La noche de la verdad. Los artículos de Combat (1944-1947). Albert Camus. DEBATE, 426 págs., $890. Enero 2021.
Albert Camus fue uno de los intelectuales claves del siglo XX. Nacido en Argelia en 1913, en su obra se destacan El extranjero, La peste, Mito de Sísifo y El hombre rebelde. En reconocimiento a su labor recibió el Premio Nobel de Literatura en 1947.
Si bien es cierto que podemos rastrear el influjo de Schopenhauer, Nietzsche y del existencialismo, quizás lo que defina la trayectoria y las luchas de Camus sea su compromiso con la ética. “El hombre no puede vivir sin valores; si uno elige vivir, por ese mismo hecho afirma un valor, el que la vida vale la pena de ser vivida o que puede hacerse digna de ser vivida”.
Combat era el periódico clandestino de la Resistencia en la Francia ocupada por los nazis. Y su redactor en jefe y editorialista era ese joven Camus, ya un escritor reconocido. Sus textos nos ofrecen el lúcido testimonio de un periodista consciente de sus responsabilidades tanto durante la ocupación como tras ella, cuando hubo que repensar la vida cotidiana y al mismo tiempo dibujar el futuro de Francia y Europa. Empeñado en introducir la moralidad en la política, Camus reacciona ante temas y acontecimientos como las deportaciones, la liberación, la justicia para los colaboracionistas, el regreso de los prisioneros de guerra, la escasez de alimentos, el papel de las instituciones internacionales en la posguerra, las injusticias coloniales (en particular, el problema de Argelia) y la situación de la prensa.
Para Camus, ninguna acción política puede usarse para justificar los excesos de una posición absolutista. Matar y oprimir en nombre del movimiento de la historia o de algún futuro ideal son injustificados. Camus buscaba alejarse de las posturas absolutas y buscar la moderación, ya que “la libertad absoluta es el derecho que usan los más fuertes para dominar y prolongar la injusticia”, así como “la justicia absoluta se alcanza a través de la supresión de toda contradicción: por lo tanto, destruye la libertad”.
Entonces, es en nombre de todos los seres humanos vivos y no en nombre de la historia o de algún ideal de vida futura que se realiza la rebeldía contra la injusticia y la opresión; “toda generosidad hacia el futuro reside en darlo todo al presente”.
En estos artículos podemos rastrear los atisbos de lo que muy poco tiempo más tarde será la polémica Camus-Sartre. Este último, en su proceso de justificación y defensa del estalinismo, se enfrentará duramente tanto con el filósofo Merlau Ponty como con Camus. Ellos verán la deriva hacia el terror del Gulag de los ideales socialistas, ideales que en algún momento habían compartido en mayor o menor medida.
Y es en la lectura de este centenar de trabajos donde su posición queda clara: el fin no justifica los medios. Y se equivocan quienes, obnubilados por el fin, piensan lo contrario. Camus iguala las ideologías que habían signado al Eje con las filosofías que toman a la Historia como un absoluto. Lo hizo, además, bajo el fuego cruzado de las publicaciones del poderoso Partido Comunista francés, aseverando una y otra vez que el marxismo es absolutamente falso porque reclama para sí el monopolio de la verdad.
La Noche de la Verdad es una invitación a pensar en forma crítica los temas que definen la esencia de lo humano y la conformación de la sociedad. Más que bienvenida esta traducción inédita en español a veinte años de ver la luz su edición francesa.
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