La cuarta Revolución Industrial. Klaus Schwab. Prólogo de Ana Patricia Botin. 218 págs., 2016.
Bienvenidos a la lectura de una obra que sintetiza parte del discurso público del Foro Económico Mundial (FEM), más conocido por Foro de Davos. Definido como una fundación sin fines de lucro con sede en Ginebra, organiza anualmente en el Monte de Davos (Suiza) un cónclave que concita la presencia de los principales líderes empresariales, así como algunos intelectuales y políticos selectos, para definir cuáles son los problemas más apremiantes que enfrenta el mundo. Por ende, aquí es donde se vertebran las ideas directrices de nuestro mundo globalizado.
Klaus Schwab, profesor y doctor en Economía en Harvard y nacido en Alemania (1938), es el fundador y director general del Foro Económico Mundial. En el presente ensayo describe las características clave de la nueva revolución tecnológica y resalta las oportunidades y los dilemas que esta plantea: “Las nuevas formas de colaboración y gobernabilidad, acompañadas de una narrativa positiva y compartida, pueden moldear la cuarta revolución industrial en beneficio de todos. Si aceptamos la responsabilidad colectiva de crear un futuro en el que la innovación y la tecnología sirvan a las personas, podremos llevar a la humanidad a nuevos niveles de conciencia moral”.
Pero para despejar hipotéticas dudas, el texto de Schwab complementa las buenas intenciones con un prólogo de Ana Patricia Botín, banquera española de Banco Santander y miembro del consejo de administración de Coca-Cola. “Las revoluciones, cuando lo nuevo reemplaza a lo viejo, generan sensaciones de incertidumbre ante el cambio. Estoy convencida de que la tecnología no destruye empleo, pero las capacidades que se requieren cambian y eso puede crear inquietud. Por eso es indispensable que ayudemos a los trabajadores a desarrollar las destrezas que exigen los trabajos de la nueva era industrial. También nos corresponde establecer claramente nuestros propios límites morales y éticos. La tecnología puede sernos muy útil, pero no nos brinda un sentido de moralidad. No puede decirnos qué decisiones tomar como seres humanos”.
“Klaus Schwab siempre ha entendido que la prosperidad debe ser inclusiva. Que debe beneficiar a todos los miembros de una sociedad, no solo a una minoría. Para lograr esa prosperidad inclusiva hay que tomar decisiones”.
Un texto ineludible, en el disenso o en el consenso: aquí hablan los gerentes del mundo.
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