Hacia fines del siglo XIX, los duelos se habían atemperado mucho, merced a la labor de los codificadores que establecían las reglas en sus códigos de honor, regulando una actividad que estaba absolutamente prohibida. Estaba absolutamente vedado el duelo a muerte. A veces, la «primera sangre» podía ser la última, pero esto era un avatar … Sigue leyendo Pushkin y la mujer hermosa
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