Cuando se habla de “La Experimental”, mucha gente sabe que con esta denominación alcanza para referirse a La Escuela Experimental de Malvín.
Su influencia trasciende al barrio en el que está emplazada y a través del tiempo ha ido adquiriendo un status casi emblemático que convoca a miles de personas de muchas generaciones que ven en este patrimonial complejo en el que se ha transformado hoy día, un signo identitario de una modalidad educativa y de hacer cultura como nos gusta a muchos uruguayos: colaborando, participando y arrimando el hombro cuando es necesario.
Más allá de ser un emblema del patrimonio arquitectónico educativo planeado por el Arq. Scasso, innovador y además experimental en materia educativa, es hoy un ejemplo del mejor Uruguay que se trata de mantener y cuyo cuidado y mantenimiento logra convocar y motivar desde nobles causas hasta el simple disfrute de momentos compartidos, gracias a la emoción estética o meramente social que tanto hace falta y que debemos valorar cada vez más como sociedad.
Para saber más de este mítico, innovador y colaborativo espacio entrevistamos a su gestor cultural: Daniel Jorysz.
¿Qué estudiaste y que nos podés contar de tu experiencia laboral y los proyectos en los que trabajaste?
Soy actor, diseñador gráfico y licenciado en artes plásticas y visuales, egresado respectivamente de la EMAD (2001), la Universidad ORT (2002) y Bellas Artes UDELAR (2009).
En 2007 ingresé a la Dirección Nacional de Cultura del MEC, como gestor cultural del programa “A Escena” específico de las artes escénicas. Desde allí se dio un fuerte apoyo al sector a nivel nacional. También creamos el proyecto “A escena con los maestros”, una serie de entrevistas filmadas a referentes del sector, con el objetivo de rescatar la memoria viva de tantos hacedores. Coordiné el proyecto durante 10 ediciones, muchos de esos entrevistados ya no están, pero nos quedó su testimonio y hoy cualquiera los puede ver en Youtube. Trabajé mucho también con el teatro del interior, no solo con aquellos asociados a la ATI, sino con todos, relevando sus festivales, sus movidas que son muy desconocidas en Montevideo. Más adelante se asomó la idea de tener un espacio propio que tuviera una sala destinada principalmente a la investigación, sobre todo con artistas profesionales; algo que en ese entonces no existía. Así fue que luego de obtener un predio y trabajar con los arquitectos del MTOP, surgió el Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAE) en la Ciudad Vieja, ya que se hizo desde cero (solo se mantuvo su imponente fachada del ex Banco de Londres). Allí trabajé unos 10 años.
En el 2012 realicé una Diplomatura en Gestión Cultural, con orientación en Comunicación Cultura y Política, de la Universidad Católica de Córdoba (Argentina).
¿Cómo fue tu incorporación a La Experimental? ¿Cuánto hace que estás allí y cuál es tu función específica?
Mi incorporación surge de un pedido específico hacia mi persona, desde la Intendencia de Montevideo. Se concreta a través de un “pase en comisión” ya que soy funcionario público de la Dirección Nacional de Cultura del MEC. Específicamente venía trabajando ya hace casi 15 años, en el área de artes escénicas, en el INAE (Instituto Nacional de Artes Escénicas).
El pedido surge por diciembre del 2020 en plena pandemia por parte de Alberto “Coco” Rivero de la Secretaría de Descentralización Cultural de la Intendencia de Montevideo. Luego vino el pedido formal –expediente mediante– que se terminó concretando en agosto del 2021. Siempre agradecí a las autoridades del MEC (Álvaro Ahunchain y Mariana Wainstein) que posibilitaron este traslado temporal.
El cargo de gestor cultural del Centro Cultural está establecido en el convenio del 2014 entre ANEP y la Intendencia de Montevideo, donde se establecen las condiciones de uso del Centro Cultural, así como los espacios y los horarios, entre otros.
Además de escuela, es un Centro Cultural. ¿Cómo conviven y funcionan los distintos espacios?
