Paisanos. Los irlandeses olvidados que cambiaron la faz de Latinoamérica. Tim Fanning. SUDAMERICANA. 2017. 438 págs.
Irlanda está definida por su heroica lucha contra el despotismo británico y su inclaudicable compromiso con la fe católica. El exilio fue un destino cierto para cientos de miles de hijos de la verde Eire. Luego del tratado de Limerick de 1691 y de las leyes punitivas contra su religión del siglo XVIII, se establecieron en España y Francia, trasladándose al centro de los conflictos internacionales de entonces. Muchos de ellos fueron los ingenieros, administradores, cartógrafos, marinos experimentados y geógrafos de las colonias españolas en todo el mundo. Sus hijos fueron parte central de los que construyeron el sueño de emancipación para América.
“Paisanos” es el emotivo homenaje a esta corriente migratoria que definió nuestra historia. Recupera no solo a emblemáticos héroes como el almirante Guillermo Brown, el general Bernardo O´Higgins o al leal Pedro Campbell, sino a decenas y decenas de historias de irlandeses olvidados por la historia oficial pero no por la memoria de nuestros pueblos.
Un capítulo por demás emotivo es el dedicado a la memoria del Batallón San Patricio, protagonista clave en la lucha contra la traicionera invasión de EE.UU. contra México en 1846. En un contexto de hambrunas sistemáticas en su tierra natal ocasionadas por la política criminal implementada por ingleses, muchos irlandeses emigraron hacia EE.UU. en busca de mejores horizontes. Muchos de ellos terminaron reclutados en el ejército de línea. Pero aquí también se encontraron con prácticas discriminatorias en lo étnico y discriminatorias en lo religioso. Cuando estalló la invasión, criticada ferozmente tanto por Abraham Lincoln y Henry David Thoreau, muchos de ellos comenzaron a desertar. No habían cruzado un océano para matar otros católicos. El capitán John Riley logra organizar un grupo de irlandeses, a los que se suman inmediatamente otros desertores del ejército yanqui, desde alemanes católicos hasta negros, en una pequeña unidad de artillería. Dicha unidad tiene actuaciones heroicas y definitorias hasta la Batalla de Churubusco, donde se les ordenó proteger la retirada del Ejército mexicano. Lucharon hasta quedarse sin municiones, entones solo les quedó la opción de luchar mano a mano con bayonetas y culatazos. La masacre fue casi total, los prisioneros fueron azotados, marcados con hierro candente por ser desertores y luego ahorcados.
Un libro ineludible para encontrarse con la historia que prefigura la Patria Grande.
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