Manual de estoicismo. Epicteto. EDAF. 117 pags. $590.
Hace dos milenios un esclavo, Epicteto, un filósofo, Séneca y el emperador Marco Aurelio, terminaron de definir la ética estoica en una Roma esplendorosa, culminando un proceso iniciado siglos antes en el poikíle stóa (pórtico decorado) de Atenas. Allí Zenón de Citio, hacia el 312 a.C., sostenía que el universo (la naturaleza) está controlado por un logos identificado con la divinidad y que todo lo que ocurre está de acuerdo con dicha razón divina. Hay que aspirar a vivir en armonía con la naturaleza, aceptando que las cosas sucedan justo como suceden. Pero, adicionalmente, en el hombre reside cierta porción del fuego divino que iguala a todos los seres humanos.
Por su condición de esclavo, poco ha trascendido de la biografía propiamente dicha de Epicteto. Nació en Hierápolis, ciudad de la provincia romana de Frigia hacia el año 50 d.C. En su niñez fue enviado como esclavo a Roma, donde recaló en manos de Epafrodito, liberto que ejercía como secretario de Nerón. Recibió las enseñanzas del estoico Musonio Rufo y, tras que abandonara Roma a causa del destierro decretado por Dominiciano en el año 89, fundó una escuela de filosofía en Nicópolis (Grecia) hacia el 94. Allí fue visitado por el emperador Adriano y por el militar romano Arriano, quien puso por escrito las lecciones del maestro bajo el nombre de Diatribai y un compendio del estoicismo, el Enquiridion o manual.
Pero es mucho más que un manual, es un instrumento de acción. Derivado de la palabra cheir (mano), encheiridion tiene el sentido de aquello que se ajusta a la mano: un manual sí, pero también un puñal; “se titula Encheirídion –aclara Simplicio– porque conviene tener siempre a mano y preparado para quien desea vivir bien. De hecho, el encheirídion militar es un arma que conviene tener siempre a mano”.
Estas reflexiones aceradas y filosas, con un lenguaje por demás claro, nos propone una ética como punto de partida en la búsqueda de la tranquilidad de ánimo y la felicidad. La unión entre la reflexión moral y su vertiente práctica que se produce en el manual y en las dos piezas de sus diatribas incluidas en el presente texto (Cómo actuar ante los tiranos y contra los conflictivos y salvajes) contribuye a que el estoicismo siga siendo una corriente filosófica clave para nuestro tiempo.
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