Conviene aclarar cómo funciona el Centro Cultural “La Experimental” y su diferencia y vínculo con las escuelas, también porque con frecuencia mucha gente nos consulta si es una sala de la escuela, de la Intendencia, si es pública o privada, etc.
Primero que nada, aquella llamada “Escuela Experimental” fundada hace casi 100 años con el innovador método pedagógico de Decroly, hoy ya no es tal. Se mantiene por supuesto toda la edificación del Arq. Scasso que ocupa toda una manzana. Pero allí, hoy funcionan dos escuelas de 4 horas cada una. La escuela N°219 “Olympia Fernández” en la mañana y la Escuela N°274 “Héctor Lorenzo Ríos” en la tarde. Luego de finalizado el turno de la escuela vespertina es que funciona el Centro Cultural “La Experimental”. El mismo comprende el uso del Hall de entrada (donde se realizan exposiciones), la biblioteca (donde se realizan talleres y un ciclo de cine) y por supuesto la sala.
Es decir que compartimos espacios con las dos escuelas. La escuela de la mañana, en su turno puede hacer uso de la sala (para una clase, una charla, un acto, etc.), lo mismo la escuela de la tarde y luego nosotros, el Centro Cultural.
¿Cómo se administra el Centro Cultural? ¿Qué apoyos recibe?
La administración del Centro Cultural “La Experimental” está a cargo de una Comisión integrada por las directoras de las dos escuelas, de las comisiones de fomento, una persona representante del Municipio E, otra persona del Concejo Vecinal, del gestor cultural y de la Asociación Civil. Es esta última la que tiene un respaldo jurídico y en los hechos la que viene administrando el Centro Cultural. La misma, fundada en julio de 2011, está integrada en forma honoraria y voluntaria por vecinas y vecinos de la zona, que realmente hacen un trabajo de militancia permanente y le tienen un amor inmenso tanto a la Escuela como al Centro Cultural.
Por último, la gestión cultural está a cargo de la Intendencia de Montevideo, más específicamente de la Unidad de Descentralización Cultural dependiente del Depto. de Cultura. Además de la figura del gestor cultural –actualmente mi cargo– en lo referido a Recursos Humanos, contamos con dos pasantes –estudiantes o egresados recientes– de la carrera de diseño EMAD (Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático). Ellos trabajan en montajes y desmontajes de exposiciones y sobre todo operando sonido y luces en espectáculos de sala. Por fuera de estos recursos humanos, la Intendencia también hace un aporte considerable de contenidos culturales en diferentes disciplinas y formatos, para el disfrute y consumo sin costo de la ciudadanía. Me refiero por ejemplo a: las obras que en enero integran el Festival de Teatro “Montevideo de las Artes”, a exhibir mensualmente películas (a veces recientes estrenos nacionales) que ofrece “Montevideo Audiovisual”, a recibir bandas, solistas o elencos teatrales del Programa “Fortalecimiento de las Artes”, a recibir a La Filarmónica de Montevideo o exhibir exposiciones del Centro de Fotografía.
El Municipio E, por su parte colabora también con un funcionario municipal con tareas de portería.
¿Te resulta muy complejo organizar tanta coparticipación?
Mi trabajo como gestor cultural y el de la Asociación Civil están ligados recíprocamente, es impensable e inviable pensarlo en forma aislada. Nos reunimos semanalmente casi todos los lunes del año. Y si bien “oficialmente” ellos trabajan en la “administración” y yo en la “gestión cultural”, no sería viable si no hay una coordinación permanente. Trabajo muy cómodo, hay espacio para proponer en ambas partes, lo que no quita que tengamos diferencias en distintas situaciones, pero tenemos un mismo deseo y un objetivo en común. Todos quienes allí trabajamos tenemos puesta la camiseta de “La Experimental” y eso es lo que ha permitido y permite que, a pesar de no contar con los recursos humanos y económicos necesarios, sigamos creciendo en todo sentido.
¿Cómo generan ingresos? ¿Cobran entradas?, ¿tienen sponsors?
