Habitualmente en las librerías se escucha el mantra que la poesía no se vende en Uruguay, que es inaccesible por presencia o por precio. Frente a esa dinámica surgió el proyecto extremadamente loable de ediciones Solazul por el cual se emprendió el proceso de edición en un formato amable, pequeño y muy económico de textos inéditos o de muy escasa circulación previa.
Dentro de la treintena de títulos destacan, por ejemplo, “Selva selvaggia” de Washington Benavides, donde recuperando el espíritu del legendario “Tata Vizcacha” “el poeta debía ser un ojo abierto a lo que estaba sucediendo”.
Otro título es “En elogio del dulce de membrillo” del prof. Juan de Marsilio, un caso peculiar donde el misticismo cristiano logra una voz en la literatura nacional, recordándonos por momentos algunas cumbres de la creación de Esther de Cáceres.
Asimismo descuella “Utopías” de Roberto Mascaró, un sólido creador, traductor y editor asimismo, radicado en el exterior desde hace décadas. Pero con reminiscencias grecolatinas de lo más granado de la mitología clásica también nos impacta “Oscuro dios” de un muy pulido Gabriel Weiss.
Pero las gratas sorpresas no se agotan, esta Hotaru, un poeta japonés integrado a la legendaria tradición del haiku, creación extremadamente breve pero con inmensa capacidad de conmovernos. El pensamiento Zen se configura haciendo de la Naturaleza la presencia única y haciendo de la respiración el ritmo, de la fragilidad el pilar que sostiene la expresión y de la fugacidad su permanencia.
También está presente Raúl González Tuñon con “El rumbo de las islas perdidas”, que, si bien muy conocido en Uruguay, es la primera vez que se edita en la orilla oriental.
Y la presentación de esta etapa del proyecto la cerramos con Fernando Pessoa, del cual se editó dos tomos de sus inolvidables “Aforismos”: “¿Qué milagro nos salvará de la siniestra manía de tener razón?”