“The Purple land that England lost” es el título original de la una obra clave para adentrarnos en la definición de nuestra identidad nacional: “la tierra purpúrea” de W. H. Hudson. Más allá de la épica del compromiso indeleble de los gauchos que fieramente defienden su libertad y su modo de vida, el tema subyacente invisibilizado es la peculiar relación de nuestra patria con el Imperio británico. Lo que algunos denominan “experimento Ponsomby” era una realidad inocultable en el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. La rotación de imperios fue desdibujando el entramado de intereses e historias personales que constituían el friso de esa relación tan sui generis con el también llamado “imperio informal”.
Álvaro Cuenca es un investigador uruguayo, licenciado en Literatura Inglesa en la Universidad de Londres que ha dedicado ingentes esfuerzos en recuperar una historia habitualmente soslayada: la comunidad británica en Uruguay.
Es una comunidad relativamente reducida. En su momento de apogeo en el ´900 eran tan solo unos 800 individuos, detentaban la propiedad o la dirección de los principales emprendimientos en el alto comercio, en los servicios (desde los trenes hasta la energía eléctrica, el agua o los tranvías) en la banca, en los seguros y también en el agro.
“Montevideo no es Delhi ni Sidney, donde los colonos deben vivir atemorizados y atrincherarse por constante y latente ataque de los malagradecidos nativos. En Montevideo los nativos son en realidad descendientes de europeos de tercera o cuarta generación. Lo que hay son criollos sin ninguna cultura, a sus ojos. Lo que los británicos en Montevideo temen es el sometimiento cultural a los usos criollos y es contra ellos que levantan sus muros, que son culturales más que físicos”.
Charles Bayne, un inglés de pura cepa, es el personaje central de la presente investigación. Moldeado por una educación centrada en los siguientes pilares: los deportes para afirmar el carácter, la obediencia, el espíritu de cuerpo, religión para afirmar principios morales y clásicos grecolatinos porque son la base de todo conocimiento que vale la pena tener. “Experto en nada, pero listo para todo”, esa era la consigna para los intrépidos colonizadores. Desde su puesto de gerente de Ferrocarril Central del Uruguay, dirigió los esfuerzos de la comunidad británica local en el proceso de la Primera Guerra mundial. Esta es su historia. Más que recomendable.
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