Los ingresos económicos surgen únicamente de la taquilla de espectáculos y del alquiler de la sala. Con dichos fondos se cubre, por un lado, lo necesario para el funcionamiento, como son honorarios de Recursos Humanos (limpieza, boletería y eventuales técnicos), así como mantenimiento. Por otra parte, el Centro Cultural requiere de inversiones y mejoras para su sala en general, me refiero a pintura, lo mismo que en el escenario, camarín, equipamiento de luz y sonido, entre tantos rubros. Y los ingresos al surgir únicamente del uso de la sala, fluctúan a lo largo del año. Meses sin actividad como febrero no generan ingresos, o incluso semanas con actividades con entrada libre, ya nos genera un gasto (en el sentido económico) por el hecho de abrir la sala o cubrir determinado personal.
Con todo, si nos solicitan la sala para un evento con un fin social o para recaudar fondos para alguna persona con problemas de salud, la ponemos a disposición con los costos mínimos. Esto sucede unas seis veces en el año. Y sucede sobre todo, por el espíritu del Centro Cultural que también tiene un fin social, además del recreativo y cultural.
Desde el año pasado implementamos, que en funciones con “Entrada libre” el público pueda hacer una colaboración totalmente voluntaria. Al ingresar o al salir, disponemos de una mesa con marca libros, llaveros, camisetas. etc. de “La Experimental” que la gente puede comprar o directamente hacer un aporte en alcancías que tenemos para esas ocasiones.
Otra medida que estamos reflotando, es la de “Amigas y Amigos de La Experimental”. Aquellos que quieran, pueden hacer un aporte mensual de $150, $300 o $500 y recibir a cambio, descuentos en eventos pagos entre otros beneficios, aunque el espíritu de estos “amigos y amigas” es el de colaborar con el funcionamiento del Centro Cultural.
Tenemos sin duda, un terreno por incursionar que aún no hemos podido “atacar”, que es el de captación de fondos. Sin duda que con algunos apoyos mayores a los mencionados, ya podríamos dar un salto considerable. Pero la realidad es que la escasez de recursos humanos con que contamos, hasta ahora nos ha impedido desarrollar un programa de sponsoreo o así sea algo menos ambicioso, ponernos en contacto con diferentes empresas del barrio o del Municipio, que no dudo querrán apoyar este proyecto.
¿Qué tipo de propuestas realizan? ¿Cómo las seleccionan o eligen? ¿Hacen llamados?
A nivel general, se distinguen las siguientes propuestas: talleres, exposiciones y actividades en sala.
Los talleres, que van de marzo a noviembre, son de teatro (para niñas/os, jóvenes y adolescentes, adultos y adultos mayores), comedia musical, lectura y escritura, ajedrez y varios de coros.
Las exposiciones son mensuales, ocupan el Hall de entrada y un descanso que lleva a la sala.
Los espectáculos de sala son los que le dan mayor visibilidad al Centro Cultural. Se programan gran cantidad de espectáculos musicales, también de stand up, teatro y cine. Sumamos también charlas didácticas y la presencia de la Filarmónica un par de veces al año.
La Intendencia de Montevideo, aporta algunos contenidos mensuales, que para el público son con entrada libre: “Montevideo Audiovisual” proporciona títulos para exhibición y en algunos casos con estrenos recientes. EL Programa “Fortalecimiento de las Artes” permite el acceso a espectáculos teatrales o musicales (solistas o bandas). Es también quien impulsa en enero, el clásico Festival de teatro “Montevideo de las Artes” que llega a más de 10 salas descentralizadas. También la “Filarmónica de Montevideo” se presenta un par de veces en el año. El CDF “Centro de Fotografía” nos ha otorgado en préstamo, algunas exposiciones o su espectáculo “Fotoviaje”.
También tenemos de nuestro ciclo de “Cine en la biblioteca”, donde cada viernes a las 18:00 exhibimos títulos sobre todo de cine por fuera del circuito comercial: cine europeo, latinoamericano, independiente, etc. Con entrada totalmente libre
¿Cuál es el público y en base a ello con qué objetivos se programa?
