“¿Por qué no pensamos justo al revés? Pensemos en cómo incluir al público oyente”. Tal fue la consigna inicial que después de mucho tiempo de trabajo experimental les planteó Gabriel a sus talleristas sordos al momento de encarar una obra teatral para presentar al público en una sala.
Afortunadamente, nuestro panorama teatral se sigue nutriendo de artistas que apuestan a proyectos teatrales con características originales. ¿Por qué en Cultura de La Mañana tratamos de interiorizarnos particularmente en este proyecto? Porque es la primera vez que en nuestro país se presenta una obra teatral actuada en su totalidad por actores y actrices sordos.
En este caso, nos entrevistamos con Gabriel de Souza Amaro, director de Las rosas de Luisa, que se estrenará el próximo 5 de diciembre a las 18 horas en la Sala Zavala Muniz del Teatro Solís.
¿Cuál fue tu formación teatral?
Soy egresado de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (EMAD) en la carrera de Actuación, con un posgrado en Artes Escénicas (Docencia y Memoria Emotiva) y otros cursos de lenguaje de señas. Siempre me interesó el trabajo teatral con personas con algún tipo de discapacidad. Por lo tanto, quise vincular lo que nos enseñaron en la EMAD, en el plano teatral, con la lengua de señas y buscar cómo conectarlos para llegar a un híbrido, que tal vez colmara las expectativas de algunas personas que permanecían al margen del hecho escénico.
¿Ese interés también te llevó a incursionar en el trabajo voluntario?
Justamente. Estuve trabajando con niños en la parte de aislamiento en la Fundación Pérez Scremini como voluntario. Posteriormente, comencé a hacer talleres tratando de experimentar cómo vincular todas las técnicas teatrales que había aprendido en la EMAD con el lenguaje de señas. Para ello fui a la Asociación de Sordos del Uruguay (ASUR) e hicimos un taller gratuito de unos meses en el que muchas personas, entre los que había docentes de cine –todas personas sordas–, fueron a trabajar en forma experimental. Allí empezamos a aplicar distintas dinámicas de grupo, juegos, etcétera.
¿Qué pasó con esos primeros talleres? ¿Cómo te fue con los primeros talleristas sordos?
Había comenzado con muchos integrantes, pero poco a poco se iban yendo. Debido a esto comencé a preguntar por qué se iban y ahí me dijeron que yo había cometido algunos errores al principio. Entre ellos, llevar pequeñas escenas escritas, lo cual a muchos de ellos les resultaba ajeno porque no estaban familiarizados con el idioma español escrito. Como eso no los motivaba, terminaban aislándose y a posteriori dejando el taller.
¿Cómo siguió el proceso de tu trabajo con ellos?
En 2020 empezó todo esto. Luego, nos propusimos empezar el verdadero trabajo en equipo, en el cual yo les iba enseñando técnicas teatrales, elementos corporales, etcétera, y ellos me iban poniendo en contacto con la cultura y la lengua de señas. Ellos me enseñaban y yo a ellos. Un verdadero trabajo colaborativo que fue fortaleciendo al equipo. Estábamos ensayando en ASUR y en ese momento propusimos una obra de teatro. Y surgió también que lo que abundaban eran propuestas teatrales con oyentes para personas sordas. Entonces yo les propuse una idea: “¿Cómo se imaginan si el mundo fuera al revés? ¿Si ustedes tuviesen que incluir a las personas oyentes?”. A partir de ello surge el proyecto que venimos llevando a cabo desde 2020, con gran entusiasmo y también esfuerzo de todos los involucrados.
¿Cómo está compuesto el equipo?
Actúan Mariana Madrid (protagonista), Luis Lasalle (egresado de la EMAD), Mariana Terán (docente), Karla Guerrero (de Venezuela), Stella Canepa (docente, plástica) y Daniel Bravo (de Venezuela). A ellos se suman los seis colaboradores con discapacidad visual que hacen las voces de los personajes y que han interactuado con los actores de manera muy estrecha. Ellos son Noelia Baillo, Fernando Tejera, Natalia Hernández, Libertad Navarro, Rossana Guerra y Julio Bassano. Además contamos en el equipo con una docente en lenguaje de señas, Beatriz Garrido (docente del Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda), Cecilia Ferreyra (expresión corporal) y dos intérpretes.
