Historias de sicarios en Uruguay. Entrevistas y confesiones. Gustavo Leal. DEBATE. 326 págs., julio 2021, $690.
Es el libro que preferiríamos que no hubiese sido escrito. Pero la realidad nos golpea y es inocultable. Uruguay ya no es (¿lo fue en algún momento?) un oasis en un mundo turbulento. Al igual que México o Colombia, hay sicarios.
El origen de la palabra se remonta a la antigua Roma, en latín se denominaba sica a una pequeña y afilada daga que algunas personas escondían en las mangas de la toga y utilizaban para dar muerte a enemigos políticos por orden o contrato.
El sicariato es una acción compleja que involucra premeditación, el contrato para el servicio, la planificación y la ejecución. El asesino a sueldo tiene motivaciones distintas que el autor intelectual, manteniendo cierta distancia emocional con el crimen. “Yo le disparé, pero el asesino no soy yo sino el que me contrató. Si no me daban esa orden y me pagaban no había muerto, así que el responsable es él”, asegura un sicario entrevistado.
Historias de sicarios es “un texto que habla de la muerte, de la desidia, el desamor, y que procura ahondar en la condición humana desde un lugar poco frecuente. Un relato que ilumina sobre lo peor de la sociedad, pero que también intenta dar pistas para entender a sus protagonistas sin que eso implique justificar, aceptar o defender las atrocidades que cometieron”.
“Entrevistar a sicarios y autores intelectuales de homicidios es poner en juego la palabra y el cuerpo como un mecanismo de comunicación determinante. Estremece escuchar, duele preguntar y conocer, genera estupor transcribir y uno siente bronca al escribir estas historias. Este libro refleja solo una parte de eso, porque en los silencios, los gestos, las miradas, los énfasis, las risas y las lágrimas, también hay mucho para desentrañar del mundo sicario”.
Gustavo Leal, sociólogo, consultor internacional, asesor del Ministerio del Interior y director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, aborda seis crímenes acaecidos en nuestro pasado reciente asumiendo el rol de entrevistador a los sicarios y a los autores intelectuales.
Más allá de los debates sobre las políticas de seguridad de las administraciones previas, el presente trabajo constituye un insumo ineludible para todos los que nos duele el contexto social de nuestra sociedad.
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