El gaucho Antonio Rivero. La mentira en la historiografía académica. Mario Tesler. A. PEÑA LILLO editor srl. 405 págs, 1971. Buenos Aires.
En 1966 el ámbito de los estudios históricos fue definido por la polémica sobre la figura prácticamente ignorada en la historia oficial de un gaucho analfabeto llamado Antonio Rivero, del cual las escasas referencias bibliográficas existentes eran en torno a su actuación en las Islas Malvinas en el momento de la agresión norteamericana en 1831 y la posterior usurpación por los ingleses en 1933.
El 19 de Abril de 1966, la Academia Nacional de la Historia a conocer el dictamen, a partir de las investigaciones de Caillet-Bois y Burzio, sobre la persona y actuación de Antonio Rivero. Sostuvo que “no corresponde el homenaje proyectado” al no existir un “móvil patriótico” en el levantamiento de Rivero y sus gauchos. “Lo cierto es que el gaucho Rivero, con otros delincuentes y gauchos atacó a mansalva a los ingleses de la colonia de las Malvinas… En ningún documento de aquella época se deja constancia de que hubiera interés del gobierno argentino por estas islas. El motivo fue económico; el gaucho Rivero vendió reses… le pagaron en papel moneda…ellos querían plata…”
Frente a este ejemplo de flagrante cipayismo, la obra de Tesler realiza un exhaustivo cotejo de todas las fuentes documentales, no sólo las británicas, tan proclives a calificar de bandidos “a todos aquellos que se sublevan contra el gobierno de Su Majestad Británica? ¿Acaso no fueron motejados de bandidos los colonos de Norteamérica que seguían a Washington? …para citar a otro ejemplo entre cientos, no recibieron ese calificativo los patriotas irlandeses?”
Pues sí hubo un conjunto de gauchos e indígenas de insólita estirpe charrúa (no olvidemos que eran originarios de las actuales Provincias de Santa Fe y Corrientes, habiendo sido empujados a la Banda Oriental en sus continuas confrontaciones con los guaraníes) que se levantaron en armas frente a los ingleses, que sí cambiaron la Union Jack por una bandera blanca y celeste y que durante meses tuvieron en jaque a los británicos hasta que llegaron refuerzos en de la Royal Navy. Y que fueron capturados y juzgados por sublevación y asesinato en Londres pero el juez británico dictaminó que no era su jurisdicción por ser un territorio no metropolitano siendo deportados a un puerto en el que campeaba a sus anchas la flota británica: Montevideo.
Un excelente libro para acercarnos a la Historia real, con sus luces y sus demasiadas oscuridades interesadas.
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