Según sus organizadores, la misión de Jazz a la Calle es promover y difundir la música como herramienta para el desarrollo humano y social. A través de actividades culturales y educativas, se crean espacios de encuentro, formación y apreciación musical, contribuyendo al crecimiento personal y colectivo de su comunidad. Para saber más de este singular movimiento que ya va por su 17ª edición, entrevistamos a su socio fundador Horacio Acosta
Para comenzar te vamos a pedir una breve presentación.
Soy músico, compositor, cantante, jinglista y arreglador. He recibido formación en guitarra clásica, guitarra jazz, piano, canto y trombón a vara. Tengo aprobada la mitad de Tecnología en Jazz y Música Creativa a nivel terciario. He trabajado y recibido formación como músico en Uruguay, Argentina, México, entre otros países. Actualmente soy jubilado bancario.
¿Cómo te vinculaste con Jazz a la Calle y cuál es tu relación actual?
Soy fundador del movimiento.
¿Hay una comisión directiva, elecciones, socios?
Sí. El Movimiento Cultural Jazz a la Calle es una asociación civil sin fines de lucro con personería jurídica, de la cual he sido el presidente cuando su creación y en dos oportunidades posteriores. Actualmente, si bien integro la comisión directiva titular, ocupa la presidencia la doctora Nancy Fondado. Hasta este año las elecciones se realizaban anualmente. A partir de ahora y de acuerdo con una modificación estatutaria pasan a ser cada tres años. Contamos con unos 500 socios, aproximadamente, en diversas categorías.
Del 11 al 19 de enero de 2025 se llevará a cabo el 17º Encuentro Internacional de músicos Jazz a la Calle, en Mercedes, Soriano. ¿Qué puedes adelantarnos de esta nueva edición?
Las postulaciones para este año, al igual que en años anteriores han sido muy numerosas, desde una gran diversidad de países y con un nivel de calidad excelente. Actualmente esperamos al comité de viabilidad, que es quien gestiona y coordina la llegada de los músicos para dar a conocer la grilla 2025.
Jazz a la Calle comenzó en 2007. ¿Cómo fueron esos inicios? ¿Cómo se formó este movimiento cultural en Mercedes? ¿Qué había allí para que se iniciara?
El Movimiento ha tenido desde el comienzo, el objetivo de formar músicos, calificados técnica, ética y estéticamente para abordar cualquier género popular, desde una perspectiva laboral, artística o recreativa. A diferencia de otras instituciones, este movimiento ha puesto su mayor énfasis en la generación de público para obras de abordaje complejo. No existe posibilidad de trabajo y divulgación de proyectos de calidad con oportunidad de éxito si no existe una demanda que provea un sustento económico. Así es que fundamos una estructura educativa popular y académica en tres estrategias importantísimas que determinan la sostenibilidad del proyecto:
A) Escuela de música (con una impronta absolutamente innovadora).
B) Generación de público (a través de conciertos didácticos gratuitos en diversos ámbitos como teatros, escuelas, liceos, etcétera).
C) Encuentro anual internacional de músicos; con una diversidad enorme de actividades y acciones conducentes a la formación en general, y una cercanía muy estrecha al hombre común de la calle, que no cuenta con idoneidad en el tema.
Lo que realmente originó este movimiento fue el abandono sistemático del estudio de la música a nivel masivo. Esto genera grandes problemas de relacionamiento intrapersonal, déficit atencional y, por ende, una notoria merma de la inteligencia y felicidad colectiva de una comunidad. Cuando un grupo importante de vecinos con notoria sensibilidad hacia las artes comenzó esta titánica y quijotesca tarea, la cantidad de estudiantes de música era ínfima. Hoy la estimamos en más de 2000 estudiantes activos distribuidos en varias escuelas de carácter público y privado, con una gran diversidad de enfoques. Contando con la Licenciatura en jazz y música creativa de UTEC como el órgano rector máximo de estos institutos.
¿Qué músicos concurren a cada encuentro? ¿De dónde provienen? ¿Se reiteran nombres? ¿Uds. invitan o funciona el boca a boca?
