Meditación americanista. Emilio Frugoni. CONGRESO POR LA LIBERTAD DE LA CULTURA. MONTEVIDEO. 29 págs. 1959.
Emilio Frugoni ha marcado la historia nacional con su ejemplo ético, su compromiso con una sociedad más justa y por erigirse en un faro frente a la tentación totalitaria. Más allá de las diferencias con José Enrique Rodó, los unió una cálida amistad la que los definía a ellos, y a una sociedad en la que los lazos y la fraternidad superaban las barreras partidarias.
El presente folleto es impactante por mostrar, como pocos, los difíciles derroteros de un país inmerso en la lógica perversa de la Guerra Fría y las contradicciones de América Latina. Meditación se inicia con una evaluación altamente favorable de la caída de Batista, sin nombrar a Fidel Castro, para dedicar párrafos contra Perón, Rojas Pinillas, Pérez Jiménez: “La Revolución Libertadora que en la Argentina arrancó a Perón del poder tras doce años de la más oprobiosa tiranía”. Más adelante demarca una visión claramente crítica tanto del modelo de dominio norteamericano como de los modelos tradicionales latifundistas que generaba un campo fértil para la expansión del comunismo: “…el profundo malestar y la constante irritación, a veces sorda y paciente, pero a menudo explosiva de las masas indígenas o criollas crudamente explotadas… ofrecen a las maniobras de los verdugos de Hungría, de Polonia, de Rumania, de los estados Bálticos, oportunidades de tender con éxito sus redes de embaucamiento y captación”. Pero, siguiendo a Waldo Frank, sostiene que aun cuando el comunismo es un peligro, es un peligro muy vago y lejano. El peligro real son los movimientos en la línea del peronismo a los que ciegamente tipifica como fascistas.
Lo cual nos lleva inmediatamente a recordar cómo naufragó el Tratado ABC, por el cual la Argentina de Perón, el Brasil con Getulio y Chile con Ibáñez en los 50 planificaron una compatibilización de recursos del área para buscar un camino de soberanía económica. A partir de que EE.UU. lo definió como un complot fascista en el Cono Sur en seis meses fueron arrasados.
Como dato histórico, años más tarde se supo que el “Congreso por la Libertad de la Cultura” era una agencia organizada por la CIA para ejecutar sus políticas, utilizando, muchas veces sin su conocimiento, a intelectuales dignos del mayor respeto habitualmente proveniente de la izquierda histórica.
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