Este viernes 07 de enero la comunidad ortodoxa celebra la Navidad, de acuerdo al calendario juliano, que implica unos 13 días de desfasaje con el calendario gregoriano que rige en occidente. En diálogo con La Voz de La Mañana (programa emitido los sábados de 7.00 a 8.00 por Radio Oriental), Jorge Kuznetzov, Cónsul Honorario de la Federación Rusa en Mar del Plata y Starotsa (administrador) de la Iglesia Ortodoxa Rusa de Mar del Plata, Perteneciente al Patriarcado de Moscú, hizo referencia a cómo viven esta celebración dentro de la comunidad.
“La Navidad en la fe ortodoxa es muy emotiva y tradicional. Comenzamos la celebración a las nueve de la noche. Primero nos reunimos, luego nos preparamos, nos confesamos, y a la medianoche realizamos una procesión alrededor de la iglesia”, contó. La misa dura tres horas y conserva aún la tradición antigua como el idioma eslavo eclesiástico y el sacerdote de espaldas a los feligreses. Más tarde, la comunidad se reúne para celebrar el fin del ayuno.
Es que la fe ortodoxa tiene dentro de su tradición la realización de dos importantes ayunos que implican la no consumición de carne, huevos y leche, así como también la mantención de determinado estilo de vida. El ayuno más largo es el que se realiza en Pascuas, pues dura 40 días. Otro de los más importantes es el realizado para Navidad, que se extiende por 15 días. “Lo más importante en la realización del ayuno es la convicción de lo que se está haciendo”, explicó Kuznetzov.
En Navidad, el ayuno finaliza con una cena en la que se comparten platos típicos como el borsch (sopa de verduras con remolacha que se toma fría en los veranos), varenikis (especie de empanadas hervidas, normalmente rellenas de papa o ricota), pelmeni (pastas rellenas) o strogonoff.
Una cúpula que corona
Las iglesias ortodoxas tienen un estilo arquitectónico compuesto por una especie de cúpula encebolladas. Pueden variar en cantidad, forma y color y tienen, en ello, un simbolismo. En el caso de la Iglesia Ortodoxa de Mar del Plata, Kuznetzov explicó que la cúpula representa un yelmo que corona la cabeza o la llama de una vela que está permanentemente encendida. Está coronada por una cruz ortodoxa. La Parroquia posee además algunas dependencias, como la vivienda sacerdotal, depósitos y lugares de reunión para la comunidad, así como también un parque donde se realizan reuniones y actividades.
La Iglesia fue construida paulatinamente y con mucho esfuerzo, pues en un inicio no se poseían recursos económicos. “Hemos conseguido la donación del terreno y ahí comenzamos a excavar para poner los cimientos. Logramos el apoyo de Rusia, así que recibimos algunos sustentos económicos y pudimos elevarla”,
Quien da misa es un monje que recibió la bendición del Patriarca de Moscú, Cirilo I de Moscú. Los monjes deben consagrar su vida a la Iglesia y son los únicos, dentro de ella, que no se casan, a diferencia del sacerdote ortodoxo ruso, que luego de culminados sus estudios, debe conformar una familia antes de poder oficiar misas.
La comunidad ortodoxa rusa en Mar del Plata
El Cónsul Honorario de la Federación de Rusia en Mar del Plata, contó a La Voz de La Mañana que la comunidad es “muy grande en cuanto a rusos propiamente dichos”, y que está conformada por inmigrantes y descendientes de inmigrantes de distintas olas. La primera tuvo lugar durante la Rusia Zarista y las siguientes durante la Primera Guerra Mundial, La revolución rusa y la caída de la Unión Soviética. De acuerdo a cada uno de los distintos periodos de la historia, han llegado inmigrantes de diversos puntos de Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Lituana, Letonia o Kazajaztán. Y, si bien dijo que no todos son creyentes, mencionó que en los festejos como la Navidad la congregación de estos en torno a la Iglesia es importante. “La sangre tira y la nostalgia y el recuerdo de los antepasados son un motivo para reunirnos, hablar en nuestro idioma natal y llevar a los chicos que han nacido acá para que conozcan un poco de sus raíces rusas”, explicó Kuznetzov.
Tal es el caso de lo que se desarrollará hoy. Ante esta celebración tan especial, el Starotsa extendió un mensaje de Navidad para los oyentes de La Voz de La Mañana y los lectores de La Mañana: “Que predomine el amor y la paz entre todos. No importa si se es católico, ortodoxo o protestante. Todos tenemos un mismo Dios. No importa cómo nos persignemos, cómo pongamos las manos o cuántos días ayunemos, pues lo importante es la convivencia en paz y amor entre todos los cristianos, y la tolerancia con respecto a aquellos que no lo son”.
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