Regionales
2 de abril de 1982
A pesar de que solo duró dos meses, este conflicto generó grandes repercusiones a nivel internacional, siendo el fracaso del TIAR y la falta de apoyo de Estados Unidos cuestiones importantes para entender las relaciones internacionales de nuestro continente.
El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) es un sistema de defensa continental impulsado en 1947 por Estados Unidos y apoyado por 21 países de todas las Américas. En su artículo tercero, punto uno, afirma: “En caso de un ataque armado por cualquier Estado contra un País Americano, será considerado como un ataque contra todos los Países Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”. Iniciada la guerra y Argentina volviendo a tomar el control de las Islas, pide mediante su canciller, Nicanor Costa Méndez, convocar el TIAR para pedir asistencia de los otros Estados americanos.
La mayoría de los países apoya a Argentina (al menos de manera diplomática) y reconoce su soberanía sobre las islas, además de instar a ambos países de finalizar las hostilidades. Pero el mayor problema fue que el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, no estaba en la última sesión, poniendo en duda el efecto de esa iniciativa. Por otro lado Estados Unidos era también parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), otra alianza defensiva creada en 1949, que también integraba el Reino Unido. Los norteamericanos prefirieron cumplir las obligaciones de la OTAN, acatando la cláusula que indica que cuando un país miembro es atacado, se le debe prestar asistencia. Aunque el TIAR antecedía a la OTAN, no fue de importancia para los norteamericanos a la hora de abandonar a Argentina y apoyar a Reino Unido con logística, información y suministros.
A pesar de estar en guerra con un país mucho más avanzado militarmente y que a su vez contaba con el apoyo de una potencia mundial como Estados Unidos, los argentinos recurrieron al ingenio criollo para dar batalla y los pilotos, mediante vuelos rasantes, lograron dejar fuera de combate a varios navíos británicos. Con misiles franceses Exocet anti buques, estos pilotos volaron a 10 metros por encima del mar para no ser detectados por los radares de alta tecnología británica y estadounidense, logrando hundir o averiar destructores como el “Sheffield o el “Coventry”, lo mismo que fragatas como “Antelope”, “Plymouth” y “Argonaut”. El ingenio criollo y su valor encontraban la debilidad en el poderío inglés. Al final de la guerra la mayoría de las fragatas que Gran Bretaña usó habían sido atacadas por la aviación argentina. Los patriotas que lucharon por recuperar lo ocupado en 1833, apelaron a ese aprendizaje que se forja cuando la carestía es compañera de vida y lograron crear nuevas armas, siendo el mejor ejemplo la creación del ITB por parte del capitán Julio Marcelo Pérez. El ITB (Instalación de Tiro Berreta), fue la adaptación de los misiles Exocet a una plataforma de lanzamiento terrestre (un carretón) que tenía un generador de un viejo reflector antiaéreo que desde instalaciones terrestres de las Malvinas fue usado para poner fuera de combate al Destructor HMS Glamorgan, que venía bombardeando las posiciones argentinas en las islas y además se logró que no se volvieran a atacar las mismas hasta el fin de la guerra. El éxito de la ITB fue estudiado en todos los altos mandos navales a nivel mundial. Luego de finalizadas las hostilidades, los británicos analizaron el ITB que quedó en las Malvinas y se asombraron de que con medios tan rústicos se haya logrado averiar a un buque de guerra tan poderoso. A nivel latinoamericano, solo Perú realmente ayudó a Argentina con aviones, instalaciones y personal, demostrando el verdadero sentir de la patria grande, mientras que por nuestras tierras, muchas personas se prestaron para asistir a nuestros hermanos, a la vez que nuestro gobierno demostró un sentir ajeno a la población y bastante anglófilo, olvidándose de la máxima del Martín Fierro de José Hernández: “Los hermanos sean unidos tengan unión verdadera, porque esa es la ley primera; en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera”.
Se funda la Organización Mundial de la Salud
Internacionales
7 de abril de 1948
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las potencias aliadas tenían gran interés en atender los problemas sanitarios que azotaban a Europa y Asia, por eso en la Conferencia de las Naciones Unidas en San Francisco de 1945 se votó para establecer una nueva organización internacional sobre cuestiones sanitarias. Al año siguiente, en la Conferencia Internacional de Salud en Nueva York, se aprobó la constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual entró en vigor el 7 de abril de 1948. Esta se creó en base al trabajo anterior y la unificación de “L’Office International d’Hygiene Publique”, la Organización de Salud de la Liga de las Naciones y la División de salud de la Administración de Socorro y Rehabilitación de las Naciones Unidas. La primer Asamblea de la OMS fue en Ginebra y estableció las prioridades para la organización: lucha contra la malaria, tuberculosis y cuidados de la salud materna e infantil. También se comenzó a participar y realizar campañas para prevenir y controlar enfermedades como la sífilis y la lepra. Pero su objetivo más ambicioso, decidido al inicio de su creación, fue la erradicación de la viruela, objetivo que se cumplió en 1979.