La programación mensual en sala de “La Experimental” es muy variada y responde a las lógicas propias de una sala fuera del circuito céntrico con una fuerte impronta barrial y de cercanía con su gente. Muy rara vez hemos presentado un mismo espectáculo dos días seguidos.
Además de los contenidos de la Intendencia, la sala trabaja mucho a demanda. Quizás para el año próximo hagamos un llamado a bandas emergentes. A comienzo de este año, con la Comisión de Exposiciones y la Colectiva COCO, realizamos una convocatoria abierta a mujeres artistas del Municipio E. Tuvimos una enorme respuesta que se concretó con una exposición durante marzo con más de 40 obras de todas ellas. Allí conocimos artistas locales y también ellas conocieron nuestro Centro Cultural. Esa especie de “trampolín” sucede también a menudo con públicos y artistas que, a raíz de un evento, conocen nuestra sala y nuestro Centro Cultural y a futuro vuelven o solicitan el espacio. Es un trabajo de hormiga permanente dar a conocer nuestra propuesta, pero de a poco empezamos a ver que cada vez más artistas y públicos se van acercando a “La Experimental”
Con las dos escuelas también trabajamos y por supuesto que tenemos un diálogo frecuente, no solo por compartir parte de las instalaciones. Más de una vez al año en el Centro Cultural se realizan espectáculos para beneficio de campamentos de los sextos años, del proyecto “Todos por la Música” o para mejora de la biblioteca de la que hay un proyecto de mejora en curso.
¿Ha habido cambios desde que tú estás?
De las primeras cosas que hice, fue unificar la comunicación saliente ya que estaba fraccionada, y descoordinada. Impulsamos fuertemente el sistema de suscripción a la “lista de difusión de Whatsapp” descartando el formato de mailing. Es algo que comunicamos permanentemente y que nos ha permitido llegar a cerca de 2.500 personas que semanalmente reciben en su celular, las novedades en un mensaje. El Whatsapp y las redes, las manejamos entre tres personas. Es un trabajo constante y necesario. A modo de ejemplo en el comienzo del 2022 en Instagram teníamos 2000 seguidores y hoy ya superamos los 6.000. Pero en un futuro cercano, es una tarea que entiendo debemos delegar.
Lo otro, que era un pendiente pre pandemia, fue disponer de un sistema de venta de entradas online. Cuando llegué, en los espectáculos con entrada, ¡se vendía únicamente el día de la función y en efectivo! La concreción para obtener TickAntel se demoró casi un semestre; para peor la manzana de La Experimental no tenía acceso a fibra óptica. Por eso, cuando estrenamos la primera venta el 21 de mayo del 2022 con Laura Canoura, si bien ya contábamos con el sistema, aún no podíamos emitir entradas y las trajimos impresas por si alguien quería comprar en boletería; así estuvimos un par de meses. Hoy por suerte, eso ya es historia.
A mitad de año pasado, le propuse a la Directiva, diseñar un “Plan de mejoras e inversiones”, a fin de tener una visión global de necesidades y orden de prioridades en que invertir a medida que obtuviéramos ingresos. De esa forma, punteamos las necesidades que veíamos en diferentes áreas: infraestructura, mantenimiento, servicios, comunicación, equipamiento, etc.
Uno de ellos, era el reacondicionamiento de la boletería que lo vi como una prioridad para este año, teniendo en cuenta que es el único espacio propio y seguro del Centro Cultural, además del espacio que ve cada persona que va a comprar entradas. Se hizo un reacondicionamiento, pequeña compra de mobiliario y mejoró sin duda el aspecto, además de que con TickAntel se sumaban varios dispositivos y se necesitaba un lugar ordenado para trabajar bien.
La otra inversión importante para este año, que recientemente pudimos concretar, refiere a una interfaz y consola digital de luces que hasta ahora nos permitía comandar solo 48 canales. Este paso era el primero necesario, para más adelante, continuar con adquisiciones de luces robóticas y mejorar la iluminación escénica.