¿Hay antecedentes de este tipo de propuesta teatral acá o en el exterior?
De lo que hemos podido averiguar, acá, en nuestro medio, solo encontramos una obra que realizó Beatriz Massons, en la que aparecen dos personas sordas, pero en roles relativamente secundarios. En el exterior, en cambio, sí sabemos que existen este tipo de propuestas teatrales con personas sordas y en lengua de señas, que vale aclarar, varía de un lugar a otro.
¿Qué es VIDA?
Es un programa cuyo nombre significa Vincular, Investigación, Diversidad & Arte. La misión de este programa es acercar mundos distintos a través del arte y la creatividad. Se propone, mediante proyectos como el que hoy nos ocupa, difundir y compartir los conocimientos adquiridos con la comunidad sorda y oyente de Uruguay, favoreciendo aún más la producción artística inclusiva. Como objetivo principal tratamos de dar a conocer este tipo de proyectos a otras personas con discapacidad, para inspirar, motivar y generar oportunidades relacionadas al arte. Cecilia y yo fuimos sus fundadores y, por ahora, seguimos siendo sus impulsores, creando y desarrollando proyectos en línea con esos objetivos.
¿Qué apoyos han tenido para Las rosas de Luisa?
La Intendencia de Montevideo, a través de la Secretaría de Discapacidad (Martín Nieves y su equipo), La Escuela Carne (Esteban García), la Embajada de Suiza (embajador Daniel Derzic), el Instituto Italiano de Cultura, la Intendencia de Canelones y algunas empresas que auspiciaron y colaboraron con la puesta tal como figuran en el programa.
Háblanos de la obra que se estrenará el próximo 5 de diciembre. ¿Por qué la elegiste?
Esta es una obra basada en Los derechos de la salud, de Florencio Sánchez. En el programa hay seis frases que encierran los porqués: no todo tiene explicación, no todo tiene respuesta, no todo tiene sentido, no todo es justo, no todo es lógico, aprendamos a vivir con eso. Para resumirlo en pocas palabras, un cierto paralelismo entre lo que le sucede a la protagonista y lo que, a veces, le sucede a una persona sorda en la sociedad.
¿Qué se requiere para estar a cargo o dirigir un grupo humano con estas características? ¿Te consideras “inclusivo”?
No considero que yo haya estado a cargo. Lo único que puedo decir es que coordiné un trabajo en equipo. He tenido que delegar en ellos y ellos delegan en mí una confianza total en cuanto a la dirección. A esto se llega teniendo un objetivo común por encima de todas las cosas… y mucho trabajo y comprensión. Por momentos implica ceder por ambas partes, pero se va creando paso a paso. ¿Qué requiero? Puntualidad, constancia y buena onda. No me considero un “director Inclusivo”, sino que trabajé con personas sordas y con discapacidad visual.
¿Cómo se sienten ellos ahora, en momentos previos al estreno? ¿Qué sintieron en oportunidad de haber realizado una muestra en diciembre del 2022?
Están muy optimistas, entusiasmados y unidos, con los nervios comunes a un estreno. Pero, a la vez, con la confianza que da el venir trabajando desde hace tiempo. En aquella oportunidad les (nos) fue muy bien, con mucha entereza al enfrentarse por primera vez al público (dos funciones con 150 personas). Esperamos para este estreno tener el apoyo del público en estas cuatro funciones en el Teatro Solís (5 y 6 de diciembre hora 18 y 20.30, ambos días).
¿Cuáles fueron los desafíos o dificultades por superar?
La espera, la barrera de la comunicación al principio. Hoy en día nos entendemos muy bien gracias a que logramos un excelente trabajo en equipo. Una gran dificultad, que pudimos superar dedicándole mucho tiempo, fue el manejo de las metáforas. No todas las personas sordas pueden captar bien la metáfora y solo logramos superarlo con tiempo y trabajo.
¿Qué le informarías a un potencial espectador?
Para quienes asistan y sean oyentes, van a contar con un sistema auricular por donde se va a hacer un doblaje particular de cada personaje (pregrabado), realizado por personas con discapacidad visual. Es decir, que si no saben lengua de señas, van a contar con ese doblaje pregrabado y sincronizado a la hora de la función. Oyentes y no oyentes podrán disfrutar de esta obra y tener una experiencia única en compartir ese momento con algunas personas que por primera vez se pueden acercar al teatro.
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