No hace mucho1 señalaba la importancia pujante del mundo del arte en Asia, tanto para los creadores como para los coleccionistas, que en más de una década no ha hecho más que crecer en todos los sentidos, dando lugar a un creciente mercado del arte en ese continente.
No por eso deben dejar de luchar otros focos de renovación, de impulso a nuevas corrientes de ideas con las que se quieren manifestar los creadores en las diversas manifestaciones artísticas, para seguir teniendo un lugar en el globo. Ocurrió en el siglo XX, cuando Paris cedió al embrujo del Nuevo Mundo en la ciudad de Nueva York…ciudad abierta y cosmopolita. Es rica, intensa, y variada. Pasan más cosas y más distintas, hay más desequilibrios y violencias, pero también más oportunidades, éxitos y fracasos.
La fuerza, la creatividad, la curiosidad, el inconformismo y el sacrificio de sus habitantes han abierto paso a individuos que buscaban y buscan en una sociedad libre la capacidad de poder expresarse y seducir a quienes tienen ética suficiente para apreciar la belleza y la verdad. Cine, texto, instalaciones, literatura, exposiciones, conviven en armonía contrastando diferentes culturas. Es una ciudad donde han arribado muchas personas y donde se han dado “explosiones” al margen del sistema… Es acogedora…pero actualmente esa corriente de artistas se ha visto ralentizada por el costo de vida elevado…que ha obligado a muchos de ellos a volver a sus países de origen, o a emigrar a otros países. Pero el destino de esta ciudad no se entiende sin aquellos que llegaron y siguen llegando desde el sur. Esta inmigración latina ha dejado una huella indeleble…que convive con los creadores de todo el mundo. Es muy fácil encontrarse con Frida Kahlo en murales, grafitis, obra original, posters… En The New School encontramos al mexicano Gabriel Orozco y al ecuatoriano Camilo Egas, y en la sede de Barnes & Noble a Pablo Neruda…
Esta atracción del creador latino por Nueva York ha posicionado a la ciudad como un referente del simbolismo latinoamericano y afianzado su protagonismo en el mercado de estos artistas con dos aportaciones decisivas. La primera es que los museos más importantes cuentan con curadores de arte latinoamericano, que naturalmente han incorporado obras de artistas latinos a los museos. La segunda es la apertura de sucursales de importantes galerías latinas en esta ciudad, como la brasilera Nara Roesler o la peruana Revólver.
Estas dos aportaciones, como podemos suponer, han creado la necesidad de dar a conocer el arte latinoamericano al público neoyorquino y al visitante, generando diversas acciones. Entre ellas cabe destacar dos exposiciones que simultáneamente se pueden visitar en estos momentos hasta setiembre: Chosen Memories y Gego.
Chosen Memories
Hace poco más de un mes, a fines de abril, se inauguraba en el MOMA la exposición “Chosen memories”, a cargo de la curadora argentina Inés Katzenstein. Se trata de un conjunto de piezas donadas al museo por la Colección Patricia Phelps de Cisneros, de 39 artistas que han recurrido a la historia como fuente material para crear nuevas obras durante las últimas cuatro décadas, donde destacan también nombres como Alejandro Cesarco (Uruguay), Regina José Galindo (Guatemala), Mario García Torres (México), Suwon Lee (Venezuela), Gilda Mantilla (Perú), Raimond Chaves y José Alejandro Restrepo (Colombia) y Cildo Meireles, Rosángela Rennó y Mauro Restiffe (Brasil), entre otros. Una reconquista del tiempo como proceso latente de transformación, donde el pasado no ha pasado del todo y existe la posibilidad de reescribirlo. “La historia es un organismo vivo”, ha dicho la artista brasileña Roséngela Rennó.
La exposición podrá visitarse hasta el próximo 9 de septiembre.
Gego
Al hilo de estas afirmaciones, el Museo Guggenheim no se queda atrás con la espectacular exposición de la reconocida escultora venezolana de origen alemán, Gertrud Goldschmidt, “Gego” (1912-1994). En sus “Troncos”, sus “Chorros”, sus “Bichos”, sus “Reticulareas” el diseño y la arquitectura se hermanan, generando objetos de espacios totales que afirman su arte dentro de la categoría incuestionable de los grandes artistas internacionales, junto a Georgia O´Keeffe, Marisol Escobar, Lía Bermudez, y Paula Rego.
La exposición podrá visitarse hasta el 10 de setiembre y posteriormente viajará a España, al Museo Guggenheim de Bilbao.
El artista uruguayo, Alejandro Cesarco
No quiero terminar esta nota sin resaltar el hecho que Alejandro Cesarco (1975), artista uruguayo, esté representado en la exposición Chosen Memories. Nacido en Montevideo, vive en Nueva York y allí trabaja en dialogo con las historias del arte conceptual. Aborda a través de las frágiles relaciones que existen entre las imágenes, el leguaje y el significado, plasmado entre el cine, el texto y la instalación, su universo creativo. Además de docente y curador de exposiciones, dirige una organización, Art Resources Transfer (A.R.T.), una organización sin fines de lucro fundada en 1987 para documentar conversaciones entre artistas. Además de Chosen Memories, actualmente expone en Artium Museoa, en Vitoria, España, y a partir de octubre en Berlín y Paris.
Nota pie de foto: La reconocida escultora venezolana de origen alemán, Gertrud Goldschmidt, “Gego” (1912-1994). En sus “Troncos”, sus “Chorros”, sus “Bichos”, sus “Reticulareas”, el diseño y la arquitectura se hermanan, generando objetos de espacios totales que afirman su arte dentro de la categoría incuestionable de los grandes artistas internacionales
1 Mercado del arte. La Mañana. 10-04-2023
(*) Catedrática de Sociología – UB, Dra. Historia del Arte, Crítica de Arte, Miembro de AICA y ACCA.
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