La convocatoria se hace a través de las redes sociales a mediados de julio de cada año. El Movimiento se reserva el derecho de invitar a muy pocos músicos por razones afines con sus objetivos y que, por alguna razón, muy justificada, no lograron postular. Pero el proceso habitual es el autorregistro de las bandas en nuestra plataforma de inscripciones, adjuntando el material que allí se exige. El Movimiento designa entre 8 y 10 curadores internacionales con especializaciones en diversos géneros musicales, que año a año se renuevan. Ellos cumplen la exhaustiva misión de generar un ranking personal según su leal saber y entender. Dichos rankings se compatibilizan automáticamente en nuestra plataforma, que a su vez remite dicha información técnico-musical, al Comité de viabilidad antes mencionado. Dicho comité también intenta evitar la reiteración de músicos de encuentros próximos pasados. Ese material que va quedando asentado en la plataforma, es usado por el comité de recepción, el área de voluntarios, el comité de traslados, alojamientos y alimentación para finalmente llegar a manos de las madrinas y padrinos asignados a cada banda, que cumplen la misión de nexo entre los músicos y las distintas áreas de la organización.
¿Cómo lo vive la gente, los vecinos de Mercedes o los que vienen de otros lugares? ¿Cuáles son los preferidos? ¿Todos los encuentros son abiertos, gratuitos y libres?
Los encuentros y todas sus actividades son de acceso libre y gratuito. Actualmente Mercedes cuenta con un público muy idóneo y ávido de consumir esa variedad infinita de géneros que se alinean con la formación jazzística. No obstante lo cual, también el público extranjero, nacional e internacional que llega sabe perfectamente a qué viene, ya que en su mayoría son músicos o estudiantes de música de cualquier franja etaria, lo que convierte los conciertos en un gran deleite para los músicos que suben al escenario.
El espacio de convivencia humana resulta muy difícil de describir con palabras, ya que refiere a un altísimo grado de intelectualidad, afectividad y valores. Muchos esperan todo el año este momento, como un clímax de felicidad y regocijo inexplicable.
¿Hay apoyos estatales o privados?
Jazz a la Calle es declarado de Interés Nacional año a año y gracias a ello Mercedes fue declarada Capital Nacional del Jazz mediante la Ley 19.191 promulgada en 2014. Estos títulos no son un mero adjetivo, requirieron un exhaustivo trabajo de documentación y justificación por parte de la Institución y de los parlamentarios que lo propusieron. Por esta razón y desde el inicio, nos han apoyado todos los gobiernos nacionales y departamentales a través de diversas herramientas jurídicas y económicas. En la conjunción del sponsoreo público y privado, más la cuota colaborativa de los socios, los aportes estudiantiles y otras contribuciones solidarias hemos llegado a un equilibrio sostenible. ¿Si estamos satisfechos? Por supuesto que no. Creo que recién hemos llegado al pie de la montaña. Sin embargo, a través de charlas y visitas a otros territorios en forma presencial o virtual, podemos decir con orgullo que comienzan a generarse los primeros circuitos o rutas de jazz desde Rocha en Uruguay, hasta Entre Ríos y Santa Fe en Argentina. Esto que era una quimera hace 18 años atrás hoy significa la creación de alrededor de 12 encuentros de músicos de jazz, escuelas de música y todo lo que implica en poblaciones pequeñas encender una llama desde lo emocional, intelectual y lo económico.
Obviamente se crea una corriente de público que derrama en los comercios y servicios. ¿Está estudiado a nivel socio económico este fenómeno?
Sí, se han realizado estudios académicos y otros no tanto que demuestran la movilización de una cantidad de factores, de los cuales el menos importante para nosotros, y por ahora, es el resultado económico; a pesar de que Jazz a la Calle está considerado el evento más importante a nivel turístico en Soriano, pensamos que aún no existe la suficiente inversión para desarrollar ni una mínima parte de su potencial.
¿Hay conexiones en el exterior con eventos similares o instituciones vinculadas al jazz que patrocinen o manden representantes a este encuentro? ¿Qué es lo que más valoran los participantes?
Sí. Por supuesto que los hay. Sobre todo en triangulación con la UTEC y su Licenciatura en Jazz y Música Creativa, instalada en Mercedes desde 2017 a instancias de Jazz a la Calle. En general son contactos con Instituciones similares de otras partes del mundo con quienes realizamos permanentes intercambios, el Herbie Hancock Institute of Jazz de Estados Unidos, la Universidad de Hamburgo, la Universidad Veracruzana de México, entre otras más cercanas de Argentina, Brasil y Chile. Los participantes en general son quienes disfrutan más y destacan el ámbito de desarrollo humano que a menudo identifican como único en el mundo.
La improvisación es una característica del Jazz ¿Priorizan las JAM? ¿Cómo las organizan o planifican?
