Activo es igual a pasivo más patrimonio, esa ecuación contable, es regla. Implica que para poner un activo en funcionamiento, las fuentes de recursos son dos, o se aumenta el pasivo o se utiliza el patrimonio. Los activos son las fuentes de recursos que mantienen una organización en funcionamiento. Los conceptos aplican a una persona individual, a una organización o a una República. Y también aplica a los activos tangibles, infraestructuras por ejemplo, y a los intangibles, nuestro patrimonio de ideas.
Ariel, obra de José Enrique Rodó es parte muy importante de nuestro patrimonio de ideas. Y lo que propone el Ariel digital es poner esas ideas en acción nuevamente. Y especialmente presentarlas a los jóvenes de hoy, para que las apliquen a sus vidas, y formen un plan generacional propio. Lo mismo que se dijo hace un siglo, el libro lo propone ahora. Como hacerlo, esto es, traer el pensamiento de Rodó al siglo veintiuno, es tarea requiere cierta creatividad, que pasamos a comentar.
Primero veamos cómo estructuró Rodo su ensayo. Ariel es un mensaje dirigido a las juventudes continentales para motivarlas a desarrollar su voluntad y transformarse en personas virtuosas. Lo componen seis ejes temáticos, que son narrados utilizando personajes tomados de Shakespeare, son Próspero, Calibán y Ariel. Para Shakespeare los personajes eran el mago con los poderes de la sabiduría (Próspero), quien era asistido por un geniecito con poderes (Ariel), y se enfrentaban al cúmulo de miserias humanas encarnadas en un ser (Calibán). En la obra de Rodó, Calibán es quien pretende adueñarse de la isla continental americana, Ariel el alto ideal que nos marca el camino y Próspero el gran maestro que viene a socorrernos (en su texto, Rodó toma ese rol y habla en primera persona).
Pasamos a analizar la estructura del nuevo libro. En el Ariel digital, las ideas centrales de los ejes temáticos del Ariel original, siguen presentes, al igual que los tres personajes de William Shakespeare, pero con algunos cambios. De los tres personajes, Ariel es el mismo, Próspero sigue siendo Rodó (pero se agregan varios Prósperos más, para darle una mano), y Calibán es el que más ha cambiado, ahora es el Narco, un Estado Fallido, o el Impacto Medioambiental… y en preocupante aumento de nuevas facetas aterradoras. Y lo que propone el Ariel digital es mantener la esencia del mensaje original de Rodó, y aplicarlo a la realidad del siglo XXI.
La juventud actual desconoce lo que pensó Rodó. Se habla siempre de Rodó con una perspectiva histórica con foco en el pasado. Este libro propone hacerlo presente, y sobretodo futuro. Para que sea nuevamente un activo que se pueda usar. La idea que nos puede enriquecer, es pensar nuestro destino, hoy. A quienes nacieron en un mundo con internet, Rodó los interroga sobre su gran propósito generacional, los guía a emprender acciones con valor trascendental. Volver a aquella fuerza afirmativa y noble. Ese esfuerzo de traer ideas de nuestro patrimonio cultural y ponerlas en el siglo XXI es lo que se propone este libro.
Todo gran maestro tiene el rol de mostrarnos lo que no podemos ver las personas comunes, nos hacen fijar la mirada más lejos. Rodó fue de los primeros que entendió la potencialidad del círculo histórico cultural del que somos parte, supo antes que otros que estamos unidos a páginas muy potentes de la historia humana. Esa es nuestra identidad, y nuestra inmensa potencialidad. Es muy importante para los jóvenes conocer esas ideas, porque toda persona que emprende una acción, ya sea una carrera, formar una familia o crear comunidad, es más exitosa si tiene plena conciencia de su identidad.
El Ariel digital propone dar dirección a la acción, nuevamente al desarrollo de la voluntad consciente, y encauzar la actividad hacia la virtud. Las ideas planteadas en Ariel hablan sobre humanismo, democracia y virtud, son valores que deben ser presentados y formulados a las nuevas generaciones de nativos digitales latinoamericanos, para que las interioricen en sus vidas sociales, laborales y personales. Dado que la nueva generación digital es uno de nuestros preciados activos, y sus futuros logros, algo que debemos inspirar. Y así, tal vez, podamos ver ese espectáculo motivador que presenta una generación que marcha en busca de su destino, o dicho con palabras de Rodó: «ningún otro espectáculo puede imaginarse más propio para cautivar a un tiempo el interés del pensador y el entusiasmo del artista, que el que presenta una generación humana que marcha al encuentro del futuro».
Me he enterado de la existencia del semanario la Mañana y me alegro mucho
Colaboré en el diario cuando estaba en él el Dr. Sergio Brito
Horacio Bojorge