También, estamos comenzando un diálogo con la EMAD, a fin de recibir asesoramiento y capacitación con lo referido a mejorar la “cámara negra”.
Y si no es para fin de este año, será para comienzos del próximo, contar con una pantalla nueva para cine. La actual es básicamente un lienzo, que me dijeron fue cosido a mano por una de las pasantes hace más de 10 años. Vamos a sustituirla por una lona plástica mate -que dentro del mercado local es lo mejor- y la idea es pasar de 4,5 a una pantalla de 6 mts. de largo y con un sistema motorizado. Sin duda, será otra mejora para el público cinéfilo.
Ahora a fin de año, evaluaremos un poco lo realizado y daremos prioridad a próximas mejoras e inversiones. Continuar mejorando, es algo que por suerte no tiene techo.
El Arq. Scasso fue homenajeado en estas jornadas de Patrimonio 2023. Además del Estadio Centenario, proyectó la Experimental. ¿Qué hace de esta obra un emblema patrimonial?
La escuela que proyectó Scasso fue en su momento muy innovadora, no solo arquitectónicamente, con el modelo de pabellones y salones con gran iluminación y ventilación. Contaba también con un par de toboganes (de material) que terminaban en una gran huerta en un patio que poseía una gran variedad de árboles nativos. Si bien de aquella escuela Experimental hoy son dos escuelas, lo que perdura es la infraestructura, pero también a modo inmaterial hoy todo el mundo las sigue reconociendo como La escuela Experimental.
Cabe mencionar que entre los dos turnos, hay una población de 800 escolares. Detrás de cada escolar, hay familiares que los llevan, los van a buscar. No necesariamente son todos del barrio, vienen de Malvin Norte o de barrios más alejados. Es una escuela de la que han egresado cientos de escolares. Y no me refiero solo a reconocidos artistas como Petru Valensky, los hermanos Ibarburu, Quique Badaró o Nacho Cardozo, entre tantos. La gran mayoría le tiene un gran aprecio y mejores recuerdos. Así sucedió – y lo comprobamos nuevamente- cuando nos visitaron el fin de semana del Patrimonio. En el 2027 se cumplirán 100 años y desde la Asociación Civil, ya están trabajando e intentando captar a toda esa gran población que pasó por allí (pueden escribir al 098762595 para más información) para que sigan vinculados. De hecho, cuando se inauguró el Centro Cultural “La Experimental”, la compra de todos los aires acondicionados que hoy están en la sala, fue gracias a un aporte colectivo que todos los egresados le hicieron al Centro Cultural. ¡Hay un compromiso y cariño que es bueno que se conozca!
¿Qué te gustaría cambiar o mejorar?
Es un anhelo lograr la accesibilidad a la sala, que se encuentra en un primer piso por escalera. Si bien el ingreso a la sala se da mediante dos amplias – y hermosas- escaleras de mármol, no deja de ser una complicación para algunos y un impedimento para otros.
Aquí entra en juego, una vez más, el diálogo interinstitucional. El edificio es propiedad de ANEP y se le suma que es patrimonial, por lo que, para realizar alguna intervención, deberá tener la aprobación de la Comisión de Patrimonio. La necesidad de la accesibilidad, sin duda es mayor por parte del Centro Cultural que de las escuelas, ya que vienen -según las diferentes propuestas- públicos de diversas edades y zonas. Pero es evidente que por tiempos y costos, quedará para la próxima administración.
Quisiera también que más personas se integren, tanto a la Asociación Civil como a diferentes tareas, sea en comisiones o a colaborar los días que tenemos espectáculos en sala. El Centro Cultural ha venido creciendo en propuestas en los últimos años, y ese crecimiento debe estar acompasado también por recursos humanos, entre otras cosas. Cabe mencionar, que es un lugar que está abierto a la participación ciudadana. Hay diversas formas de ayudar y son realmente más que necesarias. Vecinas y vecinos del barrio o la zona –que estén leyendo esta nota y que deseen colaborar– se pueden acercar o nos pueden escribir, ¡que serán más que bienvenidas!
