Salomón Azar nació en Montevideo en 1940. Desde su tierna infancia se vinculó con el arte, el teatro y la música. 1963 asistió a la Escuela Figari a hacer cerámica con el maestro Nowinsky. Años más tarde ingresó a la Facultad de Arquitectura, que frecuentó por un tiempo y luego cursó Psicología Social. Fue un hombre inquieto, creativo, investigador y curioso.
En la Escuela Nacional de Bellas Artes se graduó como licenciado. Allí, Azar tuvo como maestro a Jorge Errandonea, director de la Escuela de Bellas Artes, de quien recogió lo filosófico y lo conceptual y quien lo introdujo en la educación por el arte. De Miguel Ángel Pareja obtuvo la rigurosidad del análisis en una obra de arte. De Llorens, su línea estética. Son años de formación y crecimiento personal, descubriendo a Hebert Read, entre otros teóricos de la historia del arte. Asistió a talleres particulares. Fue alumno de Luis Alberto Solari y miembro activo del Club de Grabado de Montevideo, siendo alumno de Leonilda González y de Rimer Cardillo.
Una labor para destacar dentro de su trayectoria fue la dedicación a la formación de docentes como coordinador de talleres en el marco de la educación por el arte.
En 1974, junto a su esposa, la maestra María Teresa Esmoris, Azar fundó el Taller Barradas, Instituto Uruguayo de Educación por el Arte. Un espacio de crecimiento para niños y adolescentes que por 50 años desarrolló una ingente labor en la introducción del arte en la mente desde la infancia. Impulsó proyectos culturales basado en su “didáctica espiral”, un enfoque que combina “el sentir, el pensar y el hacer”.
“El arte empieza en el yo, e inmediatamente está en el yo y tú, luego, en lo grupal”, decía Azar. La idea es siempre construir la propia espiral, y seguir creciendo en esa interacción. Eso mismo se puede aplicar a la vida.
Fue fundador y miembro honorífico del Consejo Latinoamericano de la Educación por el Arte, CLEA, del que fue director entre el 2019 al 2022. Azar fue declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo en el 2016, reconociendo su labor educativa y su permanente contribución a nuestra sociedad y al arte. Dirigió su Taller-Instituto Barradas hasta su fallecimiento.
Últimamente, reflejo de su pensamiento en cuanto a la permanente formación e investigación, asistía en Piriápolis, en la Casa de la Cultura, a las clases de Nazar Kazanchian, realizando textiles, una de sus pasiones que ya había estudiado y realizado con E. Aroztegui.
Su investigación quedó plasmada en el libro, Canteras de creación, muy reconocido, dedicado a la experiencia docente en Riachuelo, Colonia, con los maestros Jesualdo Sosa y Ma. Cristina Zerpa.
A lo largo de su vida, Salomón Azar recibió muchas menciones y premios. Vale la pena destacar el homenaje a su labor artística y docente en la exposición en 1994, de todos los cursos y materiales del Taller Barradas, a los 20 años de su creación, que la Intendencia Municipal de Montevideo organizó con dibujos de niños y adolescentes, de todos los talleres de las ciudades del país, mostrando así la importancia de la educación por el arte en la formación de las personas desde la infancia. Realizó varios de sus famosos calendarios y grabados mensuales que se repartían entre sus socios que se pueden ver en la exposición que nos convoca.
La exposición consta de varios apartados en cuanto a las piezas, producto de la versatilidad del artista, y muestra mucha obra desconocida por el público, expuesta de una forma muy didáctica para poder entender o descubrir cómo se realiza en el tema del grabado la impresión del que fue un especialista.
En los textiles que hoy se exponen en la Fundación BROU podemos observar diversos materiales y elementos encontrados, como metales oxidados
Pueblan la sala muchos afiches; recuerdos de muchos encuentros internacionales, cursos y muestras, así como objetos personales característicos de Azar, como sus pipas, y sus gorras.
Los documentos que incorporan las curadoras, Alicia Brassesco, por la Fundación BROU, y su alumna Graziella Basso, a pedido de Azar, unos días antes de su partida, hacen de esta muestra un documento en sí mismo a incorporar a la historia del arte uruguayo.
Fundación BROU, Zabala y Cerrito. De 13 a 18 horas Hasta mediados de febrero 2025.
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