Richard Read. Espalda con espalda. Leonardo Haberkorn. SUDAMERICANA. Dic. 2021, 272 págs., $690.
Pocos nombres logran generar tanto debate en el sindicalismo nacional. No es para menos: legendario orador en el Primero de Mayo de la apertura democrática, polemista de primera línea con las posiciones tradicionales hegemonizadas por el Partido Comunista, dirigente histórico del sindicato de la bebida que logra negociaciones inéditas en un rubro que había caído en una crisis casi terminal. Pero también es un sindicalista que ha conjugado capacidad organizativa con desarrollos empresariales propios que han generado polémicas.
En la presente biografía, lo primero que llama la atención de la portada es un sello con la inscripción ALQLyE: Arriba Los Que Luchan y Estudian. Algo que será un objetivo primordial, saliendo de las consignas de carácter reivindicatorio, Richard Read (algo que tenía claro gran parte de la dirigencia histórica del sindicalismo) sostendrá que el trabajador sindicalizado antes que nada tiene que ser un trabajador que cumpla a rajatabla con sus obligaciones laborales. No puede haber lugar para trabajadores que sean deshonestos o que cumplan a desgano su contrato laboral. Y ese trabajador y sus hijos tienen que capacitarse para labrar un futuro mejor. Algo que solo es posible cuando el acceso a la educación es una realidad.
Con una fuerte impronta clasista, no duda en citar a José Enrique Rodó en una entrevista televisiva: “El trabajador aislado es instrumento de fines ajenos, el trabajador asociado, es dueño y señor de su destino”. Estos son algunos de los factores en la construcción de Read como un sindicalista duro en la negociación, pero con el cual es posible llegar a acuerdos duraderos. Y eso es posible porque hay una certeza: no es posible un sindicato funcionando en una fábrica cerrada.
“Por supuesto que he defendido a la industria. Y que en muchas cosas hemos coincidido. También te puedo hablar de cómo ocupamos la planta o las veces que hemos sacado del ojete a los gerentes. Yo decía en una entrevista: ‘No te confundas. Yo tengo un cajón donde están también las asonadas, las camionadas trancando todo, está todo ahí adentro’. Lo único es que cada vez ese cajón tiene más candados. Para llegar a eso hay que abrir muchos otros candados antes y, para llegar a ese momento, cada vez lo voy pensando más. Es una escala. Nuestro sindicato de la FNC tiene una máxima, la vieja consigna “todo o nada” no existe. Es suicida. Porque el trabajador conoció la nada, pero nunca conoció el todo. El todo hoy no es posible para el trabajador. Pero la nada, si hacés las cosas mal, puede estar a la vuelta de la esquina”.
Haberkorn, en un ejercicio periodístico difícil, intenta armar un puzzle con las diversas historias y versiones, entrevistando a 40 referentes que han conocido al sindicalista en sus luces y sombras.
En un libro de estas características quizás uno hubiese preferido enfoques que privilegiaran otros ángulos, pero lo queda claro es que constituye un aporte fundamental para acercarnos a la lógica del sindicalismo en Uruguay, así como a su relación con la política, las ideas y el poder, superando con creces lo biográfico de una personalidad que, por otra parte, es impactante.
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