“El tango será popular o no será”, esa frase, que se mueve en algunos ambientes tangueros de la nueva ola a veces se queda corta y olvida que el tango está resurgiendo y haciendo viruta en las plazas y locales bailables.
El quinteto Néstor Vaz es una de las pocas oportunidades que uno tiene para ver tango tocado y dirigido por un verdadero maestro de la vieja guardia, Vaz no solo es generoso al dar talleres, dirigir una orquesta escuela y tocar a veces gratis, es generoso en compartir hasta el día de hoy una esencia del tango que no debemos ni podemos olvidar. Son maestros como él estrellas que guían a los jóvenes en el cielo nocturno de la música, pero a la vez tienen luz tenue, para no encandilar a quien sigue la huella.
Simplemente Astor, como fue titulado el concierto consistió de un repaso de las composiciones de Piazzolla para quinteto, muchas de ellas eran parte del disco “Suite del Angel”, aunque también el concierto fue cambiando rumbos para que se lucieran todos sus integrantes, el Maestro Hagopian al piano, Jorge Pi en el contrabajo, Matías Cráciun en el violín (que despeinó al público entero con su interpretación de “Escualo”) y Jorge Nocetti en la guitarra eléctrica.
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