Este año se celebran 150 años del natalicio de Sergei Rachmaninov, genial pianista y compositor que se ha convertido en un símbolo de la música rusa en todo el mundo. Él nació en la provincia rusa de Nóvgorod el 1 de abril de 1873. La familia Rachmaninov era muy musical: su abuelo estudió con el famoso maestro y compositor John Field, y hasta ahora se conservan varios romances y piezas para piano suyos, publicados en el siglo XVIII. Su padre también era aficionado a la música, pero no tocaba profesionalmente. La primera profesora de música de Sergei fue su madre, Lyubov Rachmaninova, hija del general Pyotr Butakov, director del Cuerpo de Cadetes Arakcheev.
Cuando Sergei Rachmaninov tenía ocho años, la familia se trasladó a San Petersburgo. En 1882 el muchacho ingresó al departamento juvenil del Conservatorio de San Petersburgo. Al principio, el joven músico se aburría con sus clases y a menudo faltaba. Pero más tarde conoció a su primo, el talentoso pianista Alexander Ziloti, quien reconoció el talento de Sergei y convenció a sus padres para que enviaran al joven a Moscú. En 1888 Rachmaninov continuó sus estudios en el departamento superior del Conservatorio de Moscú. Se graduó del Conservatorio como pianista y compositor, y obtuvo la Gran Medalla de Oro por su trabajo de graduación: la ópera en un acto Aleko que fue recomendada para su producción en la escena más importante del país: el Teatro Bolshoi.
El joven Rachmaninov se convirtió rápidamente en el favorito del público moscovita: era conocido como talentoso pianista, compositor y director de orquesta. Sin embargo, en 1897 el músico sufrió un grave revés: la interpretación de su Primera Sinfonía en San Petersburgo fue un desastre y recibió muchas críticas. El compositor cayó en una depresión y durante casi cuatro años no compuso nada y apenas salió de su casa.
Una nueva etapa en su vida y su carrera inició en 1901, cuando el compositor presentó el Segundo Concierto para Piano que devolvió a Rachmaninov su estatus de músico ruso de renombre. El compositor tuvo muchos conciertos en Rusia, Europa, EE.UU. y Canadá, al mismo tiempo durante varias temporadas él ocupó el cargo del director de orquesta del Teatro Bolshoi.
Después de la Revolución Rusa de 1917 Rachmaninov emigró a América, donde siguió dando conciertos. A pesar de que Rachmaninov se vio obligado a abandonar su país natal, siguió considerándose un compositor ruso. Como dijo el propio Sergei Rachmaninov: “Mi patria ha dejado huella en mi carácter y mis opiniones. Mi música es fruto de mi carácter y, por tanto, es música rusa”. Tras pasar un cuarto de siglo en el extranjero, él hablaba ruso en su familia, se mantenía en contacto con amigos en Rusia y se preocupaba por el destino de su país y de sus compatriotas. Durante la Segunda Guerra Mundial destinaba una gran parte de sus ingresos al Ejército Rojo y al Fondo de Defensa de la URSS. Su dinero se utilizó para construir un avión de guerra en Rusia. “De uno de los rusos para ayudar al pueblo ruso en su lucha contra el enemigo. Creo en la victoria completa”, escribió el músico.
Durante los diez primeros años de emigración Rachmaninov fue incapaz de crear nuevas obras. Solo en 1926 él volvió a componer música. En los últimos años de su vida, Rachmaninov compuso la suite orquestal “Las Danzas Sinfónicas”, que los expertos musicales consideran una de sus mejores obras. Siguió actuando todo el tiempo y dio su último concierto seis semanas antes de morir. Murió en 1943, pocos días antes de cumplir 70 años.
Interpretaciones en Uruguay y el mundo
Hasta el día de hoy las obras de Rachmaninov continúan siendo interpretadas en todo el mundo y América del Sur no es una excepción. En 2005 en Uruguay se realizó un Festival de Música Rachmaninov. El público acogió calurosamente la virtuosa interpretación del pianista Andrey Korobeinikov y del barítono Evgeny Kungurov que llegaron de Rusia.
El año pasado, en vísperas del 150º aniversario del destacado compositor ruso en Montevideo, se realizó una serie de conciertos con interpretación de sus principales obras. En febrero de 2022, la Orquesta Sinfónica Nacional del Sodre, bajo la dirección del maestro Stefan Lano, inauguró su Temporada 2022 con la Sinfonía n.° 2 de Rachmaninov, conocida como una de sus composiciones más célebres y en que el compositor ruso evoca con nostalgia su país natal. En julio en la misma escena del Sodre se presentó un concierto dedicado al Romanticismo tardío ruso cuyo programa incluyó “Las Danzas Sinfónicas” de Rachmaninov. En septiembre en la sede de la Embajada de Rusia en Montevideo se desarrolló una velada para el público uruguayo que contó con varias romanzas de Rachmaninov (Me enamore para mi tristeza, Mañana, Te espero) en interpretación de la cantante rusa (contralto) Evgenia Pirshina y maestro Stefan Lano (piano).
(*) Embajador de Rusia en Uruguay
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