Historia de la emigración vasca al Uruguay en el siglo XX. José Azcona. Fernando Muru Ronda. Inés García Albi De Biedma. MEC. Archivo General de la Nación. 286 págs., 1996, Montevideo.
A partir del proyecto del Gobierno vasco, “América y los vascos”, surge el presente trabajo con el compromiso manifiesto de divulgar el hecho vasco americano, signado por una emigración absolutamente polifacética. Si todos tenemos presente la épica de las primeras generaciones de colonizadores, hay procesos migratorios por razones económicas como los de los balleneros o los ovejeros que definieron nuestro destino productivo. Pero también estuvieron los exilados en el siglo XIX producto de las guerras carlistas. Y a ellos se sumaron luego los emigrados por la Guerra Civil en el siglo XX. Todos ellos y sus descendientes han pasado a ser una de las columnas de nuestra identidad nacional.
El presente ensayo es parte del esfuerzo de un equipo de investigadores de la Universidad de Deusto (Bilbao) que consistió en mapear los procesos migratorios al Río de la Plata, evaluando toda la enorme riqueza social y antropológica, sin perder jamás la enorme multiplicidad de historias que encierra.
“El primer hecho institucional de rebeldía producido en América se llevó a cabo precisamente en Montevideo y entre sus actores y causantes principales se encuentran dos vascos. Es el pronunciamiento del cabildo abierto montevideano de 21 de Setiembre de 1808 que, ante la imposición de la autoridad virreinal del Río de la Plata con sede en Buenos Aires de sustituir al Gobernador de la Plaza Fuerte y Puerto de Mar de San Felipe y Santiago de Montevideo y su jurisdicción que lo era Francisco Javier de Elío por Juan Ángel Michelena –el primero nacido en Navarra y el segundo guipuzcuano–, se adoptó la fórmula ‘se acata pero no se cumple’. Fórmula ésta de arraigada tradición en los Fueros de algunas regiones españolas, sobre todo en las Provincias Vascas, que al tiempo de producirse aquellos hechos eran los únicos que quedaban existentes en la Península Ibérica, ya que al término de la Guerra de Sucesión, Felipe V los había declarado abolidos con excepción de los de Vizcaya, Alava y Guipuzcoa, que han permanecido vigentes hasta el día de hoy”.
Una espléndida investigación para acercarnos a una comprensión profunda de nuestras raíces.
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