El general Eugenio Garzón. Soldado de la independencia americana. Telmo Monacorda. IMPRESORA URUGUAYA. 1931. 326 págs.
Pocas figuras de nuestra historia definen tan cabalmente el ideal de la libertad como objetivo central para toda la Patria Grande. Nacido en 1796, testigo de las Invasiones Inglesas (su padre es uno de los voluntarios en esa gesta épica), participa en la Batalla de las Piedras, en la Redota y en el Campamento del Ayuí. Cruza el Río Uruguay para participar bajo las órdenes del Gral. San Martín en el “Ejército de los Andes”, el que luego de Cancha Rayada y Maipú consolidará la liberación de Chile conjuntamente con Bernardo O´Higgins.
Pero su retorno a las Provincias Unidas lo implica indefectiblemente en las luchas entre unitarios y federales. Acusado conjuntamente con otros oficiales orientales de complotar a favor de Artigas, es arrestado y relegado a Mendoza. Nuevamente es llamado por San Martín, cuya espada jamás fue blandida contra un americano, para participar en la campaña definitiva contra las fuerzas realistas en América: liberar Perú. Es ascendido a Capitán, siendo ayudante de campo del propio Gral. San Martín. Permanecerá en Perú, bajo las órdenes del propio Bolívar y participará en la Batalla de Ayacucho que pondrá punto final al dominio español.
Telmo Monacorda, parlamentario, escritor y director del Museo Histórico, describe con un muy personal estilo la devoción americanística de Garzón, brindando un cúmulo de anécdotas que configuran un friso histórico por demás impactante.
Porque Eugenio Garzón se pliega a la Cruzada Libertadora de 1825 en forma temprana y será uno de los comandantes claves en la decisiva Batalla de Ituzaingó que definirá nuestro destino nacional. Claro defensor de la causa federal, se aproxima a Oribe, siendo ministro de Guerra en la primera administración provisoria de Lavalleja. Claro que los crecientes conflictos internos lo arrastrarán a participar en la Batalla del Palmar en la cual, apresado, será liberado con la condición de exiliarse. Participará activamente de las luchas en la Mesopotamia argentina, ahora bajo las órdenes de Urquiza. El final de la Guerra Grande llevará a que diversos actores políticos concuerden en el nombre del Gral. Eugenio Garzón como el futuro presidente de los Orientales, en base a su más que merecido prestigio. Su inesperado fallecimiento impidió tal evento. Permanece incólume su eterno legado americanista.
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