La cara oculta de los sindicatos en el Uruguay. Lucha pero no mucha… María Urruzola. PLANETA. 285 págs., julio 2020, $640.
Un auténtico bestseller local. No es un ensayo histórico ni sociológico, es una investigación periodística que consiste “en decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa, de la neutralidad los suizos, del justo medio los filósofos y de la justicia los jueces”.
La idea central es intentar acercas respuestas de por qué, si los sindicatos son la única institución de la que disponen los asalariados para mejorar sus condiciones de trabajo, tienen tan poca aprobación ciudadana en Uruguay. Con un nivel de aprobación en el 34%, están debajo de los bancos (54%), de las FFAA (62%) pero superan a los partidos políticos (21%).
Urruzola, en un texto muy ágil, esboza una aproximación a la mala fama de la actividad sindical con una cita murguera: “Soy obrero y militante gremialista,/ y hace más de 20 años dirigente sindical:/¡¡Compañero!!/ Te compraste cuatro autos y 100 vacas/ ¡Y hace más de 20 años que no vas a laburar!” (Agarrate Catalina 2019, música La Internacional).
Se enfrentó al menos con tres grandes dificultades: la inmensidad del problema (cientos de miles de afiliados en diversos sindicatos de distintas ramas de la actividad con una historia muy distinta cada uno y con intereses no necesariamente homogéneos), las patologías (los casos básicamente judiciales que hablan de una corrupción siempre mencionada pero que recién comienza a aflorar en términos públicos), y por último el secretismo, especialmente en lo financiero, heredero también de una forma de entender la práctica política, muy correlacionado con los orígenes ideológicos.
Hay un capítulo que resulta demoledor que es el dedicado al caso Joselo López, dirigente del sindicato del INAU, copartícipe de un video de 9 minutos donde se pudo constatar la salvaje golpiza que le propinan a dos internos un conjunto de funcionarios de dicha repartición frente a la mirada impávida de un extenso grupo entre los cuales se encontraba el dirigente. Más allá del dictamen judicial, un acercamiento pavoroso al abismo entre lo predicado y lo actuado.
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