Como deseo permanente, está siempre que la experiencia cultural tanto de artistas como de públicos, sea lo mejor posible y ahí hay un trabajo constante de quienes trabajamos allí, a quienes siempre les digo de cuidar los detalles. Que la experiencia para el público, comienza desde que nos conoce, por la comunicación que brindamos, si le damos respuestas claras y rápidas, etc. Cuando concurren, si está bien iluminado y cuidado el aspecto desde afuera. Luego cómo es recibido, atendido, acompañado, etc. Que lo reciba un espacio cálido y que se sienta cómodo. No es nada nuevo lo que digo, es también lo que me gusta a mí que me suceda cuando voy a otro espacio. Tenemos ahí un desafío muy grande, pues con escasos recursos humanos, mantener y cuidar un espacio tan grande y con tantos años, nos lleva a estar atentos permanentemente a detalles que surgen permanentemente.
Con los artistas y producciones, lo mismo. Queremos que se sientan cómodos, que los reciba un escenario y una sala bien equipada, que el personal técnico dialogue y atienda sus necesidades, etc. Si públicos y artistas se van contentos, sin duda van a querer volver o nos van a recomendar; es un trabajo constante pero lo vale.
¿Cómo es la difusión? ¿Por redes? ¿En el barrio?
Siempre afirmo que así como hay diferentes públicos, también debemos utilizar diferentes medios de difusión ya que por ejemplo no todos los públicos manejan redes sociales ni se mueven por las mismas zonas.
La “lista de difusión de Whatsapp” de La Experimental, entiendo que hoy por hoy es una herramienta muy efectiva, que supimos impulsar desde hace años. La gente se suscribe agendando el 098762595 y enviando un mensaje con su nombre y listo. Recibe semanalmente un mensaje con los próximos eventos, novedades, links a la web de Tickantel, etc.
En redes sociales hoy por hoy, difundimos en Instagram y Facebook (en esta última, también cargamos más imágenes y álbumes con eventos sucedidos). En eventos especiales, festivales, vacaciones, etc. empezamos a utilizar publicidad paga, que tiene un gran alcance a potenciales públicos a un costo relativamente bajo. También en eventos puntuales, realizamos volantes o contratamos publicidad con autoparlante.
Cuando llegué, escuchaba de la necesidad de “hacer los pizarrones”. Son 4 pizarrones identificados de “La Experimental” ubicados en zonas estratégicas del barrio. A ellos se les suma un par que tenemos en la entrada. Me gustó siempre esa idea del pizarrón, un elemento característico de las escuelas, utilizado también como medio de difusión barrial. Lamentablemente hace unos meses, el que estaba ubicado en la parte de atrás de la manzana, sobre Rivera fue robado. Los pizarrones de la fachada son leídos permanentemente por los adultos que van a buscar a los escolares en ambos turnos.
También en la entrada disponemos de una “vitrina” con impresos en A3 que renovamos permanentemente, al igual que dentro del Hall.
Por último mencionar mi deseo, desde hace más de un año, de poder contar con un monitor vertical que nos permita disponer de publicidad dinámica, que pueda ser vista incluso desde la acera de enfrente y de una forma más atractiva que una gráfica fija. Ahí tenemos un tema de emplazamiento y también de prever un sistema de seguridad antivandálico, pero sigo pensando que será muy beneficioso para la difusión. Es también un medio moderno al que entiendo podemos aunarnos, así como en su momento el envío de información vía whatsapp, sustituyó al mailing.
Por favor dinos qué vías tiene La Experimental para que los lectores de La Mañana que estén interesados se comuniquen directamente
Solo mencionar las vías de comunicación.
Nuestro correo institucional: [email protected]
Correo de la Asociación Civil: [email protected]
Web (reciente) de la Asociación Civil: https://laexperimentalcentrocultural.org/
Puedes recibir semanalmente las novedades de “La Experimental” en tu celular. Sólo debes enviar un mensaje con tu nombre al 098762595. Y agregar ese número a tus contactos.
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