El futuro del capitalismo. Cómo afrontar las nuevas ansiedades. Paul Collier. DEBATE, 350 págs. Julio 2020. $690.
Si en “No society: El fin de la clase media occidental” de Christophe Guilluy había un análisis desde Francia sobre la actual implosión social y política, en el ensayo del economista británico Paul Collier tenemos un estudio crítico sobre el desplome de los modelos socialdemócratas y el posterior fracaso tanto del neoliberalismo como de los modelos que genéricamente se definen como progresistas.
“Durante las últimas cuatro décadas, el funcionamiento económico del capitalismo se ha deteriorado. La principal credencial del capitalismo, esto es, mejorar el nivel de vida para todos de forma ininterrumpida, ha quedado en entredicho, pues mientras sí ha cumplido con algunos, ha ignorado a otros. En Estados Unidos, el corazón emblemático del sistema, la mitad de la generación nacida en la década de 1980 está rotundamente peor que la generación de sus padres a su misma edad. Para ellos el capitalismo no está funcionando. Dados los enormes avances en tecnología y en políticas públicas ocurridos en 1980, el fracaso es asombroso. Con estos avances, que a su vez dependen del capitalismo, hubiera sido por completo factible que todo el mundo llegara a estar sustancialmente mejor. Y sin embargo, ahora una mayoría espera que la vida de sus hijos sea peor que la suya”.
Los ciudadanos que han recibido educación que les permita trabajar en la nueva economía digital y que a su vez vivan en metrópolis privilegiadas en la globalización disfrutan, en primera instancia de los beneficios del modelo. Pero son una ínfima minoría. “El resentimiento de quienes tienen menos estudios no está exento de temor. Reconocen que los que tienen una buena educación se están distanciando, social y culturalmente. Y concluyen que tanto este alejamiento como la aparición de grupos más favorecidos, percibidos como acaparadores de las mejores prestaciones, debilitan su propia pretensión de ayuda”.
Collier, un claro exponente de los círculos liberales universitarios ve con desconfianza a los diversos movimientos políticos que traducen este enorme malestar social y político. Pero es más escéptico todavía de las bondades de tecnocracias que tienen un manual elaborado desde su Olimpo. Y es rotundo en aseverar que dicha clase intelectual, tanto en su presentación neoliberal como progresista, no es la solución.
Un texto para estudiar, discutir y evaluar.
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