contexto del debate sobre las negociaciones tendientes a establecer un TLC entre China y Uruguay, incrementa el interés de una publicación realizada por el periodista e investigador Juan Pablo Cardenal. Es autor, asimismo, de La silenciosa conquista china (Crítica, 2011) y La imparable conquista china (Crítica, 2015).
El presente trabajo analiza las estrategias planteadas durante las últimas décadas por el Partido Comunista chino para modificar radicalmente la percepción en nuestro continente sobre su sociedad y su modelo político. Y el camino ha sido un acercamiento a todos los partidos, sin distingos ideológicos, lo cual constituye un corolario casi lógico del aserto de Deng Xiaoping; “no importa de cuál color sea el gato, lo importante es que logre cazar ratones”.
Juan Pablo Cardenal asume la necesidad de denunciar en forma sistemática dicho proceso. Y lo primero que señala es una política clara de “divulgar una imagen amable de China y promover la equivalencia moral entre el PCCh y los partidos políticos democráticos de Occidente” y que cierra un objetivo central: que las diversas elites asuman en forma acrítica “un modelo eficaz de desarrollo sin democracia”.
“Ahora, tras cuatro décadas de crecimiento vertiginosos al abrigo del llamado capitalismo rojo, los líderes comunistas no solo están convencidos de que su modelo es el idóneo, sino también que el occidental no es el mejor. Y, por lo tanto, a la vez que el régimen promociona de forma subliminal su modelo, se abren paso críticas cada vez más explícitas contra el ‘anticuado’ sistema de partidos democrático-occidental que ‘solo representa a una minoría selectiva’ y cuyos defectos están ‘destruyendo la sociedad occidental’. Los supuestos éxitos de Pekín en su batalla contra el covid-19 y a la pobreza sirven de coartada al PCCh para exhibir ante terceros el buen ejercicio de sus responsabilidades e ‘iluminar al mundo entero’. Mucho del creciente rechazo de Pekín a las recetas occidentales aconteció con la llegada al poder de Xi Jinping en 2013 y se plasmó en una circular interna del Comité Central de ese año, conocida también como el ‘Documento número nueve’. Un rechazo que incluye una retórica cada vez más agresiva. En dicha circular se rechazan de plano, por ‘falsas’, las tendencias ideológicas de corte occidental –entre otras, las democracias constitucionales, los valores universales y los derechos humanos, la sociedad civil o la libertad de prensa- y se prohíbe su defensa a los cuadros del partido. Este documento, corroborado por la actuación y narrativas tanto del PCCh como del Estado chino, es un claro indicio de que la segunda potencia económica del planeta no será, al menos a medio plazo, una democracia liberal. En América Latina y en el mundo en desarrollo, e incluso en ciertos ámbitos de Occidente, no faltan voces entre las élites que ven en la modernización de China de los últimos cuarenta años la prueba evidente de que el desarrollo sin democracia es posible. A esta idea se suma la percepción de que las democracias no están siendo capaces de dar respuestas a los desafíos de nuestro tiempo”.
El Maestro Vaz Ferreira enseñaba los peligros de las falacias y la primera que señalaba era la “ad hominem” que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor. Pero también, y especialmente para contextualizar la lectura de El arte de hacer amigos, es pertinente señalar que es una coedición entre la Konrad Adenauer, fundación alemana de valores social cristianos, liberales y conservadores y por otro lado CADAL. Una fundación privada (Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina) con sede en Argentina pero que es financiada desde Atlas y otras instituciones privadas y públicas norteamericanas, muy comprometidas con el libre mercado.
Por ende, una guía de lectura básica apunta a que tanto centros en EE.UU. como en Europa tienen claramente asumidos el desafío chino y han salido a dar batalla.
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