Obviamente que la improvisación es el objetivo principal del jazz y de nuestra prédica constante. En Mercedes, si bien no hay un circuito netamente comercial de jam sessions (es uno de los atractivos turísticos proyectados para todo el año), casi todos los días de la semana existen en ámbitos privados, generalmente estudiantiles. Durante el encuentro de enero se jamea en la calle, en varios lugares, no obstante lo cual existe una institucional que va desde la finalización del escenario central (00.00 horas aproximadamente) hasta las 4 de la mañana. Y desde ahí en adelante abre otra en Anyway que es un restaurante especializado en música en vivo, y va hasta el amanecer.
Más allá de los escenarios, ¿hay talleres, clínicas y clases abiertas? ¿Además hay muestras mensuales en forma permanente?
Si, hay una movida constante y paralela de carácter educativo que va desde las 9 de la mañana hasta el mediodía, con un break hasta las 14hs y desde ahí a las 18hs aproximadamente. Luego a las 19.30/20.00hs comienzan los toques callejeros que terminan cuando comienza el escenario central. La información de todo lo que sucede, más algunos mapas y recomendaciones se publica en nuestra web cuando esté todo coordinado (en diciembre aproximadamente).
En el 2017 se inició una tecnicatura de 3 años en la UTEC de Mercedes de 3 años con 10 estudiantes y actualmente (desde 2022) es un Licenciatura a la que concurren estudiantes de Soriano, Río Negro, Paysandú, Colonia, Rocha, Rivera, Salto y Montevideo, además de algunos de Argentina, Cuba y Guatemala. Háblanos del vínculo entre la tecnicatura, actual Licenciatura de la UTEC, con Jazz a la Calle.
La tecnicatura es una titulación intermedia que brinda herramientas más que suficientes para poder trabajar profesionalmente en el mercado de la música popular en general. Y la Licenciatura ya está dirigida a disciplinas específicas, como Sonido, Producción, Performance, etc. Desde la Escuela de música de Jazz a la calle, preparamos en uno de nuestros cursos llamado Epreiu, a los estudiantes que deciden abordar la carrera terciaria en UTEC. Hoy en día todos los docentes de nuestra escuela de música son egresados o están cursando dicha Licenciatura en Jazz y Música Creativa, lo cual nos posiciona como la mejor opción entre varias que existen en la ciudad para acceder a ello. Hemos gestionado ante UTU, la creación de un bachillerato de música para Mercedes, que además de las materias estándares de un bachillerato, suma unas 6 o 7 materias de música. En general quienes deciden postular a UTEC, hacen el Epreiu y ese bachillerato de UTU.
El edificio de la UTEC en Mercedes sumó un auditorio y dos salas de grabación además de equipamiento y según Federico Lazzarini, coordinador de la carrera, “cada vez somos más los que trabajamos para el jazz local” ¿Crees que Jazz a la Calle debe seguir en la actual dirección o deberá readaptarse de acuerdo con las expectativas y a todo lo que ha venido generando? ¿Deberá ser cada vez más internacional? ¿Más local? ¿Más volcado a lo profesional, a lo formativo? ¿Qué te pide la gente? ¿Y los músicos?¿Cómo avizoras su evolución de acá en más? Tú ¿qué desearías?
Jazz a la calle y UTEC, trabajan en forma muy coordinada un trayecto educativo, que recibe niños de 4 años en adelante y a través de varios cursos muy específicos, nos dedicamos a generar un semillero lo más amplio y diverso posible. Contamos con docentes y todos los instrumentos necesarios para una big band de jazz, pero además violín, viola, violoncelo y contrabajo, coros, etc. acompañando a los estudiantes hasta que terminan el bachillerato e ingresan en la UTEC, si es que deciden profesionalizarse.
Reitero que para Jazz a la Calle y para mí, a modo personal, lo primordial es generar público, para que los músicos profesionales académicos que abracen esta vocación tengan una demanda importante que les permita desarrollarse en su propia región. Este objetivo tan aparentemente inalcanzable como indispensable, no ha sido bien encarado por las grandes escuelas de música citadinas en el mundo entero.
Jazz a la Calle permanece en una búsqueda racional y estratégica constante para ese objetivo, obteniendo un éxito relativo que permite avizorar grandes transformaciones socioculturales en un futuro no lejano. Por eso los diseños curriculares tanto de jazz a la calle como de UTEC abordan una cantidad de ítems que van más allá de lo técnico musical y que han sido pensados para sembrar en sus egresados, un compromiso insoslayable como agentes culturales potentes, pasibles de imitación; seres mediáticos conscientes de que no solo su música, sino su actitud en general, pesan en la opinión pública mucho más de lo que parece.
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