Luego de sus tres ediciones (2004, 2005 y 2011) “Los charrúas-minuanes en su etapa final” de Oscar Padrón Favre, llega ahora a una edición digital de libre acceso para nuestros lectores de La Mañana.
Un texto excepcional para comprender en forma cabal nuestro pasado. A partir de la reelaboración de trabajos previos, Oscar Padrón nos acerca una visión desmistificadora sobre la temática indígena, demarcando claramente el peso de ciertas versiones ideologizantes y recuperando la sana tradición que es ir directamente a las fuentes documentales.
“La idealización del charrúa nómade y del gaucho también transhumante –pilares de una identidad ficticia cargadas de ocultamientos– supuso el olvido por ese conglomerado humano que, sobre todo a partir del siglo XVIII, fue ocupando la tierra, afincándose en ella –unos blancos, otros indígenas o negros y muchos, a la postre, mestizos –llegando a constituir la verdadera matriz de nuestro ser colectivo”, son algunas de las reflexiones del autor en esta obra de 174 páginas.
Además Padrón devela otro ocultamiento clave en nuestra historiografía: “El silencio casi absoluto por la etnia indígena que sí había jugado un papel protagónico, la de los guaraníes-misioneros. Poco importó, por entonces, estudiar lo que representaron en el Río de la Plata las Misiones Jesuíticas, su fundamental papel militar durante toda la revolución; la actuación decisiva de los indígenas misioneros en la formación económica y demográfica de nuestra campaña, que constituía un valioso y numeroso contingente humano (de muchos miles) al nacer el estado Oriental. No se estudiaron sus importantes saberes artesanales, sus hábitos de laboriosidad y sedentariedad, unidos a su fuerte adhesión al culto católico, tampoco las más que visibles huellas de su presencia en el tan numeroso como marginado pobrerío rural”.
“Pero ese ocultamiento, junto a la paralela consolidación del charruísmo, en realidad se inscribía dentro de un proceso más amplio y arraigado de desconocimiento del país real. Se enmarca dentro de la ideología de “civilización o barbarie”, de fuerte influencia en la dirigencia urbana del siglo XIX y buena parte del siglo XX, que hizo gala de una ignorancia y desprecio absoluto por la columna vertebral de nuestra formación nacional, por la sociedad rural, la sociedad “gaucha” (término estigmatizante impuesto a ella por dichos ilustrados). Precisamente, rastrear el periplo vital de los indígenas nómades supone, al mismo tiempo, profundizar en el conocimiento del proceso de la formación de nuestra sociedad rural”.
La obra del licenciado y profesor Padrón Favre es recomendable en su totalidad, el presente texto podría decirse que es imprescindible para toda persona con genuinos intereses en la historia de nuestra patria.
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